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Las cooperativas resisten mejor el embate de la crisis: destruyen 8 puntos menos de empleo

La ministra de Empleo , Fátima Báñez, y el presidente de CEPES, Juan Antonio Pedreño

La cifra da escalofríos con sólo mirarla. 6.202.700. Representa al número de españoles que están desempleados. Además de este jarro de agua fría, la EPA también arrojó el jueves el dato de los 322.300 puestos de trabajo destruidos en los tres primeros meses de 2013. Ante un panorama desolador, que según las previsiones del Gobierno no parece que vaya a mejorar a corto plazo, las cooperativas resisten mejor el embiste de la crisis. Entre el cuarto trimestre de 2007 y el cuarto de 2012, la destrucción de empleo en este tipo de empresas ha sido casi 8 puntos inferior que en el conjunto de las fórmulas societarias, según los datos que aportó la pasada semana la ministra de Empleo, Fátima Báñez

“Nosotros no hemos despedido a nadie, al contrario hemos creado empleo gracias a la diversificación de actividades” relata al otro lado del teléfono Paloma Alonso, directora general del grupo de empresas de La Cooperativa, afincada en Gijón y con unos 8.140 socios. “Si hubiésemos seguido dedicándonos solo a la ganadería, como cuando La Cooperativa empezó en 1906, hubiésemos tenido que ir recortando personal pero hemos abierto negocios nuevos y ahora tenemos desde un servicio de jardinería hasta una clínica para pequeños animales pasando por la producción y comercialización de arándanos”, explica Alonso.

"Estamos para ganar dinero. Lo que no tenemos son accionista que exigen dividendos y prentenden sacar el dinero a costa de los trabajadores"

A pesar de que su empresa marcha bien, Alonso advierte a las personas que se interesan por poner en marcha una cooperativa que la economía social también tiene sus dificultades. “Hay que tener muy claro en qué consiste, cómo se toman las decisiones aquí donde cada miembro tiene un voto. Muchas veces las cooperativas no funcionan porque falle el proyecto, sino porque fallan las personas que no se saben adaptar al modelo”. Desde 2010 se han creado 6.037 nuevas empresas y se han generado cerca de 48.000 ocupaciones, según afirma la Confederación Empresarial Española de Economía Social (CEPES) citando datos de Empleo.

La directora general de La Cooperativa también se muestra tajante al señalar que al igual que otras empresas, las cooperativas están “para ganar dinero”. “No vivimos en un mundo aislado, si no tenemos beneficios tendremos que despedir, lo que ocurre es que no tenemos accionistas que exigen dividendos y que pretenden sacar el dinero a costa de los trabajadores.”, añade.

La importancia de obtener beneficios, aunque no a toda costa, la subraya también Antoni Aguiló, director gerente de San Crispín, que desarrolla su actividad en Menorca y que al igual que La Cooperativa es miembro de la Unión de Cooperativas de Consumo y Usuarios de España. “Se agotan todas las posibilidades, como ajustar o reducir los gastos corrientes, antes de despedir a gente. De hecho nosotros no hemos recortado nuestra plantilla, que está compuesta por 36 trabajadores, 34 de ellas mujeres”, explica. La cooperativa a la que pertenece Aguiló tiene 3.269 socios y no tiene, según explica, ánimo de lucro. “Los beneficios que tenemos los reinvertimos en la sociedad”.

Debilidades

Uno de los principales problemas a los que tiene que hacerle frente San Crispín es a la competencia “brutal” que les hacen las grandes cadenas a sus tres supermercados. “Nos basamos en la venta del producto local y somos menos visibles que la competencia”. Precisamente la falta de visibilidad y el no saber comunicar los valores y los principios cooperativos los señala Aguiló como uno de los puntos débiles de este modelo de negocio, que en opinión de Paloma Alonso “puede ser un elemento de salvación en esta época de crisis”. Una opinión secundada por Aguiló que destaca que el cooperativismo se mantiene mientras “el capitalismo se está hundiendo”.  

Formar una cooperativa y comprar la empresa es una de las soluciones de los trabajadores que van a ser despedidos

La importancia de las cooperativas en la economía global la destaca Arturo Gutiérrez, profesor de Economía Social de la Universidad de Sevilla, al afirmar que son las empresas más extendidas en el mundo. “De economía social hay empresas tanto pequeñas, medianas como grandes y se enfrentan a los mismos problemas en el mercado que otras compañías con diferentes formas jurídicas”, declara el profesor. A este respecto, CEPES señala que ellos representan "los intereses de casi 44.000 empresas, presentes en todos los sectores económicos y de todos los tamañanos, con el 12,5% del empleo y una facturación en torno al 7,5% del PIB". Gutiérrez considera que la menor destrucción del empleo radica en que en las cooperativas son empresas en las que trabajan los socios por lo que buscan fórmulas “como trabajar menos y cobrar menos” antes de llevar a cabo despidos.

Dicha fórmula de compartir las tareas con el compañero para que todos tengan ingresos y nadie se quede en la calle es la empleada por la cooperativa de enseñanza Alhucema, propietaria del Colegio Ferroviario de Córdoba. Uno de sus socios, Paco Águila, relata que hace 27 años él y un grupo de compañeros que trabajaban en el centro escolar decidieron crear una cooperativa ya que el colegio iba a cerrar dejándolos a todos sin empleo. “Esta forma de organizarnos también nos da cierta independencia de los bancos cuando el colegio necesita dinero, ya que los socios podemos responder aportando capital”, añade. A pesar de ello, el centro educativo concertado, que tiene 300 alumnos, no se libra de las estrecheces económicas debido a los retrasos en los pagos de la Junta de Andalucía. “En ocasiones para ahorrar tenemos que asumir otras funciones como las de mantenimiento y nos toca pintar”, pone como ejemplo Águila.

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