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Indra, Meliá, OHL, Popular... los bajistas se frotan las manos con las caídas del Ibex 35

El Ibex cerró el martes en los 10.871 puntos.

Las caídas que acumula el Ibex durante las últimas semanas han sido el caldo de cultivo perfecto para que los inversores bajistas hayan incrementado sus posiciones en varias empresas que tienen en su punto de mira desde hace tiempo. Indra, Meliá y OHL son los valores que ostentan las mayores posiciones cortas de la bolsa española, según los últimos datos registrados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Aunque popularmente se asocia la inversión bajista con una mayor especulación en el mercado, es una estrategia igual de válida que apostar por la revalorización de la acción de una compañía, solo que en aquel caso se espera que su cotización baje hasta un determinado nivel para obtener la ganancia.

Las posiciones cortas se construyen comprando de forma temporal a un broker, normalmente, acciones de una compañía a un precio pactado con la esperanza de que baje su valor en bolsa y ganar de esta manera la diferencia al revenderlas a su propietario.

El eterno problema de Grecia sin resolver y en menor medida el resultado de las pasadas elecciones del 24M han ayudado a acrecentar la llegada de los bajistas

Cuanto mayor es la caída, mayor será el beneficio de los inversores bajistas. Y en una bolsa como la española, donde el grueso del Ibex está formado por bancos, constructoras y compañías de energía, es decir, negocios regulados o vinculados a decisiones del Gobierno, las incertidumbres políticas son un reclamo importante para que acudan. El eterno problema de Grecia sin resolver y en menor medida el resultado electoral de las pasadas elecciones municipales y autonómicas han ayudado a acrecentar la llegada de los bajistas.

Indra es uno de los valores sobre los que más dudas de revalorización tienen los inversores, con un 9,54% de su capital en posiciones cortas. El nombramiento en enero de Fernando Abril Martorell como nuevo presidente de la firma en sustitución de Javier Monzón supuso un revulsivo para su cotización, que pasó de los 7,76 euros por título a 11,31 a finales de abril. Pero los malos resultados del primer trimestre y el proceso de reestructuración en el que se encuentra inmersa la compañía han propiciado una caída de su valor hasta los 9,18 euros.

En el caso de Meliá, que ha experimentado una subida de casi el 30% en su cotización a lo largo del año, la compañía hotelera cuenta con buenas perspectivas por parte de los analistas debido a las previsiones de incremento del número de turistas en España, país donde obtiene el 47,5% de sus ingresos, y por la distensión entre Estados Unidos y Cuba, isla en la que posee 30 establecimientos hoteleros.

Además, está reduciendo su endeudamiento. Pero el valor ha sido uno de los más perseguidos por los bajistas, llegando a acumular hasta un 12% de posiciones cortas, que se han reducido ahora al 9,23%. ¿Por qué apuestan por su caída en bolsa entonces? Por la fuerte revalorización que ha cosechado en estos meses, donde esperan aprovechar alguna corrección.

OHL, por su parte, se está convirtiendo ya en un clásico de los bajistas, que han visto refrendadas sus teorías gracias al presunto escándalo de corrupción de su filial en México y la victoria de Podemos en numerosos ayuntamientos y Comunidades. Al igual que el resto de constructoras, la compañía presidida por Juan Miguel Villar Mir ha entrado en una espiral bajista que le ha hecho perder un 25% de su valor en bolsa.

Dentro de los bancos medianos, los más expuestos a las posiciones cortas son Popular, con un 5,28%, y Sabadell, con un 3,69%, por la menor diversificación internacional de su negocio.

Los analistas no descartan que la corrección en la bolsa española se prolongue si no se logra un acuerdo definitivo y realista sobre Grecia. “En caso de que se mantenga la tensión y sigan mejorando los datos de inflación, seguiremos viendo una caída de los precios de los bonos. Ante este escenario, sufrirán más las empresas con mayor sensibilidad al riesgo país y las que cuenten con un elevado nivel de deuda, ya que se produciría un incremento de sus costes financieros”, señala Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank.

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