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Sacyr afronta la enésima semana decisiva para su futuro en el Canal de Panamá

El nuevo juego de esclusas del Canal de Panamá, en plena construcción

Las partes implicadas en el conflicto por los sobrecostes de la ampliación del Canal de Panamá volverán a verse las caras en las próximas horas para evaluar los avances de las negociaciones que han mantenido en los últimos días sobre la base de la propuesta de Zurich American, la aseguradora del principal contrato. El consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por Sacyr, y la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) se han dado hasta el próximo sábado para llegar a un acuerdo que evite el regreso de la incertidumbre y las amenazas tanto de paralización de los trabajos como de rescisión de contrato.

En paralelo, todos los implicados estarán muy pendientes de lo que suceda al otro lado del Atlántico. El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Industria, Antonio Tajani, que aceptó ser mediador en el conflicto, tiene previsto celebrar una cumbre con los representantes de las empresas europeas del consorcio (además de Sacyr, la italiana Impregilo y la belga Jan de Nul), de los gobiernos de los países a los que pertenecen y también con el Banco Europeo de Inversiones (BEI), que tendría la clave financiera para desfacer el entuerto de los sobrecostes.

La base sobre la que giran actualmente las negociaciones es la propuesta de Zurich de que tanto GUPC como la ACP hagan una aportación idéntica de liquidez, que sería de 100 millones de dólares.

Mientras, las fianzas y avales de la obra, que ascienden en total a unos 600 millones de dólares, serían entregados por la aseguradora pero no como un préstamo directo sino como un aval para la obtención de financiación externa o bien como una especie de bono.

Esta medida no sería suficiente para otorgar la liquidez necesaria para proseguir con la obra, cuyos gastos han sido evaluados por GUPC en algo más de 100 millones de dólares por mes. Además de qué entidad será la encargada de aportar la financiación que sería avalada por Zurich, la clave está en los más de 700 millones que la ACP ha anticipado a GUPC y que están pendientes de devolución por parte del consorcio.

Negociaciones entre abogados

La suma de esta cantidad sí contribuiría a poder concluir con éxito la obra y, además, en el plazo establecido en un segundo término (junio de 2015, el original de octubre de 2014 hace tiempo que quedó totalmente descartado). Pero esa es una de las principales resistencias de la ACP: no está dispuesta a lo que le piden tanto el consorcio como Zurich, es decir, aplazar la obligación de devolver los anticipos hasta no conocer la decisión de las instancias de resolución de conflictos que están analizando las reclamaciones de GUPC por los sobrecostes, que totalizan más de 1.600 millones de dólares.

En estas cuestiones están trabajando los equipos jurídicos de ambas partes durante los días posteriores a la reunión a tres bandas que mantuvieron las partes implicadas el pasado 21 de enero. La total inflexibilidad que había mostrado la ACP hasta el momento se ha suavizado después de que la autoridad canalera recibiera una carta de la junta de resolución de conflictos (DAB) en la que le aseguraba que la mejor solución sería una inyección de liquidez al proyecto por su parte.

También han aflorado diversas disputas internas en su seno e incluso movimientos en contra del administrador principal del Canal, Jorge Quijano, cuyo puesto podría incluso peligrar.

Todo ello en el contexto de unas elecciones presidenciales que tendrán lugar el próximo mes de mayo y que han hecho que el plano político se superponga al empresarial en el conflicto de los sobrecostes.

Siete días para un acuerdo

En principio, el próximo encuentro entre Zurich, ACP y GUPC deberá determinar los avances en unas negociaciones que se han mantenido más en secreto que en otros momentos del proceso por expreso deseo de la aseguradora. Precisamente, esa prudencia hace que no haya pronunciamientos sobre si el acuerdo sería posible en esa misma reunión.

Por si acaso, ACP y GUPC constituyeron un protocolo de negociaciones y extendieron el plazo hasta el próximo sábado, 1 de febrero. Tiempo para culminar las conversiones y también esperar noticias de Bruselas.

No obstante, el reloj corre en contra de los intereses de todos. Las obras avanzan a menor ritmo a causa de los problemas de liquidez de la obra y la solución debe llegar pronto. Sí o sí.

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