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El consejo de ONO ningunea la oferta de 7.000 millones de Vodafone y reactiva su salida a Bolsa

José María Castellano, presidente de ONO.

El interés de algunos fondos por calentar el valor para venderlo rápido y a buen precio y la excesiva presión que sufre Vodafone para dar un golpe de efecto en España y no quedarse atrás agitaron un cóctel explosivo que el consejo de ONO ha dejado reducido a simple humo.

El máximo órgano de decisión de la operadora de cable mantuvo ayer una larga reunión en la que ni siquiera analizó una posible oferta de compra por parte de la multinacional británica que podría haber rondado los 7.000 millones de euros, según confirmaron a Vozpópuli varias fuentes cercanas al consejo.

Como si no existiera tal oferta, que Vodafone en ningún momento ha confirmado, el consejo se centró ayer en aprobar las cuentas correspondientes a 2013 y convocar la junta ordinaria de accionistas para el 13 de marzo, día en el que se oficializará el proceso de salida a Bolsa del grupo.

Los dueños de la cablera quieren aprovechar la avalancha de dinero extranjero que llega a esta España de saldo para sacar más tajada con la salida a Bolsa, sin desdeñar eso sí una oferta mejorada de Vodafone

Los dueños de la compañía, capitaneados por el pool de control (los cuatro fondos de capital riesgo, CCMP, Providence, Thomas H. Lee y Quadrangle, que poseen el 55% del capital), quieren probar suerte en los mercados bursátiles a finales de esta primavera, al calor de la avalancha de capital extranjero que, según dicen los expertos, llega a raudales a la barata y atractiva España.

La salida a Bolsa se producirá, previsiblemente, en mayo o junio de este año, a no ser que por el camino se cruce una oferta mejorada de Vodafone o de otras compañías potencialmente interesadas.

Véanse la estadounidense Liberty, con ganas de morder tajada en España, o de la mismísima Orange, que ha permanecido agazapada en todo este calentón sin ocultar su interés por reforzar su posición en el mercado. Ninguna fuente consultada ayer descartaba un posible quiebro de la francesa para arrebatar a Vodafone la compra de ONO y a los dueños de esta última sus intenciones de llegar al parqué, siempre mirando de reojo, eso sí, a Jazztel, compañía sobre la que tarde o temprano el mercado prevé una OPA en toda regla.

Ninguna fuente consultada descartaba ayer que Orange aprovechase el ninguneo de ONO a Vodafone para mover ficha y lanzarse a por el operador de cable antes de su llegada al parqué

Tanto los cuatro fondos de capital riesgo, como General Electric, Caisse de Dépôt et Placement du Québec y las españolas Multitel y Val, optaron en la tarde noche de ayer por seguir con sus planes iniciales de salida a Bolsa con el objetivo último no sólo de que este se produzca, sino de que Vodafone mueva ficha en las próximas semanas y mejore su posible oferta, tirando de esa abultada caja de más de 85.000 millones de euros de la que dispone tras la venta de su participada Verizon.

"Si vemos una oferta formal sobre la mesa que merezca la pena entonces sí la analizaremos", señaló a Vozpópuli una fuente cercana a un accionista.

Los compradores de ONO tendrán que asumir el pago de una deuda apalzada de 3.519 millones de euros entre los años 2016 y 2020

Así que mientras tanto, sólo queda esperar a que el 13 de marzo, la junta dé el visto bueno al proceso de salida a Bolsa, operación que se dividirá en una ampliación de capital (OPS) por valor de 800 millones y una posterior operación de venta de acciones (OPV) de entre 200 y 300 millones.

El diseño de la colocación apunta que la operadora de cable busca esencialmente ponerse en valor en los mercados para que los posibles compradores pujen posteriormente, a sabiendas de que la deuda del grupo supera los 3.519 millones que sus nuevos dueños tendrán que pagar a los bancos entre 2016 y 2020.

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