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El 'código Morse' de los colores en una app para las personas sordas

Un app transforma los sonidos en colores

Dos vibraciones y luz verde: llaman al timbre. Tres vibraciones y luz amarilla: el bebé está llorando. Cuatro vibraciones y luz roja: suena la alarma de incendio. Parece una especie de código Morse, pero no. Es un sistema de alertas para sordos que parte del reconocimiento de sonidos: funciona a través de micrófonos y alerta a las personas a través de móviles y relojes inteligentes.

Ya lo advertían diferentes inversores y aceleradoras, las nuevas startups están apostando por hacer la vida más fácil un quehacer a la vez y el Internet de las cosas está al servicio de las necesidades humanas. En el caso de Visualfy, lo que en un principio era una aplicación para móviles que buscaba romper las barreras sociales para sordos, ahora será un sistema inteligente que puede ser integrado a domicilios, edificios públicos, aeropuertos y hospitales, y que ya cuenta con programas pilotos con ayuntamientos, hoteles y sistemas de transportes.

Es un sistema de reconocimiento de sonidos que alerta a las personas sordas a través de dispositivos inteligentes

Este paso, explica Manel Alcaide (cofundador de esta startup valenciana), responde a que la aplicación que desarrollaron "se quedaba corta" para satisfacer las necesidades de las personas sordas. "Aunque nos decían que era útil e interesante, les preocupaba también otras cosas que la aplicación no podía hacer", cuenta a Vozpópuli.

Aplicación de Visualfy

Tras mucha investigación -de la mano de la Universidad de Valencia- y diferentes alianzas, el nuevo dispositivo ya se encuentra en proceso de industrialización y reconocimiento de patentes. Así, se espera que para septiembre esté disponible para salir al mercado doméstico.

El sistema (Deaf Smart Space, DSS) cuenta con una caja -tipo router- y tres micrófonos que se vinculan con móviles android y relojes inteligentes. Y, según explica el emprendedor, está diseñado para que el usuario reparta los micrófonos en el inmobiliario y configure el router a través de "una especie de juego" que permite al dispositivo aprender los sonidos de la casa.

Tecnología con impacto social

Aunque el DSS tendrá un costo de 400 euros y una cuota de mantenimiento de 12 euros al año, Alcaide sostiene que la aplicación seguirá siendo gratuita porque no pueden "cobrar a los usuarios por el derecho a la accesibilidad".

En el mundo hay 360 millones de personas en todo el mundo padecen pérdida de audición discapacitante, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Solo en España hay 173.662 personas con este tipo de discapacidad, según cifras actualizadas en 2015 en la base estatal de datos de personas con valoración del grado de discapacidad.

La intención, añade Alcaide, es que en un futuro este tipo de tecnología permita a usuarios con discapacidad auditiva recibir mensajes que le informen el turno para la visita en el médico o que está sonando una alarma de incendio.

En España hay 173.662 personas con discapacidad auditiva, según cifras actualizadas en 2015

Visualfy no es el único proyecto que Alcaide ha desarrollado para apoyar a la comunidad sorda. Desde Fusió d'Arts Technology y la Asociación Cultural Fusió d'Arts, él y su socio, Ángel Albiach, han impulsado diversas propuestas a nivel tecnológico, comunicacional y cultural.

Pero ellos no han sido los únicos. Son varias las propuestas que pretenden ayudar al colectivo de personas con discapacidad auditiva. En 2012, Splash Mobile lanzó la aplicación 112 Accesible para teléfonos móviles con el objetivo de facilitar a las personas con este tipo discapacidad contactar con los servicios de emergencia.

Hay varias propuestas tecnológicas que pretenden ayudar al colectivo de personas con discapacidad auditiva

En 2014, por su parte, Wayra (en su versión argentina) reconoció a la aplicación uSound, capaz de captar sonidos y analizarlos para compensar -en las frecuencias necesarias- y emitirlos por unos auriculares para que el usuario pueda escuchar lo que ocurre a su alrededor.

Y el año pasado, estudiantes de la Universidad Carlos II de Madrid desarrollaron Blappy. Esta aplicación permite convertir mensajes de voz en texto y funciona entre dos terminales ubicados a menos de 30 metros en un entorno cerrado de bluetooth.

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