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De la Serna recorta las bajas temerarias del 10% al 8% en sus concursos de transporte

Íñigo de la Serna, este lunes en Santander junto al sector del transporte por carretera

El Ministerio de Fomento ultima su pliego tipo de condiciones para nuevas concesiones de transporte por carretera en el que no volverá a permitir que las empresas se presenten al pliego de condiciones ofreciendo bajas o recortes de hasta el 10% sobre la media del resto de licitadores. En su lugar, se considerará una baja "desproporcionada" o "temeraria" la que sea más de un 8% inferior a la media aritmética del resto de ofertas. La situación económica general mejora y el ministro Íñigo de la Serna ha apuntado esta medida con la que buscará que "sólo se presenten empresas serias".

De la Serna ha hecho este anuncio en Santander al sector, que ha pasado años en los que la necesidad de ahorrar de las administraciones ha disgustado a muchas empresas tras ver bajas temerarias próximas al 20% que ponían en peligro la rentabilidad de esas líneas y la calidad de los servicios. Se ha tratado de una condición habitual en todo tipo de concursos de Fomento, llegando incluso Florentino Pérez a ofrecer una baja del 51% para un concurso de AENA en 2015

El nuevo pliego de condiciones que está a punto de ser publicado por Fomento, y que ha vivido varios años de concursos contenciosos, servirá como guía para la renovación de las 80 líneas entre varias autonomías que el Ministerio licita. Algunas de estas líneas se encuentran caducadas nada menos que desde 2012 tal y como publica el propio Ministerio, pues la litigiosidad que ha sufrido el pliego no ha permitido renovarlas. Importantes líneas como Murcia-Valencia, Madrid-Toledo o Santander-Bilbao-Barcelona se encuentran caducadas y con la concesión provisional, en el caso de las dos primeras desde 2013.

Algunas líneas se encuentran caducadas incluso desde 2012

Aunque las líneas que licita Fomento son sólo 80 de las 1.200 que hay en todo el país, la importancia de este nuevo pliego es inmensa porque son las líneas de más pasajeros y también porque muchas autonomías están a la espera de publicar el pliego para adaptar sus condiciones a sus propios pliegos autonómicos (para líneas que empiezan y acaban en la misma comunidad autónoma).

Innovación en los autobuses

El exalcalde de la capital de Cantabria ha entrado con fuerza en el ministerio, y en el sector del transporte por carretera están satisfechos con su impulso renovador. De la Serna también ha anunciado que para antes de final de año presentará un plan de innovación para "renovar tecnológicamente los autobuses". Según ha asegurado, actualmente existen capacidades tecnológicas que no están aprovechando en su justa medida, y siguiendo el ejemplo de otros países europeos, se buscará una renovación.

La asociación de autobuses ha contratado a Llorente y Cuenca para un plan de comunicación

Por otra parte, la propia patronal Confebús, que nació de la unión entre Asintra y Fenebús tras años de intentos de fusión, ha contratado a Llorente y Cuenca para establecer un nuevo plan de imagen. El objetivo es mostrar a la sociedad los valores positivos que las empresas del sector aseguran poseer, y contrarrestar la negativa imagen que asocia a el transporte colectivo regulado con "lo antiguo" mientras que dice que Blablacar es "lo moderno". Esta imagen que asocia la "disrupción" con las nuevas compañías y relaciona las "clásicas" con algo caduco es algo que también está afectando al sector del taxi frente a las VTC lideradas por Uber y Cabify.

La patronal, que engloba a grandes compañías del sector como ALSA, tendrá que negociar con el Gobierno la renovación de "concesiones que lleven mucho tiempo", tal y como ha advertido De la Serna. El objetivo del ministro es alumbrar "un nuevo mapa de concesiones".

Por otra parte, la patronal seguirá dando la batalla legal contra Blablacar, que según expertos que han acudido a las charlas transporta en momentos pico "hasta el 50% de los pasajeros". La federación recurrió el archivo de su causa contra la empresa francesa, recurso que debería ser aceptado o rechazado en un plazo no muy largo de tiempo.

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