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Subasta de entidades: la banca quiere que el BCE financie el préstamo al Fondo de Garantía

El Banco de Valencia será la próxima entidad en ser subastada.

El sector financiero ya tiene aceptado que le tocará financiar las próximas subastas del Banco de Valencia y Catalunya Caixa. Incluso de Novagalicia si, como parece, tanto el Banco de España como Economía no dan el visto bueno a su plan de entrada de inversores privados para recomprar la participación del FROB hasta un máximo del 40%. En los últimos días, la banca aboga por una solución diferente para dotar al Fondo de Garantía de Depósitos (FDG) de los recursos necesarios para sufragar estas tres ventas. Esta no es otra que acudir al Banco Central Europeo para obtener esa liquidez necesaria que, según diversas fuentes del sector, puede llegar hasta los 20.000 millones.

El mecanismo que ha puesto la banca sobre la mesa de las negociaciones con Economía estriba en que cada entidad titulice a través de algún instrumento financiero, bonos con toda probabilidad, sus aportaciones futuras al FDG. Según las conversaciones que están manteniendo ambas partes, cada entidad tendría que adelantar sus cuotas en 8 años. Las entidades utilizarían estas titulizaciones como colateral ante el BCE para lograr liquidez que trasladarían de forma inmediata a la hucha del FDG. De esta manera, la obtención de estos fondos no perjudicarían sus cuentas de resultados y dejarían intactas las reservas de liquidez obtenidas en las dos subastas a 3 años del organismo que preside Mario Draghi.

La vía de financiación definitiva no ha terminada aún de perfilarse entre la banca y Economía. "Antes de finales de esta semana se cerrará el acuerdo", aseguran fuentes conocedoras de la operación. La otra opción es un préstamo de la banca al Fondo de Garantía de Depósitos. El pago de este préstamo se realizará con el aval de las cuotas anuales futuras que cada entidad tiene que abonar obligatoriamente a este fondo. De esta manera, las entidades no hacen ningún tipo de desembolso de capital ya que sólo reconocen una deuda con el FDG que le sirve a éste para aumentar su patrimonio. Adicionalmente, cada entidad tendrá que abonar cada año su parte alícuota de contribución al fondo.

De llevarse a cabo esta solución, la banca pretende que el Fondo de Garantía de Depósitos pague un interés anual a precio de mercado (manejan una horquilla entre el 7% y 9%) por el préstamo. "El tipo definitivo podría rebajarse finalmente entre el 5% y 6%", explican fuentes del sector.

Si así fuera, la hucha del FDG no sería realmente de 20.000 millones, sino en el entorno de los 14.000 millones, por la rebaja que supondría el pago de intereses en todo el período vivo del préstamo. En el caso que fuera el Banco Central Europea quien financiase la operación, la reducción por el pago de intereses sería bastante menor. "La idea es negociar con el BCE un tipo de interés general para todas las entidades que no supere el 3,5%. Así no se penalizaría a los bancos pequeños u otras entidades sobre las que subsisten dudas", reflexionan integrantes del proceso.

En esos 20.000 millones se contemplan tanto el capital como las pérdidas futuras que articularán el Esquema de Protección de Activos (EPA) que recibirá los nuevos propietarios de las entidades nacionalizadas. Sólo en capital, el Fondo de Garantía de Depósitos tendrá que recomprar al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) algo más de los 7.000 millones que ha desembolsado en Catalunya Caixa, Novagalicia o tiene comprometidos para Banco de Valencia, cuya subasta se ha iniciado esta semana.

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