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JP Morgan prevé unas pérdidas de 8.792 millones este año para la gran banca

Goirigolzarri tendrá que hacer frente a pérdidas millonarias en Bankia.

El ladrillo en el balance de la banca española sigue generando incertidumbre para los analistas internacionales pese al último plan del Gobierno. Precisamente, la digestión de provisiones para la cartera inmobiliaria tóxica y sana impuesta por el Ejecutivo lleva a JP Morgan a dar por hecho que se teñirán de rojo las cuentas de resultados de la gran banca para este 2012. Las previsiones del banco de inversión norteamericano, en un informe titulado 'Bancos españoles: la limpieza 4.0 parece otra patada adelante que no convence', sólo salvan de las pérdidas a Santander y BBVA, que mantendrán sus beneficios por su negocio internacional. Para los otros 'big four' (Caixabank, Bankia, Popular y Sabadell), JP Morgan eleva las pérdidas conjuntas hasta los 8.792 millones, en el caso de que asumieran todo el saneamiento que les resta por hacer (17.261 millones) a lo largo de este ejercicio. Salvo Bankia, las otras tres entidades pueden diferir la exigencia de provisiones en dos ejercicios, como establece el real decreto, por su participación en procesos de fusión. Además, JP Morgan no tiene en cuenta las medidas mitigadoras que pretenden llevar a cabo los bancos para evitar caer en pérdidas, como la materialización de plusvalías con la venta de participadas.

Frente a los cálculos del banco de inversión, las entidades aseguran que seguirán ganando dinero tras cumplir con las exigencias de los dos decretos. Esta diferencia de argumentos se debe a que JP Morgan hace sus estimaciones con unas necesidades de provisiones mayores (ver cuadro) que las que han comunicado las entidades a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Según explican varios analistas de la City londinense, JP Morgan da por hecho que muchas de las provisiones dotadas por las entidades, como consecuencia del primer decreto de febrero, son "meros apuntes contables" que tendrán que desembolsarse en algún momento del proceso.

"Esta divergencia de cifras se fundamenta en las dudas que existen sobre la sobreexposición de la banca española al ladrillo", explican desde un par de bancos de inversión afincados en Londres. Entre las entidades españolas se asegura que las cifras publicadas de nuevas provisiones están aprobadas por el Banco de España. "No se pueden poner en duda", destacan desde un par de estas entidades.

Según JP Morgan, Bankia absorberá el mayor impacto, con unas pérdidas de 3.813 millones en 2012. De hecho, la entidad norteamericana ya estimaba unos números rojos de 352 millones para el 'banco verde' en este ejercicio sin contabilizar ninguno de los dos decretos. Antes de su nacionalización, el plan estratégico de Bankia calculaba unos beneficios superiores a los 300 milones.

El importante esfuerzo en provisiones (4.558 millones) que debe abordar la fusión Popular-Pastor también despierta recelo en JP Morgan, a pesar de que cuenta con dos ejercicios para realizar el saneamiento. Sus cálculos tiñen de rojo el ejercicio de la entidad presidida por Ángel Ron con unas pérdidas de 2.858 millones. En el caso de Caixabank, el banco de inversión norteamericano estima un quebranto de 1.444 millones, mientras que el del Sabadell lo sitúa en 677 millones.

Ante esta situación, JP Morgan está convencido de que el sector financiero español necesitará la ayuda financiera del Fondo de Rescate Europeo y del FMI, posibilidades que han venido descartando tanto Mariano Rajoy como Luis de Guindos en los últimos días. En esa línea incide otro informe de Saxo Bank. "El próximo paso que habrá de dar el Gobierno va a resultar clave. Tiene que mostrarse firme, transmitir una gran credibilidad y dar respuesta a cómo puede estabilizarse el conjunto del sistema bancario. Es posible que para ello se recurra a los fondos de rescate tanto de la UE como del FMI y quizá una acción coordinada con el Banco Central Europeo. Sintiéndolo mucho para los inversores en renta variable, las exigencias de capital van a suponer grandes pérdidas para los accionistas de la banca española", asegura Tomas Berggren, analista de Saxo Bank.

JP Morgan se muestra muy crítico con el segundo decreto de reforma financiera, en el informe elaborado por los analistas Jaime Becerril y Axel J. Finsterbusch. A su juicio, Economía debería tomar algún tipo de medida, en forma de "nacionalización o intervención", para que las entidades más débiles acaben absorbidas por los grandes bancos. "No consideramos que el proceso de fusiones que promueve el Gobierno tenga éxito si no se deja caer algún banco", explica el informe. "El real decreto tendría que haber ido más lejos en esa línea", asegura el banco de inversión norteamericano.

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