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Pequeño bajón: en febrero, los no residentes redujeron su presencia en deuda española

El Gobierno se aferra con toda su fuerza a los datos de balanza comercial y por cuenta corriente como motivos de esperanza para la recuperación. Sin embargo, en febrero los analistas han advertido un dato que supone un pequeño chasco: la inversión en cartera de no residentes ha descendido mientras que la de los bancos ha aumentado. Es decir: en dicho mes, los extranjeros vendieron deuda pública y fueron de nuevo las entidades domésticas las que tuvieron que financiar al estado.

Conforme puede verse en las estadísticas del Banco de España, las inversiones en cartera de no residentes descendieron en 1.099 millones de euros, lo que no es una cifra demoledora, aunque pone freno a una tendencia positiva.

Por su lado, conforme datos del Tesoro, el saldo de deuda a vencimiento de no residentes descendió en febrero descendió en 4.000 millones de euros, hasta 225.000 millones, un dato que no arrojaba tendencia negativa desde septiembre del pasado año, cuando la cifra repuntó desde 174.452 millones de euros a 199.975. A partir de ahí, creció todos los meses, hasta febrero.

De momento, en el saldo anual todavía hay saldo positivo, pero esta relajación no es positiva. Conforme afirmaban en una entidad financiera, “esto significa que en febrero, de nuevo fueron los bancos españoles quienes sostuvieron la deuda doméstica, algo que no es bueno, por todo lo que ello conlleva, entre otras cosas, que nuestra banca se dedica a operaciones propias de cartera y no a dar crédito”.

Mucho Japón

Hay que poner de manifiesto que las cifras de febrero no recogen la mega inyección de liquidez del Banco de Japón, que se ha dejado ver en los mercados financieros, de alrededor de medio billón (español) de euros.

Aunque otra fuente consultada señalaba que “no estamos viendo dinero japonés en España”, lo cierto es que la deuda española está en la cota más baja desde septiembre de 2010 y con querencia a colocarse por debajo del 4%. La prima de riesgo se ha estrechado y se coloca en unos desafiantes 293 puntos, que hacen que Cristóbal Montoro y Luis de Guindos saquen pecho, intentando capitalizar ese buen tono de la deuda, reflejando que se debe a las reformas del Ejecutivo.

Pero lo cierto es que hay compras de bonos en todas partes del mundo. La prima de riesgo no se estrecha más porque el bund sigue firme. Ayer cerró en el 1,21%, aún lejos de la cota superior al 1,50% que añadiría otro sustancioso recorte al diferencial. 

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