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March Gestión apuesta por la renta variable y desconfía de la deuda corporativa 'investment grade'

Positivos en acciones y efectivo, en renta variable de Europa, Estados Unidos y países emergentes. Neutrales en renta variable japonesa, bonos periféricos, deuda corporativa 'high yield', bonos convertibles y deuda de economías emergentes. Y negativos en bonos del Estado (AAA, AA+) y deuda corporativa 'investment grade'. Esta es la distribución de activos recomendada para 2015 por March Gestión, que se basa en unas previsiones para el próximo año donde se pueden producir nuevas crisis de deuda pero con un avance del PIB mundial por encima de su promedio histórico.

El informe de estrategia para 2015 de Banca March, presentado por el director del Departamento de Estrategia de Mercado de Banca March, Miguel Ángel García, y el director de Inversiones de March Gestión de Fondos, Carlos Andrés Poyo, prevé un avance del PIB en España del 1,8%, impulsado por la demanda interna. El menor esfuerzo fiscal y la estabilización de los mercados de crédito permitirán una mejora de la actividad de las economías periféricas de la zona del euro y, en especial, de España, donde los indicadores de confianza se encuentran en los niveles más altos de los últimos años. Por segundo ejercicio consecutivo, España crecerá el año que viene por encima del promedio de la zona del euro.

“El ajuste del sector inmobiliario está tocando suelo", destaca Miguel Ángel García

“El ajuste del sector inmobiliario está tocando suelo. A ello se une que el grueso del saneamiento del sector financiero se ha realizado y la tasa de mora deberá descender”, destacó Miguel Ángel García, que también advirtió de los riesgos que persisten en la economía española, como el elevado endeudamiento. “La deuda ha seguido incrementándose y representaba 2,8 veces el PIB a cierre del segundo trimestre de 2014”, recordó. García apuntó entre los riesgos la elevada tasa de paro, que todavía se encuentra por encima del 23%, y la caída de las exportaciones como consecuencia de la desaceleración de los principales socios comerciales de España (el 50% de las ventas exteriores se destina a la zona euro). 

El nivel total de endeudamiento mundial, que ha seguido creciendo desde la crisis financiera, frenará el crecimiento y mantendrá vivo el riesgo de nuevas crisis de deuda. No obstante, los indicadores adelantados señalan que la actividad ganará dinamismo gracias a factores que actuarán como contrapeso, como una política monetaria expansiva y el descenso de los costes energéticos. Según estimaciones de Banca March, el avance del PIB mundial se situará por encima del promedio histórico. El crecimiento vendrá liderado por Estados Unidos, donde el PIB crecerá a ritmos superiores al 3%. En la zona del euro la mejora será gradual, aunque bajo la presión de riesgos a la baja, con un escenario para España algo más alentador.

El consumo privado, la inversión y la recuperación del sector inmobiliario serán las bases del crecimiento estadounidense. En la zona del euro el contexto continúa siendo de bajo crecimiento y baja inflación, aunque el escenario más negativo de recesión económica o deflación se evitará gracias a una política monetaria expansiva y a la depreciación del euro, a que la política fiscal será menos restrictiva que en años anteriores y a los menores costes energéticos. Seguirán pesando los problemas estructurales de las principales economías europeas: la inversión en Alemania ha crecido en un promedio del 0,5% en los últimos tres años; en Francia aumentan el déficit público y la pérdida de competitividad, lo que se refleja en un aumento del déficit por cuenta corriente; e Italia se resiste a practicar reformas y mantiene unas elevadas deuda pública y tasa de paro.

En la zona del euro la mejora será gradual, aunque bajo la presión de riesgos a la baja, con un escenario para España algo más alentador

Los países emergentes volverán a crecer a ritmos cercanos al 5% gracias al empuje de la región asiática, la más favorecida por la bajada del precio del crudo. El menor dinamismo de Brasil y la caída de los precios de las exportaciones de materias primas lastrarán al resto de economías latinoamericanas, que registrarán crecimientos, pero más modestos que anteriores ejercicios.

Las economías de Europa central y del este seguirán castigadas por el conflicto de Rusia, que entrará en recesión y se enfrenta al riesgo de una salida de capitales extranjeros y a la caída de las exportaciones.

El excesivo crecimiento del crédito y del sector inmobiliario son los mayores riesgos que afronta la economía china, que crecerá a ritmos más reducidos, pero también más sostenibles. El gigante asiático transitará hacia un modelo menos dependiente de la inversión y de las exportaciones, lo que acarreará un menor dinamismo.

La Fed hacia la normalización y el BCE ante la deflación

La baja inflación permitirá una política monetaria acomodaticia, pero se prevé una mayor divergencia. El BCE está dispuesto a evitar el riesgo de la deflación adoptando nuevas medidas de estímulo durante el primer trimestre de 2015. Por el contrario, la Fed dará comienzo a una normalización de la política monetaria y, según apunta Banca March, el próximo año se producirá la primera subida de los tipos oficiales desde comienzo de la crisis, previsiblemente a partir de mitad del año.

El Banco de Japón mantendrá su política monetaria expansiva, mientras el Banco de Inglaterra aplazará la subida de tipos hasta la segunda mitad del año (no antes del tercer trimestre),dada la incertidumbre política y la reducida inflación.

En cuanto a la previsible evolución de las principales monedas mundiales, se espera una apreciación del dólar frente a sus principales contrapartidas. En este escenario, el euro se depreciará a lo largo de 2015 hasta un rango de 1,20-1,15 EUR/USD.

La rentabilidad de la deuda española y demás países periféricos se encuentran en mínimos históricos, pero estarán apoyados por la política expansiva del BCE, por lo que hay un mayor riesgo de volatilidad.

En cuanto a la renta variable, las valoraciones en términos de PER son razonables, según Banca March. Estados Unidos presenta las valoraciones más ajustadas, seguidas de las europeas, mientras Japón y los mercados emergentes cuentan con valoraciones más atractivas. En cuanto a las valoraciones en términos de rentabilidad por dividendo, la entidad estima que son muy atractivas en Europa.

La caída del precio de las materias primas es atribuible a un descenso en las expectativas de demanda global (China, Europa y Japón) y en parte también a la mayor fortaleza del dólar. Para 2015 se prevé que el precio del barril de Brent oscilará entre 75 y 80 dólares. Tras las fuertes caídas en 2014, los precios de las materias primas podrían comenzar a situarse en niveles atractivos. Aunque no se espera una apreciación del oro, es previsibles que algunos metales industriales se revaloricen a lo largo de 2015. 

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