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Felipe González salva 'in extremis' de la disolución a su fondo de capital riesgo

A Felipe González no le salen las cuentas de su 'private equity'

La aventura del ex presidente del Gobierno Felipe González en el sector del capital riesgo no está saliendo según lo previsto, al menos por el momento. Tagua Capital sigue inédita cerca de dos años después de su creación pero las aportaciones de las catorce personas y sociedades mercantiles que participaron en la fundación del ‘private equity’ se han agotado. De ahí que González se haya tenido que mover con rapidez para evitar males mayores.

En medio de un entorno muy complicado para levantar dinero, Tagua Capital presenta fondos propios negativos cercanos al medio millón de euros por lo que para evitar entrar en causa de disolución los responsables han optado por convertir las mencionadas aportaciones, que se constituyeron en origen como préstamos a la sociedad, en préstamos participativos. De esta forma, el ‘private equity’ de González aprovechó una reforma contable que posibilitó en su día que numerosas inmobiliarias en situación de quiebra evitaran tener que ser disueltas.

Así, los préstamos se convertirán en participaciones en la sociedad y a los aportadores, entre ellos el propio Felipe González, no se les devolverá el dinero sino acciones de la firma. En total, 425.000 euros que no han sido para nada suficientes. Es más, se han quedado muy cortos, como prueba el hecho de que González haya pedido prestados cerca de 300.000 euros más.

Entre los que también han contribuido a la creación de la sociedad con sus aportaciones se encuentra el presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI), Emilio Ontiveros, un habitual colaborador de los programas económicos del PSOE; Eduardo Díez-Hochleitner, ex de Prisa, grupo en el que trabajó como director financiero y como jefe de desarrollo de negocio; y Juan Ignacio López Gandasegui, presidente de Aernnova.

Fondos en España y Latinoamérica

El objetivo inicial de Tagua Capital pasa por la creación de dos fondos para invertir en pequeñas y medianas empresas: uno de ellos pensado para España y el otro para Latinoamérica, especialmente Colombia, mercado que Felipe González conoce a la perfección por sus conexiones con líderes políticos del país. Las previsiones de Tagua Capital pasaban por realizar un primer cierre formal de ambos fondos dentro del presente ejercicio, aunque por el momento no hay indicios de que esto vaya a suceder.

No obstante, las dificultades del mercado se están imponiendo. Por el momento, Tagua Capital se ha quedado en la exploración de oportunidades pero mientras el dinero no para de consumirse. Las perspectivas para este año eran, en principio, positivas dada la evolución del mercado de capital riesgo.

El planteamiento inicial de Tagua Capital se plasmaba en una estrategia basada en tres sectores: salud, energía y tecnologías de la información y de la comunicación. 

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