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La crisis política coincide con el fin del veto a los cortos y la devolución del LTRO

El caso Bárcenas ha desatado una tormenta perfecta, borrando de un plumazo el optimismo cercano a la euforia que se respiraba en enero. El inicio del año llegó con las principales corporaciones emitiendo deuda sin problemas, lo que, de paso, impulsó la Bolsa. Los bancos se apresuraron a anunciar que devolverían de manera masiva el dinero de la inyección extraordinaria LTRO. La CNMV tuvo claro que era el momento de levantar los cortos. Pero la crisis política ha borrado de un plumazo las ganancias en Bolsa y puede causar que los bancos echen de menos la liquidez del Banco Central Europeo (BCE).

En el primer plazo de devolución, los bancos de la UE han reintegrado 137.000 millones, de los que 44.000 millones corresponden a entidades españolas. Puede decirse con toda seguridad que las entidades domésticas han sido las que más han reducido su dependencia con el LTRO (operación mediante la que el BCE prestaba dinero al 1% de manera ilimitada, a devolver a 36 meses) para dar un mensaje de no dependencia de ayudas públicas.

Pero sólo 48 horas después pueden sentir que se han precipitado. “Mejor endeudamiento que tenían con el BCE no van a tener los bancos españoles y acaban de retornar 44.000 millones”, decían desde una sociedad de valores. “Esperamos que no la echen de menos, aunque de momento las primas de riesgo aguantan. Incluso se ha reducido algo con Italia”.

Los bancos españoles fueron los que más tomaron prestado en el BCE en las dos mega colocaciones LTRO, en las que se adjudicaron más de un billón de euros. En el futuro, tal vez serán más conservadores a la hora de devolver. Quién sabe si no echarán de menos esa liquidez o si lamentarán haber sido tan espléndidos en este primer tramo de devolución. 

Valores presionados

En la siguiente tabla se puede ver a las compañías señaladas por Santander como las que pueden sufrir más ataques por parte de los especuladores bajistas. 

Dichas compañías habían experimentado fuertes avances desde la prohibición de los cortos, hecho que coincidió casi a la perfección con las palabras de Mario Draghi que descartaron los riesgos de ruptura del euro, provocando subidas generalizadas en las cotizaciones. 

Y abajo puede verse la caída de la sesión de ayer, que confirma que estas entidades vuelven a sufrir fuertes presión por parte de posiciones cortas, excepto BME, que subió con fuerza, ya que la apertura total de la operativa bursátil mejora sus ingresos.  

La resolución de la crisis política en España será clave en el futuro para que los bajistas suavicen su presión, aunque una vez que han entrado, resulta complicado expulsarlos.

Hace tan solo una semana nadie descontaba este escenario tan complicado. Esta vez, la solución no sólo deberá llegar de manos de Merkel y Draghi. 

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