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Repsol confía en que la crisis argentina amaine para amarrar los 5.000 millones por YPF

Antonio Brufau, presidente de Repsol.

Repsol celebró ayer su primer consejo de administración del año sumida en una gran preocupación por cómo la crisis monetaria en Argentina puede afectar al acuerdo de compensación de 5.000 millones de dólares por la expropiación de YPF.

Fueron más de cuatro horas de consejo, en las que los representantes de los accionistas constataron la gravedad de la crisis provocada por la depreciación del peso argentino y la caída en picado de la confianza internacional en el país austral. El riesgo país se ha disparado hasta el punto de que los títulos de deuda soberana de Argentina cotizan ahora con descuentos de más del 70%.

Y el Gobierno español pactó el 25 de noviembre pasado con el argentino que Repsol fuera compensada con bonos soberanos emitidos en dólares por valor de 5.000 millones. Cuando los equipos negociadores de las dos partes negociaban los detalles y las garantías de cobro de esa emisión de deuda estalló la crisis monetaria en el país, dando al traste con el proceso negociador.

El consejo de Repsol respaldó ayer a su equipo negociador, encabezado por Nemesio Fernández Cuesta, director de negocio y número dos del presidente Antonio Brufau, que tendrá que bregar duramente en febrero para arrancar al Gobierno argentino unas mínimas garantías de respaldo de una deuda soberana que si tuviera que ser canjeada hoy por la petrolera su valor quedaría reducido a unos 1.500 millones de dólares.

Este es el peor momento para pedir a Argentina unas garantías mínimas para respaldar los 5.000 millones de dólares a emitir en bonos soberanos

El Ejecutivo de Cristina Fernández de Kirchner no tiene ahora entre sus prioridades sellar el acuerdo definitivo que ponga punto y final a la batalla con Repsol que derivó en conflicto diplomático entre España y Argentina.

Un país cuyas reservas estratégicas se han hundido hasta los 30.000 millones de dólares y cuyo riesgo de impago cotiza ya a cotas superiores a los 2.500 puntos básicos (CDS) no está en condiciones, señalan fuentes financieras, de garantizar que los bonos por 5.000 millones de dólares que recibirá Repsol y su cupón (hasta ahora se hablaba de una rentabilidad de hasta el 8,75%) serán satisfechos convenientemente por su deudor.

Pero el consejo de la petrolera sabe que este es el momento de aguantar, no sólo porque el acuerdo lo consiguieron los gobiernos de los dos países, con lo que hay muchas cosas en juego más allá de la emisión de bonos, sino porque confían en que la crisis monetaria amaine en los próximos días o semanas y Argentina vuelva a la tranquilidad.

Pemex comienza a impacientarse porque el retraso de la firma del acuerdo ralentiza su ansiado desembarco en Vaca Muerta junto a YPF

Fuentes del entorno del accionariado de Repsol señalan que Pemex, el grupo estatal mexicano que controla un 9,4% de la española, comienza a ponerse nerviosa al ver que el acuerdo por el que tanto apostó y que involucró al mismísimo presidente Enrique Peña Nieto se vuelve a escapar de las manos de la compañía. Máxime cuando este acuerdo daría manos libres a la petrolera mexicana para abordar junto a YPF la explotación de parte de los yacimientos petrolíferos y de gas de Vaca Muerta, algunos de ellos expropiados a Repsol.

Así las cosas, el grupo español confía en cerrar un acuerdo en febrero para poder llevarlo recién horneado al consejo de finales de ese mes, de cara a que en la junta de accionistas, que podría adelantarse a marzo, se pueda dar carpetazo a la turbulenta aventura de la compañía por tierras argentinas.

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