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César Alierta aquilata la estructura de Telefónica tras la salida del histórico Luis Abril

Luis Abril dejó Telefónica ayer. El ejecutivo era secretario general técnico de presidencia, un cargo de compleja definición pero con reporte directo al presidente, César Alierta. Abril era uno de los grandes apoyos de Alierta, aunque corporativamente también es preciso subrayar la importancia de su salida para los periodistas y medios informativos.

Este ejecutivo ha sido una figura importantísima en los últimos tiempos para la prensa, ya que ha sido responsable de comunicación desde tiempos inmemoriales en las empresas en las que estuvo; prácticamente, desde que Pedro Toledo le ‘rescató’ de la Universidad de Deusto donde impartía clases y le fichó para el Banco de Vizcaya. Posteriormente, ejerció esas funciones en Banesto o Santander, hasta llegar a Telefónica.

Abril dejó el cargo, que será amortizado, a sus 64 años, “por motivos personales y para dejar paso a nuevas generaciones”, aunque seguirá ofreciendo tareas de consultoría estratégica. El mismo día que se supo esto, también se conoció que el jefe de personal, Óscar Maraver, jefe de recursos humanos, dejó el grupo, asimismo. Maraver ha sido coordinado los recientes ajustes de personal en la firma.

Pocos días antes también han salido otros dos históricos: Belén Amatriaín, jefa de marketing y con más de 10 años en la compañía y Calixto Ríos, responsable de auditoría y otro de los ejecutivos muy cercanos a Alierta, al que acompaña desde los tiempos de Tabacalera.

Futuro

Habrá que ver en el futuro cómo recomponen líneas en la operadora, aunque la amortización de puestos como el de Abril parece apuntar que todo pasa por una estructura más aquilatada, contenida en costes y preparada para afrontar nuevos retos. Una reorganización interna que deberá pasar por ese “relevo generacional” del que hablaba Abril en su despedida.

Es imposible encuadrar las recientes marchas sin recordar los nombramientos de antes del verano de José María Álvarez Pallete como consejero delegado, así como los nombramientos de Santiago Fernández-Valbuena como consejero de la firma (era responsable de Latam) y Eva Castillo, que era consejera, como presidenta de Telefónica Europa.

Unos nombramientos con claro perfil financiero: los principales ejecutivos se convierten a su vez consejeros, lo cual ofrece una estabilidad absoluta a presidente, César Alierta. Si Pallete como ejecutivo principal está en dicho órgano, también forman parte del mismo los jefes de Europa y Latam. Todo el negocio, al completo. Ningún fondo podrá quejarse de escasa profesionalización del consejo, sin duda.

Conviene no perder de vista, asimismo, que este proceso acelerado de ejecutivos se está dando en un momento en el que hay nerviosismo entre los hombres de negocio de altos vuelos, ante el globo sonda filtrado por el Gobierno de un posible ‘impuestazo’ a los blindajes. ¿Está siendo esto un incentivo que acelera las salidas? Podría ser.

Año duro

En cualquier caso, en mercado dan por hecho que, con globo sonda o sin él, la operadora continuará anunciando salidas de ejecutivos históricos y reorganizará su estructura. Hay mucho interés por comprobar cómo se redistribuyen las funciones de los cargos amortizados y comprobar si hay nuevos nombramientos de campanillas.

El año 2012 está siendo un ejercicio duro sin duda para Alierta. El recorte del dividendo ha sido una de las decisiones más difíciles que ha debido afrontar. Telefónica está ahora en un proceso de saneamiento de balance acelerado.

los nuevos tiempos deberán ser afrontados con estructuras más ajustadas, aunque firmas como Credit Suisse afirmaban ayer que “empezamos a creer que la compañía podría volver a pagar algo de dividendo en efectivo a finales de 2013”. Sin duda, todos los esfuerzos están encaminados hacia esto. 

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