Quantcast

Empresas

Escalas imposibles, caos en el handling... así ven los expertos la "muerte de éxito" de Vueling

Alex Cruz

De "muerte por éxito" califican algunas fuentes en el sector de la aviación la historia de Vueling. En 2010 tenía 123 rutas y 48 destinos y a finales de 2014 ya acumulaba 353 rutas con 155 destinos. Para algunos de los que han visto este crecimiento desde fuera, esta expansión ha sido descontrolada en los medios y sin el personal necesario. Su ambición por copar aeropuertos importantes (es la principal aerolínea en Barcelona-El Prat, la segunda en Roma-Ciampino) y a la vez seguir manteniendo una política 'low cost' ha provocado que en temporada alta, Vueling no pueda hacer frente a toda la demanda si no es a través de una reestructuración adecuada y con mucha antelación. Durante los primeros 3 días de julio, acumuló retrasos y cancelaciones que afectaron a 37.000 pasajeros y puede costarle millones de euros en indemnizaciones.

Algunos en el sector comparan a Vueling con Air Madrid, aerolínea que suspendió sus actividades en diciembre de 2006. Sin embargo, aquella era insignificante comparada con el tamaño que ha alcanzado Vueling, una compañía de mucha relevancia en El Prat, Alicante, París, Palma, Bilbao y otros aeropuertos. La compañía propiedad de IAG se ha convertido en pocos años en la tercera low cost en Europa tras Ryanair e Easyjet disparando su tráfico en la capital catalana. En otros sitios también lo está intentado, no sin competencia.

"Tienen descoordinación, insuficientes aviones y pilotos", proclama una fuente del sector

En este intento de competir con Ryanair y Easyjet, que han tenido un crecimiento continuo durante los últimos 20 años, partiendo desde una posición más atrasada, la compañía presidida por Javier Sánchez-Prieto ha tenido que correr el doble para hacerse con un mercado en continuo crecimiento. Los datos publicados por el holding IAG este mismo martes, que incluyen el tráfico de Iberia, British Airways, Aer Lingus y la propia Vueling, lo dejan claro: mientras los pasajeros transportados han crecido un 6% en Iberia y un 2,4% en British, en Vueling han crecido un 18% en este mismo periodo.

"No prometas más de lo que puedes ofrecer"

"Gestiona las expectativas. No prometamos que vamos a poder hacer la gran bomba y luego no se puede hacer", decía en 2015 el ideólogo de este Vueling, Álex Cruz, presidente desde abril de este año de British Airways, en una charla en su ciudad natal, Bilbao. Cruz destacaba que "es posible tener una experiencia como las líneas de toda la vida pero con un producto low cost".

"No medimos el éxito por el número de pasajeros", aseguraba Cruz. Sin embargo, los números dicen que el crecimiento en el número de pasajeros es exponencial. Tanto que sí que preocupa a Ryanair, el gran dominador de los cielos low cost: "Ryanair nos han mirado a la cara y nos han dicho que no quieren que salgamos de Barcelona. Van a por nosotros. La estructura de costes es lo más importante para nosotros y buscar la forma de ahorrar costes lo primordial", decía Álex Cruz.

Junto a esto, hay que tener en cuenta que no es la primera vez que Vueling se lleva el primer premio como la aerolínea más problemática. También en 2015, y en 2014, se llevó la palma. "Dijeron que iban a mejorar, pero visto lo visto este fin de semana, han empeorado y bastante. Tienen descoordinación y mala planificación, falta de personal, insuficientes aviones y también pilotos".

'El Periódico de Catalunya' seguía este domingo a uno de los aviones de Vueling por su periplo por Europa: Barcelona-Munich-Barcelona-Palermo-Londres-Barcelona-Kiev era su ruta en ese día. Los retrasos se iban acumulando y el último llegaba con un retraso de 2 horas y 20 minutos a la capital ucraniana. Todo ello, a pesar de que los pilotos ganaban tiempo al reloj en el aire y a que las escalas eran de tan sólo 35 minutos.

"Se llega tarde a los embarques, faltan autobuses y push-back en las salidas", dice una fuente sindical

Con estas escalas, los trabajadores declaran que para ellos es imposible cumplir con los horarios previstos, ya que la empresa no cubre con el personal suficiente el aumento de capacidad y de rutas, rechando mano de horas extraordinarias del personal existente.

"Así las cosas, el caos es inevitable: se llega tarde a los embarques, a poner calzos y escaleras. Faltan autobuses para los embarques y desembarques de los vuelos. Faltan push-back en las salidas. Hay prisas y embarques rápidos que se cuadran como se puede y la entrega de equipajes se demora más de lo permisible", asegura una fuente sindical.

A toda esta ristra de problemas, se junta uno más según las fuentes sindicales: "Iberia como operador de handling ha desencadenado una falta de medios hasta producirse un colapso total de las operaciones programadas ", algo que ya habrían advertido los propios trabajadores que podría ocurrir

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.