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Economía

Nueva estrategia sindical: Negociar con los grupos políticos para presionar a CEOE

Los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez (i) e Ignacio Fernández Toxo.

El Gobierno quiere una legislatura de pactos, pero no parece que el mensaje haya calado mucho entre los agentes sociales. Las posturas entre empresarios y sindicatos no hacen más que alejarse, y la posibilidad de que lleguen a grandes acuerdos es cada día un poco más remota. Por eso, los representantes de los trabajadores han diseñado una nueva estrategia que pasa por negociar directamente con los grupos políticos para que sean ellos los que impulsen grandes cambios en el Parlamento. Su objetivo final es presionar a la patronal y que no tenga más remedio que subirse al carro.

Según el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ni la CEOE ni el Partido Popular han asumido lo ocurrido en las últimas elecciones y creen que en España se puede seguir gobernando como cuando había mayoría absoluta. Pero eso no así. Hoy por hoy el Parlamento está tan fragmentado que las fuerzas de izquierdas pueden sacar adelante propuestas en el Congreso y presionar así al resto de agentes económicos y políticos para impulsar los cambios que se propongan. De ahí que los sindicatos hayan decidido reorientar su estrategia. 

Sobre todo, negociarán con PSOE Unidos Podemos, pero también con el resto de formaciones que dieron soporte a muchas de las propuestas del sindicato en sus programas electorales. El objetivo final es que la CEOE se sienta arrinconada y tenga que modificar su actitud a la hora de negociar. Y es que, de momento, la "cerrazón" de la patronal hace imposible cualquier pacto entre los agentes sociales. "No se han dado cuenta de que las cosas han cambiado", sostiene el sindicalista.

Más movilizaciones

En paralelo, los sindicatos seguirán movilizándose, como ya hicieron a mediados del mes de diciembre. UGT cree que la última convocatoria fue un éxito en Madrid y en otras comunidades, y demuestra que hay que seguir trabajando en la misma línea para conseguir cosas. Sobre todo ahora que se van a poner sobre la mesa temas de gran importancia, como los posibles cambios de la reforma laboral y la reforma de las pensiones, en la que ya está trabajando el Pacto de Toledo. 

La nueva estrategia de los sindicatos choca un poco con los planes del Gobierno, que dice oficialmente que quiere negociar todo con los representantes de los empresarios y los trabajadores y no con los partidos, como hizo con la subida del Salario Mínimo. Ese pacto entre PP y PSOE sentó especialmente mal a los sindicatos. Tanto que la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, les convocó poco después y anunció la apertura de varias mesas de negociación sobre la calidad del empleo, los parados de larga duración y la reforma de la ley de mutuas.

Los sindicatos esperan que el diálogo fluya con las formaciones políticas de la izquierda para presionar a través del Congreso

Supuestamente, estas mesas iban a empezar a trabajar en enero, pero Álvarez asegura que se ha avanzado poco en este sentido y que, de momento, solo se ha abierto una en la que se analiza la evolución de de los trabajos de la Comisión del Pacto de Toledo, que quiere plantear las recomendaciones sobre la reforma del sistema de pensiones esta primavera. Y la negociación salarial para 2017 con CEOE sigue totalmente atascada. Los empresarios  no quieren subidas de más del 1,5%. Y los sindicatos piden que oscilen entre el 1,8% y el 3%.

"Va a ser difícil que haya acuerdo", reconoce Álvarez, que asegura que no aceptarán nunca incrementos salariales sin suelo, porque eso implica la posibilidad de que se vuelva a congelar los salarios a algunos trabajadores españoles después de los esfuerzos que han hecho ya a lo largo de estos años de crisis. "Si no somos capaces de ir a una banda, no habrá acuerdo", asevera.

La reforma laboral, el objetivo

La actitud tanto del Gobierno como de la patronal explican la decisión de los sindicatos. Esperan encontrar más diálogo con otras formaciones y conseguir así que las cosas salgan adelante. Quizá sea la única manera de conseguir cambios en la reforma laboral. La verdad es que ellos siguen reclamando la derogación completa, pero reconocen que se puede empezar a trabajar por los aspectos más dañinos de la norma para ir avanzando.

Por mucho interés que tengan los sindicatos, lo cierto que la situación actual del PSOE no facilita las cosas. En UGT lo saben y están preocupados, pero no dudan de que el Partido Socialista defenderá los derechos de los ciudadanos, que ya demostraron en las urnas que no están a favor de esta reforma. Precisamente, confían en que esa idea cale también en el resto de formaciones y que todos juntos sean capaces de hacer claudicar a la CEOE y al Gobierno. 

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