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La banca pide que todos los procesos de fusión, y no sólo las subastas, cuenten con ayudas

Para la gran banca, en definitiva, los principales actores de las próximas fusiones, no hay otra vía para completar la reestructuración financiera: Esquemas de Protección de Activos (EPA). Ayudas para todos los procesos coorporativos y no sólo para la adquisición de entidades intervenidas o nacionalizadas que se pondrán en el mercado próximamente a través de subastas. Jaime Guardiola, consejero delegado del Sabadell, puso ayer la voz a lo que desde parte del sector se está reclamando en privado a Economía: todas las fusiones pasan porque haya ayudas de por medio.

"Si no hay EPA en todos los procesos, los principales actores no entrarán en acción", sostuvo ayer Guardiola, en un encuentro financiero organizado por Bankia. "Si no es así (en relación a los EPA), no será la ronda definitiva de fusiones", reiteró. Desde el resto de entidades se apoya la tesis del número dos del Sabadell. "Si no hay esquemas de ayudas para todas las operaciones, se puede dar un frenazo al proceso de concentración", argumentan desde una entidad.

Lo cierto es que el sector es consciente de la presión que puede ejercer ante Economía. "Si no hay EPA, no se saldrá al auxilio de una entidad que pueda tener problemas y será intervenida. Entonces, a través de la subasta, se obtendrá un esquema de protección y se llegará a la situación inicial, pero habiendo perdido un tiempo precioso y un alto precio de imagen para todo el sector", razonan desde otro banco.

Sin este blindaje, desde el sector se pone en duda que la concentración pueda cerrarse en el corto plazo (alrededor de seis meses) del que viene hablando Luis de Guindos. "Se alargará mucho más tiempo. El proceso se complicaría bastante", sostiene un directivo de un banco. Otro banquero es partidario de volver a esas reuniones en las que se organizaban las fusiones en un pasado reciente. "En esos encuentros, los presidentes de los grandes bancos se repartían las entidades en un salón. Ahora, dada la situación tan extrema que estamos viviendo, se debería hacer lo mismo. Tarde o temprano, Santander, BBVA, CaixaBank, Popular y el Sabadell acabarán definiendo el futuro mapa financiero. Economía y el Banco de España deberían fomentar que eso se hiciera más temprano que tarde", explican desde un banco de inversión.

El principal escollo para que esta propuesta salga adelante estriba en la fórmula de financiación de estas ayudas. En ese punto no existe unanimidad en el sector. Hay directivos que progugnan que estas ayudas sean públicas ante la 'sequía' en la que se encuentra el Fondo de Garantía de Depósitos tras los desembolsos futuros en la CAM, Unnim y Banco de Valencia. "La banca ya ha aportado su granito en estos procesos, pero no puede soportar todo el proceso", insiste un banquero. Sin embargo, desde Economía se mantiene que no habrá ningún tipo de ayuda pública en todo el proceso. "Lo mismo se lo tienen que replantear cuando vean que no se hacen operaciones", advierten desde una entidad.

Otra parte de los compradores opta por endeudar el Fondo de Garantía de Depósitos a través de un préstamo a cuenta de las aportaciones futuras de los bancos. Esta emisión estaría suscrita por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y no contaría como ayuda pública. Si se proyectara a un plazo de diez años, la bolsa que manejaría el FDG podría rondar los 25.000 millones, una cuantía que no podría soportar, por ejemplo, los EPA de CatalunyaCaixa y Novagalicia.

Mientras se suceden los contactos y reuniones entre los banqueros, en el sector se pone una gran premisa: Bankia debe seguir en solitario. "Si no fuera así, cualquier mapa no valdría de nada. Habría que articular todo desde el principio", aseguran desde uno de los grandes.

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