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El Ibex 35 cierra plano y mantiene la cota de los 7.600 puntos

banca de inversión
Los inversores estarán pendientes de la reunión mensual del Banco de Inglaterra y los datos sobre crecimiento en el cuarto trimestre de 2011 de la OCDE.

La Bolsa española cerró este jueves totalmente plana una sesión de infarto en la que llegó a sufrir fuertes pérdidas por la desconfianza de los mercados hacia el futuro económico de algunos países de la zona euro. Al cierre, ayudado por las ganancias de Wall Street, el indicador selectivo IBEX 35 se dejó solo dos décimas y se colocó en los 7.660,5 puntos, nivel que sigue marcando la posición más baja de los últimos tres años, desde marzo de 2009.La prima de riesgo española, indicador que mide la confianza que genera España en el pago de sus obligaciones, registró este jueves un fuerte ascenso y cerró en 402 puntos, el nivel más alto desde noviembre pasado, informa EFE.

Como dato anecdótico, conviene poner de manifiesto que el repliegue de los mercados domésticos se ha acentuado tras las elecciones andaluzas. Concretamente, desde entonces, el Ibex cede un 7,4%, mientras el bono de referencia ha elevado su rentabilidad desde el 5,37% hasta el 5,75% de ayer, cota que técnicamente descuenta un riesgo real de necesidad de rescate financiero. Algunos analistas destacan que no han gustado en absoluto en la comunidad financiera los resultados de los comicios en Andalucía, ya que muestran un rechazo total a las medidas de austeridad implentadas por el Gobierno. Medidas protestadas por la ciudadanía andaluza, aunque aplaudidas desde Bruselas.   

En Europa, la evolución de las bolsas fue similar, dado que París se dejó un leve 0,19 %, Milán un 0,20 %, y Fráncfort un 0,13 %, en tanto que Londres se anotó una ganancia del 0,35 por ciento.

La prima de riesgo -que mide el diferencial entre la rentabilidad que ofrecen el bono español a diez años y su equivalente alemán- no se había colocado en un nivel tan alto desde el pasado 29 de noviembre, una semana después de las elecciones generales, pero antes de que el Gobierno de Mariano Rajoy iniciara su labor reformista. Detrás de esta subida se encuentran las dudas sobre la capacidad de crecimiento de los países periféricos de Europa, y en concreto acerca de si España podrá cumplir con los objetivos de reducción de déficit en un entorno de recesión como el actual, según los analistas.La rentabilidad del bono español a diez años alcanzaba el 5,76 %, cinco centésimas por encima de la apertura, mientras que su equivalente alemán caía hasta el 1,74 %, desde el 1,81 % con el que inició la sesión.

Dudas con la deuda española

La deuda de España lleva varios días afectada por las dudas sobre si los Presupuestos Generales del Estado de 2012 permitirán cumplir con la reducción de déficit público establecido. Según los analistas de Société Générale, los presupuestos han empeorado "la confianza en la capacidad de España para gestionar el equilibrio entre la austeridad y el crecimiento". A esto hay que añadir las declaraciones de ayer del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, en las que apuntaba a que sería "prematuro" interrumpir la política monetaria expansiva en las actuales circunstancias económicas.Según los analistas, en este repunte también influye el hecho de que la liquidez proveniente de la inyección del BCE está próxima a agotarse.

El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, reconoció los "ataques" que están sufriendo España y otros países del entorno, que atribuyó al nerviosismo que genera la fase de desaceleración en la que ha entrado Europa.Las dudas sobre la capacidad de crecimiento de los países periféricos afecta no solo a España, sino a otros países del entorno, como Italia y Portugal, dijo.

La prima de riesgo italiana aumentó 13 puntos hasta los 372 puntos básicos, en tanto que la de Portugal se elevó en 23 unidades hasta los 1.050 puntos.

Una sesión de infarto

El principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, tras el tímido rebote de la apertura, había regresado al rojo a mediodía, perdiendo un 1,20% empujado por la práctica totalidad de los valores con lo que se situaba en mínimos de los últimos tres años. A las 12.00 horas, el selectivo español perdía 96 puntos y se situaba en 7.564 unidades, su nivel más bajo desde marzo de 2009, con lo que el descenso que acumula desde comienzos de año es ya del 11,68 %. Endesa lideraba las caídas del selectivo español con un descenso del 3,51 %, después de que S&P haya advertido sobre una posible rebaja en la perspectiva del sector eléctrico español.
Enagás perdía el 0,70 %, Gas Natural, el 1,70 %, Red Eléctrica, el 1,76 %, e Iberdrola, el 1,84 %.

 En cuanto al resto de grandes valores del mercado, BBVA cedía el del 1,69 %, Santander, el 1,61 %, Telefónica, el 1,18 %, Repsol, el 0,36 %, e Inditex, el 0,14 %. Metrovacesa encajaba la mayor caída del mercado abierto, del 7,35 %, después de que ayer una de sus filiales solicitara el concurso de acreedores. Hasta las 12.00 horas, el parqué español había negociado 471 millones de euros, de los que 111 correspondían a Santander, 87 a Telefínica, 64 a BBVA, y 38 a Iberdrola.El euro continuaba debilitándose en su cambio frente al "billete verde" estadounidense y se cambiaba a 1,306 dólares.

En los cuatro días negociados esta semana el índice ha perdido el 5,52 % lo que representa la mayor caída semanal del año y la más acusada desde diciembre. La desconfianza de los inversores sobre la capacidad de España para hacer frente a sus compromisos se agudizaba después de que distintos informes de Citigroup o Standard & Poor's hayan puesto en duda las posibilidades reales de recuperación de la economía española. Tal y como señala el economista jefe de Saxo Bank, Steen Jakobsen, se están agotando las inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo (BCE), cuyo presidente, Mario Draghi, metía ayer prisa a España en la puesta en marcha de las reformas necesarias.

Conviene recordar, sin embargo, que el volumen de negocio está siendo extremadamente bajo. Ayer se negociaron poco más de 1.389 millones de euros, es decir, menos de lo que valen compañías como Indra o Grifols. 

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