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Un exdirectivo de Impregilo admite que pagó mordidas en Panamá para un hospital

Indagan si el expresidente panameño desvió dinero de Odebrect para una mansión en Madrid
Ricardo Martinelli, presidente de Panamá

Impregilo, socio de Sacyr en el contrato de ampliación del Canal de Panamá, admitió el pago de una comisión de 70.000 dólares en el país centroamericano, que sirvieron para financiar tanto una visita del entonces primer ministro italiano Silvio Berlusconi como unas vacaciones de su homónimo panameño, Ricardo Martinelli, en la isla de Cerdeña.

En el transcurso de un proceso judicial que se sigue en Nápoles, Luciano Roguzzo, que fue responsable de Impregilo en Panamá entre 2007 y 2012, confesó el pago de la “mordida” y aseguró que la cantidad la recibió Valter Lavítola, una especie de conseguidor del máximo mandatario panameño, según publica el diario local La Prensa.

La historia se remonta al año 2010, cuando Berlusconi llegó a Panamá y ofreció al presidente Martinelli la construcción de un hospital especializado en medicina infantil que costearía por completo el Gobierno italiano.

Sin embargo, con posterioridad se echó atrás en su ofrecimiento, lo que ocasionó un gran enfado por parte de Martinelli, una situación que Lavítola trató de reconducir a su manera. Impregilo denunció en su día que sufrió extorsión por parte del Gobierno panameño para que finalmente construyera el hospital.

Hospital a cambio del metro

En esta supuesta extorsión se incluiría la situación de la compañía italiana en el Canal de Panamá, ya que Martinelli comenzó a airear los problemas financieros del consorcio Grupo Unidos por el Canal, que lidera Sacyr, con la misma participación que Impregilo (48%) y los problemas por las reclamaciones relacionadas con el retraso en obtener la mezcla ideal para fabricar el cemento de las esclusas.

Según la información de La Prensa, Massimo Ponzellini, ex presidente de Impregilo, confesó en 2012 que había tratado de sacar partido de esta situación ofreciendo a Martinelli retomar la construcción del hospital si el Gobierno de Panamá le adjudicaba la línea 1 del metro, que finalmente fue a parar al consorcio que formaban la brasileña Odebrecht y la española FCC.

A pesar de no haber obtenido el favor de Martinelli, su conseguidor siguió insistiendo a Impregilo para que construyera el hospital, bajo una velada amenaza de que la indignación del mandatario panameño iría en aumento y esto podría tener consecuencias negativas para Impregilo en el país centroamericano.

De hecho, Martinelli canceló un contrato minero de Impregilo en Panamá y ahora se cierne sobre la compañía italiana la amenaza de salir de la ampliación del Canal por los problemas financieros del consorcio GUPC.

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