Publicado: 27/02/2014 04:00
El Gobierno vuelve a enfrentarse al asunto de la transformación del aval de Cesce concedido en su día a Sacyr para el contrato de ampliación del Canal de Panamá. Este jueves, la comisión delegada de asuntos económicos tiene de nuevo la cuestión encima de la mesa después de que hace siete días fuera incapaz de tomar una decisión debido al enésimo enfrentamiento entre el ministro de Economía, Luis de Guindos, partidario de no cambiar el aval, y el de Hacienda, Cristóbal Montoro, que avala la tesis opuesta. Para evitar que se repita la situación, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, actuará de mediadora, toda vez que la medida no debería retrasarse mucho más.
En la reunión de la pasada semana, el papel de la vicepresidenta del Gobierno fue prácticamente el de una espectadora que asistió al citado desencuentro. Según fuentes del ámbito empresarial, el ministro de Economía, con una postura vehemente, argumentó que el papel del Ejecutivo no es el de salvar empresas, por lo que no estaba de acuerdo en una modificación que incrementa el riesgo para el avalista, en este caso Cesce, participada por el Estado y un conjunto de entidades financieras.
Por el contrario, Montoro sostiene que el Gobierno cuenta con escaso margen de maniobra en este capítulo porque las consecuencias de no proceder a la transformación del aval serían mayores y más graves que el riesgo que se correrá si se procede a la modificación.
Y esto tanto en aspectos numéricos (en el caso de que la situación obligara a Sacyr a suspender pagos) con en cuestiones intangibles, como el daño que supondría para la ‘marca España’ la pérdida del contrato del Canal de Panamá.
El tiempo apremia
Así las cosas, el papel de Sáenz de Santamaría en esta ocasión será mucho más activo, toda vez que el Gobierno no puede demorar mucho más la toma de una decisión definitiva al respecto. La modificación del aval es un punto clave para que Grupo Unidos por el Canal (GUPC), el consorcio que encabeza Sacyr, pueda llegar a un acuerdo definitivo con la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) sobre el esquema financiero para poder acabar las obras de la ampliación.
La base sobre la que están trabajando las partes incluye la utilización de la fianza de 400 millones de dólares que custodia Zurich American, la aseguradora del contrato, como garantía para obtener nueva financiación.
Pero para que la entidad dé el visto bueno a este cambio exige una modificación en las contragarantías de la fianza (entre ellas, el aval de Cesce) para que pasen de ser meros avales de cumplimiento de contrato a garantías financieras.
De esta forma, Zurich evita correr con todos los riesgos que supondría el cambio en el esquema de financiación del proyecto, que padece una grave crisis de liquidez que obligó a GUPC a paralizar las obras durante quince días a comienzos de febrero.
Escasez de fondos
Así pues, el del tiempo es un problema añadido. La situación no permite contemplaciones, toda vez que GUPC y la ACP deben llegar a un acuerdo lo antes posible. El consorcio accedió a reanudar los trabajos tras el principio de acuerdo al que llegó con el Canal de Panamá, que debería plasmarse en breve en un pacto por escrito.
La transformación del aval es un punto clave para que el consorcio de Sacyr pueda mantener el contrato de ampliación del Canal de Panamá
El administrador principal del Canal, Jorge Quijano, aseguró que mientras las obras sigan en marcha, la ACP continuará dispuesta a negociar. Pero el problema es que los fondos que sostienen actualmente los trabajos son muy escasos, básicamente procedentes de las certificaciones de obra que va liquidando la ACP, por lo que si la decisión del Gobierno se demora demasiado, el acuerdo no se concretará, las obras se detendrán de nuevo y la tensión volverá a sus máximos en el Canal.
Esta circunstancia es la que quiere evitar Moncloa: que las disputas internas bloqueen una situación que mantiene en vilo al Ejecutivo desde que estallara la crisis en torno a la ampliación del Canal. De ahí que la vicepresidenta vaya a tomar cartas en el asunto.
Esperada reunión en Panamá
El administrador principal de Canal espera la visita en los próximos días de los altos ejecutivos de las empresas que componen el consorcio, entre ellos, el presidente de Sacyr, Manuel Manrique. Si el Gobierno diera su visto bueno a la transformació del aval de Cesce en las próximas horas, las posibilidades de firmar un acuerdo definitivo se incrementarían de forma notable.
La crisis de Sacyr en el Canal ha puesto de manifiesto una vez más las diferencias en materia económica en el seno del Ejecutivo
A la espera de acontecimientos, el mercado sigue apostando por un desenlace favorable para el grupo español de construcción y concesiones. Este miércoles, las acciones de Sacyr volvieron a situarse entre las mejores del Mercado Continuo, con una subida del 1,94% en una jornada de tinte bajista.
Desde que comenzó el año, fecha que coincide con el estallido de la crisis de la ampliación del Canal, Sacyr acumula una revalorización del 20%, muy superior al repunte del 3,1% que ha experimentado el Ibex-35, principal indicador de la Bolsa española, en el mismo periodo.
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