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El sector eólico invertirá hasta 5.800 millones en la instalación de parques para 2020

Una pala de un molino de Gamesa sale de Navarra camino a Canarias

El sector estima una inversión de entre 4.800 y 5.800 millones de euros en nuevos parque eólicos hasta 2020 después de las tres subastas renovables que el gobierno ha realizado en año y medio. Con un coste aproximado de entre 1 y 1,2 millones de euros por cada megavatio que se instale, los 4.828 megavatios eólicos supondrán una inversión exprés en una industria que en el último trienio sólo instaló 68 MW

Según los cálculos de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), cada molino tiene 3 megavatios de potencia instalada y consta de 3 palas. Esto hace que habrá que instalar unas 4.800 palas "entre el segundo semestre de 2018 y todo 2019", según Juan Virgilio Márquez, presidente de AEE.

Cerrada la segunda subasta renovable de 2017, en la que se han adjudicado 1.128 megavatios a la energía eólica y 3.909 a la fotovoltaica (Álvaro Nadal ya había avisado de que esta subasta le permitiría entrar cuando la primera no se lo permitió) el sector renovable se encuentra con una labor titánica por delante: instalar todos los megavatios de potencia antes del 31 de diciembre de 2019. Los objetivos impuestos por Bruselas son entrar en 2020 con un 20% de la electricidad consumida con orígenes renovables, cifra que en 2015 era el 16%.

A los 1.128 megavatios de esta subasta se suman los 3.000 de la subasta de mayo y otros 700 de una primera subasta realizada en enero del 16. En total son 4.828 megavatios que deberán de instalarse contrarreloj.

De ahí que fuentes del sector destaquen el reto de producción y logístico que va a suponer, y que afectará a agentes inesperados como por ejemplo la Guardia Civil. Juan Virgilio Márquez, CEO de la asociación eólica AEE, asegura que "son transportes especiales que tienen una autorización complementaria de circulación que se llama ACC y tiene una categoría excepcional por las dimensiones que tienen las palas. Se instalarán palas de último modelo, las más eficientes para con menos molinos coger más potencia. Estamos hablando de aspas de más de 50 metros que requieren de una autorización especial con escolta de Guardia Civil. Eso implica unos procesos de solicitud, y que te den la autorización, aprueben las condiciones del itinerario de la carga y luego se asigna o no una escolta. Va a haber una acumulación de este tipo de transportes en 2019".

Estas autorizaciones especiales con escolta se otorgan para cargas de mas de 40 metros de largo por 5 de ancho y 4,7 de alto, según indica la instrucción 16 tv-90 de la DGT.

Fuentes oficiales de la Guardia Civil aseguran desconocer esta enorme demanda que se cierne sobre sus agentes por la necesidad de escoltar vehículos especiales.

Grúas y góndolas, "como el oro"

Al tratarse de palas de tanto tamaño, otro de los efectos que tendrán, aseguran en el sector, es un cuello de botella preocupante en cuanto a las grúas que las puedan colocar. No cualquier herramienta está preparada para semejantes tamaños.

España dependerá del mercado alemán, que está en un proceso de instalación también con gran rapidez y que competirá con el español por las góndolas para el transporte y las grúas para el montaje. "Grúas y góndolas serán como el oro y habrá que ver cómo se apañan las adjudicatarias, pero muchos medios que se marcharon fuera ahora tienen que volver", asegura el directivo de AEE.

En el sector aseguran que las palas producirán un cuello de botella preocupante en cuanto a las grúas que las puedan colocar. No cualquier herramienta está preparada para semejantes tamaños

En 2007 se vivieron años de gran movimiento en los que se instalaron 3.000 megavatios en España. Pero entonces la industria estaba engrasada y se permitía que esto fuera así. El sector no había planificado este impulso repentino. "Las estrategias de cada empresa no estaban pensados para ir a una segunda subasta. Y aunque el sector va a ser capaz de absorber toda la producción porque el mercado es global y los molinos no sólo se fabrican  en España, habrá que ver cómo están los mercados que son globales. No es un problema de producción, es más bien una cierta acumulación en un margen de tiempo que no estaba previsto". El Ministerio ha optado por seguir manteniendo el deadline para cumplir los objetivos 2020 "pero eso implica que tenemos 2 meses menos".

Trámites avanzados

Los primeros pasos burocráticos ya deben haberse realizado. Hay que partir del hecho de que todos los proyectos tienen los trámites muy avanzados para ser viables. Gestionar adquisición del terreno, expropiaciones y contratos de alquileres correspondientes. Las fábricas de palas son las conocidas.

Este diario ha contactado con Norvento, Vestas y General Electric, tres de las principales fabricantes de estos componentes en España, que han declinado hacer comentarios.

Zonas de origen y destino

Los orígenes de la producción española de palas y los destinos son más o menos conocidos. En el primer caso, Gamesa está en Navarra o Miranda de Ebro (Burgos), Enel tiene una base en Les Coves de Vinromà (Castellón), otra en Ponferrada, Norvento en Lugo y Vestas en Ciudad Real. Los destinos por su parte son las zonas con más viento, normalmente Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia y Andalucía.

En definitiva, una industria que no rascaba bola en España, que se veían en la necesidad de exportar, se encuentra de repente con este aluvión de actividad tras años de parálisis. "Nunca hubierámos recomendado este tipo de actuaciones", confirma Márquez. "Lo mejor es tener un calendario y planificación energética. Lo lógico sería haber tenido conocimiento para tener proyectos eficientes al menor coste posible. Esta segunda subasta no era conocida por nadie. De haberlo sabido en diciembre, hubiéramos conseguido mejores resultados sobre todo a nivel de proyectos que sean sostenibles, serios y eficientes, se hubieran elegido mejor las zonas. Las empresas han ido a la última subasta pensando que era la única".

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