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Kicillof deja claro que Repsol hizo una gran operación al vender a toda prisa la deuda de YPF

Kicillof, este martes en Buenos Aires

Repsol fue compensada con bonos tras la expropiación de YPF, en una operación controvertida que fue muy criticada. La compañía petrolera deshizo con toda rapidez el mes pasado esa cartera de deuda en dos tramos. Apenas dos semanas después, Argentina amenaza con un nuevo default, Standard & Poor's ha rebajado el rating al país del cono sur y tanto las primas de riesgo como el CDS argentino se han disparado.

Es cierto que dicha cartera de deuda tenía cláusulas suelo y techo, es decir, si se vendía por encima de determinado valor, el excedente se debería abonar al Gobierno argentino y si, al contrario, se colocaba por debajo de otra cota, Argentina debería compensar esa minusvalía.

Así ha sido: Repsol obtuvo en mercado 6.309 millones de dólares, de los que sólo se quedará con 5.000.

Pero, viendo como el Ejecutivo que preside Cristina Kirchner pelea ahora no pagar 1.500 millones de dólares y pretende efectuar un más que discutible canje de bonos con tenedores de deuda, para que estén sujetos a las leyes locales, se hace muy duro pensar que Argentina hubiera compensando económicamente a Repsol.

Retirada a tiempo

El pasado 23 de mayo la petrolera española comunicaba la total venta de la deuda, en un proceso liderado por JP Morgan que comenzó a mediados de mes. En cuanto se realizó el comunicado de los primeros 2.000 millones, llegaron mejoras de calificación de Fitch y Moody's. Asimismo, las compañías de Bolsa están revisando a toda prisa la valoración de la firma y se prevé que va a tener lugar un goteo de revisiones al alza de recomendaciones.

Mientras eso llega, el bono argentino ronda el 12,5% y el CDS se ha disparado. ¿Qué habría ocurrido si Repsol tuviera todavía esa deuda en cartera, con el mercado desplomado? “Habría tocado esperar”, comentan desde la compañía, hasta que se normalizara la situación y pudieran venderse los bonos con precios aceptables.

Pero nadie sabe cuándo podría tardar en llegar esa normalización, que abriera una ventana de liquidez adecuada. Muchas veces, marcharse a tiempo de una guerra es la mejor de las victorias.

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