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Los cinco momentos que marcaron el declive de Blesa

Miguel Blesa

Dice el refrán que árbol que nace torcido jamás endereza. La llegada de Miguel Blesa a la presidencia de Caja Madrid en 1996 se produjo en medio de una guerra de poder en la que el favor de IU y CC.OO le aupó al puesto de mando. Trece años más tarde una batalla similar (dentro del PP) le dejó fuera de la entidad.

En estas dos décadas, Blesa se convirtió en claro exponente las injerencias políticas en la gestión de las cajas, cuyo modelo ha muerto tras la crisis. No cometió errores que no se hayan calcado en muchas otras cajas quebradas (y bancos), pero la importancia de Caja Madrid y los efectos de su caída (ya en Bankia), convirtieron al exfuncionario de Hacienda en un símbolo de la corrupción financiera en España, hasta su muerte el pasado miércoles. Estos son los cinco momentos que marcaron su declive.

1. La llegada y las black

Blesa se hizo con las riendas de Caja Madrid gracias a su conexión y amistad con José María Aznar, que le garantizó el apoyo de los consejeros del PP. Junto a ello, logró un pacto necesario con los representantes de IU y CC.OO. Entre las primeras medidas del financiero de Jaén estuvo multiplicar la remuneración de las tarjetas de consejeros (black) y crear una operativa opaca, con la que se garantizó el favor de la cúpula de la caja. Precisamente, el que más cobró y uno de sus lugartenientes en la caja fue José Antonio Moral Santín, de IU. Blesa no podía imaginar que esta decisión con las tarjetas black acabaría con una condena de seis años de prisión 21 años más tarde.

Las tarjetas 'black' fueron un arma de doble filo para Blesa: primero le primero le sirvieron para afianzarse en la presidencia de la caja y dos décadas después le supusieron una condena

2. Euforia y ambición

Tras este desembarco, Caja Madrid vivió en los años siguiente un crecimiento desacerbado, como otras cajas, al calor de la burbuja inmobiliaria. El caso Bankia y otras investigaciones judiciales han atestiguado (con informes del Banco de España) que Caja Madrid concedió sin apenas control miles de millones en hipotecas y créditos para promociones. Además, la entidad se habría saltado sus propios estatutos en subidas de sueldo presuntamente irregulares a sus directivos, más allá de las tarjetas black. La venta de la participación en Endesa (por 2.300 millones) marcó el momento de máximo apogeo de Blesa, y la compra del banco de Miami el declive.

Miguel Blesa y Rodrigo Rato son dos de los mayores beneficiados por el atasco judicial.

3. La batalla con Esperanza y las preferentes

Más allá de estos fallos de gestión, Blesa perdió el timón de Caja Madrid tras varios errores de cálculo. Primero descartó una salida a bolsa de la entidad (a través de Cibeles) y una fusión con Bancaja, que sí hizo posteriormente Rodrigo Rato. Ambas operaciones han sido un fiasco a posteriori, como lo podía haber sido si Blesa hubiera hecho lo propio años antes. Pero estas medidas le hubieran blindado antes de la guerra de poder frente a Esperanza Aguirre, en la que él y Gallardón perdieron frente a Rato y la expresidenta de la Comunidad de Madrid. En esta última etapa, Blesa también tomó otra de las decisiones que marcaron su declive: la emisión de 3.000 millones en preferentes colocadas en su red, la mitad a personas de avanzada edad y sin conocimientos financieros.

Manos Limpias y uno de sus mayores enemigos, Luis Pineda, lideraron la causa que supuso la derrota judicial de Blesa

4. El rescate de Bankia

Tras su salida de Caja Madrid en 2009, Blesa vivió unos años de relativa tranquilidad hasta que el banco heredero de su negocio, Bankia, tuvo que ser rescatado, en mayo de 2012. Desde entonces, el foco se puso sobre su gestión y la de Rato y empezaron los procesos judiciales. De hecho, los primeros documentos del sumario de Bankia que se filtraron pusieron el foco sobre el desastre de Caja Madrid y su política de concesión de hipotecas, no en la salida a bolsa de 2011 y en las decisiones de Rato. Fruto del rescate perdieron parte de su dinero los preferentistas de Caja Madrid, que declararon la guerra a Blesa.

El abogado Elpidio Silva

5. El caso Blesa y Elpidio

Ni las tarjetas black, ni las preferentes, ni los sobresueldos, ni la mala gestión… la primera vez que Blesa fue investigado fue por un crédito a Gerardo Díaz Ferrán (CEOE) y la compra del banco de Miami. Fue dentro de una demanda -a posteriori irregular- de Manos Limpias y uno de sus mayores enemigos, Luis Pineda, de Ausbanc. La investigación corrió a cargo del juez Elpidio José Silva, que, tras varias irregularidades, envió dos veces a prisión a Blesa y se hizo con sus correos profesionales (y personales) en Caja Madrid. Aunque la causa fue archivada, estos emails dieron fruto a la causa de las tarjetas black y a la investigación de los sobresueldos. Por aquel entonces Blesa ya era objeto de una persecución pública por parte de afectados de las preferentes, que le siguieron hasta su muerte.

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