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Mercados

Obstáculos a sortear para que el mercado de deuda para pymes vea la luz

Varios inversores conversan en la Bolsa de Madrid.

Aliviar las dificultades de financiación de las pequeñas y medianas empresas al facilitar su acceso al mercado de crédito es el objetivo principal que se ha fijado el ministerio de Economía con la creación del Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF). En definitiva, busca ofrecer a las empresas una fuente de financiación diferente a la obtención de créditos bancarios, y con unos requisitos menos exigentes que aquellos que rigen los mercados tradicionales. Al final se trata de que las pymes puedan emitir deuda sin tener que pasar por trámites engorrosos y costosos como la obtención de un rating o la elaboración de folletos de emisión. Un mercado que aún necesita sortear varios obstáculos para ver la luz. 

La iniciativa del Gobierno no es casual y es consecuencia de una de las sugerencias que realiza Bruselas en el Memorando de Entendimiento, el pliego de condiciones que exige a España para recibir las ayudas a la banca, donde insta al Ejecutivo a fomentar vías de financiación complementarias al crédito bancario. Se busca que las pequeñas y medianas empresas, tradicionalmente dependientes de la financiación bancaria, encuentren en las emisiones de deuda una alternativa, especialmente en un momento como el actual donde el crédito bancario está en horas bajas. 

La propuesta gusta a los potenciales emisores de deuda, en definitiva todas aquellas empresas solventes que sean capaces de convencer al universo inversor de que tienen un proyecto viable capaz de asegurar el pago de los intereses y el retorno de la inversión a todos aquellos que opten por aventurar su dinero. Al final se trata de que logren atraer el capital de inversores institucionales como fondos de pensiones, fondos de inversión, bancos, entidades financieras o grandes patrimonios.   

Primero, eso sí, hace falta un desarrollo normativo adecuado y la implementación de ciertos cambios legales para asegurar su éxito. Dos de los más importantes serán la revisión de la normativa que rige tanto a las sociedades anónimas como a las limitadas, categorías entre las que se incluyen la mayoría de las pequeñas y medianas empresas españolas, en definitiva las potenciales beneficiarias de este nuevo mercado. Por ello, un requisito importante sería la eliminación de las limitaciones actuales que tienen las sociedades anónimas para emitir o directamente la supresión de la prohibición que impide a una sociedad limitada emitir deuda. “Flexibilizar el régimen de las Sociedades Limitadas y suprimir las limitaciones que rigen a las Sociedades Anónimas es importante para asegurar la participación en este mercado del grueso de pymes”, explica Augusto Piñel, socio de servicios financieros de KPMG Abogados. 

La liquidez del mercado será clave para su éxito

Las otras grandes claves para asegurar el éxito de este futuro mercado están relacionadas con las garantías que ofrezcan estas emisiones a los inversores que opten por adquirir estos títulos. En la propuesta que elabora Economía, sometida a consideración de entidades  financieras y asociaciones de inversores, se opta por un sistema que trata de simplificar los trámites de emisión que se adoptan en otros mercados. En vez del folleto de emisión se propone sustituirlo por un documento informativo más sencillo y estandarizado. Al mismo tiempo, en vez de exigir a los emisores la obtención de un rating por parte de una agencia de calificación se opta por otras fórmulas como la obtención de una nota o los informes de solvencia. “En principio los fondos de inversión y pensiones sí podrán invertir pero todo dependerá de las condiciones de las emisiones. Hay normas generales que limitan las inversiones como la solvencia” recuerda Mariano Rabadán, presidente de Inverco.

Inverco, la asociación española de instituciones de inversión colectiva y fondos de pensiones, valora positivamente la propuesta pero reconoce que su éxito dependerá de la seguridad, rentabilidad y liquidez que ofrezca a los inversores. “Es clave que los inversores sientan que existe suficiente grado de solvencia para asegurar la devolución y el pago de intereses. La rentabilidad de las emisiones tiene que ser atractiva y la seguridad es fundamental. La liquidez es clave e incluso en los mercados grandes no siempre es la adecuada. Al final será un mercado para inversores institucionales porque las familias españolas apenas destinan el 3,5% de sus ahorros a la renta fija por lo que en la medida en que cumpla esas condiciones tendrá viabilidad y éxito”, añade Rabadán.

Los incentivos fiscales que ofrezca este mercado serán otra clave para asegurar su éxito, algo que está por determinarse en la propuesta definitiva que ultima el Gobierno. "Si este mercado lograra incentivos fiscales potentes sería una medida que ayudaría a atraer inversores. Lo que va a determinar el éxito o el fracaso de este mercado son los inversores", añade Piñel.

El objetivo que busca Economía es lograr que las empresas españolas logren cubrir sus vencimientos con emisiones entre 10 y 25 millones de euros. Otras sugerencias que llegan de las asociaciones de inversores abundan en la necesidad de reducir el número de participantes propuestos en el MARF para reducir costes. Y es que la propuesta habla de la necesidad de contratar un asesor registrado, un valoradora de la emisión, una entidad de liquidez en el mercado segundario, un colocador y un coordinador de la emisión. Al final muchos jugadores que encarecerán la factura de las emisiones.

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