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Mercados

La fusión de Glencore y Xstrata dará lugar a un grupo con un valor potencial en bolsa de 90.000 millones de dólares

La sede de Glencore en Baar (Kanton Zug, Suiza)

Los medios especializados se hacían eco la pasada semana del acuerdo para un proyecto de fusión que firmaban las compañías suizas Glencore y Xstrata, dando lugar al gigante Glencore Xstrata Internacional, un 'monstruo' que ponía en alerta a sus principales competidores del sector. La fusión le daba al ‘recién nacido’ un valor potencial en Bolsa de 90.000 millones de dólares (69.166 millones de euros) y lo convertía en el cuarto grupo minero mundial. Sin embargo, todavía le quedan obstáculos que superar.

Glencore International AG, con sede en Suiza, se considera la principal empresa privada dedicada a la compraventa y producción de materias primas y alimentos del mundo. Hasta la fecha, controla el 50 por ciento del mercado mundial de cobre, el 60 % de zinc, el 38 % de alúmina, el 28 % de carbón para centrales térmicas, el 45 % de plomo. En alimentos básicos controla casi el 10 % de trigo del mundo, cerca del 25% del mercado mundial de cebada, girasol y colza. Es uno de los mayores productores del mundo de grano. 

Por su parteXstrata, también suiza, radica principalmente en Londres, y se dedica a la extracción y tratamiento de materias primas (básicamente cobre, carbón, ferrocromo, níquel, zinc, vanadio y platino) en una veintena de países de todo el mundo.

La fusión, que debería ser una realidad en el tercer trimestre de 2012, supone la creación de un nuevo ‘gigante’ en el mercado de las materias primas, un grupo que escalaría al cuarto puesto del ranking mundial, por detrás de BHP Billiton, la brasileña Vale Rio Tinto. Algo que en palabras del Financial Times“podría crear un modelo nuevo, un único modelo de negocio donde Glencore aportara el marketing y Xstrata la base de operaciones. Esto obligaría a los rivales como Anglo American o Rio Tinto a reexaminar sus propias estrategias”.  

‘Financieramente’ favorable

La unión de ambas compañías tiene a su favor la opción de sinergia por los diversos productos en los que cada una está especializada. No se van a ‘pisar’ el negocio ya que no trabajan exactamente las mismas materias, y sin embargo sí pueden compartir recursos o medios de explotación en las diferentes zonas donde actúan. Además, ambas operan en regiones de riesgo, como pueda ser el Congo (Glencore) o Latinoamérica, zonas que geopolíticamente suelen ser inestables. Esto les supone beneficios gigantescos.

También hay que tener en cuenta que su sector (las materias primas) está además muy expuesto a la volatilidad. Hay poca oferta, y la que hay abarca muchas materias, lo que pese a todo no es suficiente para abastecer la demanda, especialmente en los países emergentes (China e India reclaman muchísimo oro y cobre, por ejemplo). Esto hace que los precios se disparen. Es un mercado más arriesgado, más sujeto a las economías emergentes, endebles a la crisis.

Cotizar 'obliga' a la transparencia

Con la salida a bolsa de Glencore el pasado mayo (en Londres y Hong Kong), lo que supuso un gran ejercicio de transparencia para un entramado que hasta entonces era prácticamente opaco por la necesidad de publicar cuentas, crecieron las valoraciones de la compañía en lo que era una forma de obtener financiación. Además lo hicieron en un momento muy propicio, con el oro en máximos y las materias primas bien posicionadas, lo que favoreció que subieran este tipo de empresas, obteniendo así mayores márgenes de beneficios.

Después de complicadas negociaciones, la agrominera ha conseguido imponerse sobre Xstrata, logrando una posesión de 55%, por el 45% de la segunda, lo que le deja en una posición dominante. A cambio, el consejero delegado del grupo fusionado será el actual consejero delegado de Xstrata;Michael Davis, a quien la prensa financiera llama ‘Mick el minero’, y que tendrá como su mano derecha a Ivan Glasenberg, el responsable de compra venta de materias primas en Glencore.

Con un largo camino por recorrer


Sin embargo, todavía no está claro que la fusión vaya a resultar tan beneficiosa para ambas compañías como parece. Pablo del Barrio, analista deX Trade Brokers (experto en el mercado de materias primas) afirma que aún tienen por delante varios meses de analizar con lupa la legislación específica de cada zona geográfica. “De momento la operación ha sido aceptada en Suiza pero falta por ver lo que opinan en el resto del mundo, donde empiezan a jugar su papel las leyes anticompetencia. Queda pendiente ese visto bueno. Ahora están empezando a estudiar los trámites necesarios para operar en cada país, y los organismos reguladores han de dar su veredicto, lo que en situaciones parecidas se ha demorado más de un año”, comenta el analista.

Una vez que reciban la respuesta tendrán que valorar si les conviene la unión teniendo en cuenta que puede ser que no se les permita operar en cualquier destino. “Lo ideal sería la autorización de los mercados más importantes”, sentencia Del Barrio.

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