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¿Más incertidumbre o más oportunidades de inversion? Reacción de las gestoras al 'Brexit'

La inesperada victoria del Brexit en el referéndum celebrado este jueves en Reino Unido ha dejado minúsculas las incertidumbres que hasta ahora habían provocado Grecia, China o una recesión global en el ánimo de los inversores. Esta vez se trata de algo real, tangible, de consecuencias más políticas que económicas, pero con un poder tan alto de filtración por los distintos poros de la economía europea y global que empequeñecen cualquier otro temor.

El posible triunfo del sí estaba en cierta medida en la mente de los inversores, como lo demuestra la debilidad de la libra esterlina ponderada por intercambios comerciales y el peor comportamiento relativo de las empresas británicas orientadas al mercado interno frente a las empresas multinacionales, según Paras Anand, responsable de renta variable europea de Fidelity International.

Brandywine Global: “La salida del Reino Unido ensombrecerá las perspectivas económicas de la zona del euro y también existe el riesgo de que otros países de la UE se planteen abandonarla".

Pero el impacto de una decisión que todavía tiene que formalizarse y del que no hay ningún precedente en la historia de la Unión Europea provocará una reacción de los mercados a corto plazo, incrementando la volatilidad y probablemente desplazando la decisión de la Reserva Federal de seguir subiendo los tipos de interés en julio a otro momento más adecuado.

“El impacto político es probablemente mucho más importante que en el plano económico, puesto que los manifestantes anti UE tendrán un peso creciente en las próximas elecciones en España, Italia y los Países Bajos. El riesgo es una posible fragmentación de la Unión Europea y la eurozona, e incluso se abre la posibilidad de otros referendos anti UE en otras regiones. Todas las instituciones comunitarias y el proyecto de Europa pueden perder una cierta confianza y credibilidad”, sostiene Norman Villamin, director de inversiones de UBP.

Una opinión que comparte Regina Borromeo, gestora de carteras de Brandywine Global, perteneciente a Legg Mason. “La salida del Reino Unido ensombrecerá las perspectivas económicas de la zona del euro y también existe el riesgo de que otros países de la UE se planteen abandonarla. Las próximas acciones previstas de los principales bancos centrales, junto con los siguientes pasos de los partidos políticos en Reino Unido y de Europa determinarán cuánto durará esta volatilidad, así como los efectos a largo plazo de esta decisión”, señala.

“En cuestión de días, el Brexit ha pasado de ser un riesgo a ser una certeza. Los resultados no serán atractivos, ni políticamente ni en los mercados financieros”, asegura Stefan Kreuzkamp, director de inversiones de Deutsche Asset Management, para quien la relación comercial entre Reino Unido y sus principales socios no se resolverá en el corto plazo. “Incluso si el resto de la Unión Europea sobrevive, más o menos intacto, a esta crisis, las implicaciones del Brexit en el largo plazo son aterradoras. Los aliados del libre comercio con Reino Unido hacen bien en preocuparse”.

Oddo Meriten AM: "Las elecciones españolas serán una nueva prueba frente al aumento del populismo y el aislamiento. A partir de ahora los mercados van a vivir a ritmo de elecciones y declaraciones de los políticos".

Para Nicolas Chaput, consejero delegado y codirector de inversiones de Oddo Meriten Asset Manager, el riesgo político es el más significativo. “La cohesión de la zona euro será fuertemente cuestionada. De hecho, las elecciones españolas serán una nueva prueba frente al aumento del populismo y el aislamiento. A partir de ahora los mercados van a vivir a ritmo de elecciones y declaraciones de los políticos”, comenta.

“No hay que olvidar que el crecimiento de la economía británica está muy relacionado con la inversión en deuda soberana. Necesita inversión extranjera y, si no lo consigue, el crecimiento del PIB se verá lastrado. Para la economía real de la eurozona el impacto será menor porque Reino Unido no es su principal socio comercial, aunque evidentemente se resentirá”, asegura Adrien Pichoud, economista jefe de SYZ Asset Management.

Simon Ward, economista jefe de Henderson, no comparte la visión de sus colegas. “El Reino Unido y el resto de Europa se adentrarán ahora en un período de gran incertidumbre política, pero es improbable que se produzca ningún cambio en los acuerdos de índole económica y financiera del Reino Unido con la UE durante varios años. Y nos parece también improbable que desencadene un efecto de contagio con otros referendos y todavía más la salida de otro Estado miembro”, señala.

A su juicio, el principal riesgo es que el obstáculo que supone el Brexit conduzca a un episodio sostenido de aversión al riesgo en los mercados que retroalimente la caída de la demanda económica. Pero unas perspectivas más sólidas para las economías de Estados Unidos y China, la abundancia de liquidez mundial y las probables políticas acomodaticias de los bancos centrales servirán de freno a esta teoría, según Ward.

“La decisión de Reino Unido no representa una amenaza sistémica para el sistema financiero europeo y mundial, pero es muy probable que genere volatilidad en los precios, aunque será a corto plazo. Tanto el sistema bancario del Reino Unido como los de la Unión Europea se encuentran en buen estado de salud y sus instituciones financieras están mucho mejor financiadas y capitalizadas que en 2008 y en 2011”, apunta Mondher Bettaieb, director de crédito corporativo y gestor de Vontobel Asset Management.

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