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Renfe ultima una nueva supresión de frecuencias en líneas de Avant y Feve

El Avant, a su paso por la provincia de Lérida, en el trayecto entre esta ciudad y Barcelona.

El baile de trenes en Renfe no solo no ha terminado, sino que, como un bumerán, la música ha vuelto a sonar: parecía que la supresión de trenes que tanta polémica y tanta confusión ha sembrado durante las últimas semanas iba a dejar paso a otros menesteres como la liberalización, prevista para finales de julio, o el ERE en la compañía, previsto para ya mismo. Pero Fomento no ha terminado de redefinir los servicios de todos los trayectos: tras alterar el 10% de las frecuencias horarias de Larga Distancia, ahora quedan por examinar las líneas de la antigua sociedad Ferrocarriles de Vía Estrecha (Feve), y también los Avant, que son trenes de alta velocidad sin la categoría de AVE, error en que suelen caer los usuarios.

El próximo jueves 20 de junio, la semana que viene, Fomento se reúne con los sindicatos ferroviarios para estudiar la “racionalización” de servicios de Feve y Avant. En el primer caso, se trata de líneas históricas de vía más pequeña que la convencional (ancho ibérico) y presentes en Galicia, Asturias (la región que más cuenta), Cantabria, País Vasco, Castilla y León y Murcia. Feve fue absorbida por Renfe y Adif a partir del 1 de enero de este año.

Las relaciones origen-destino Feve cubren trayectos de Media Distancia, al igual que el Avant. Éste nació como alternativa al AVE Madrid-Sevilla en trayectos más cortos (Córdoba-Sevilla), ganó fama con la lanzadera Madrid-Toledo y se expandió más allá de toda lógica con el boom de trenes de alta velocidad. A día de hoy existen diez trayectos Avant, de los que tres no son precisamente un ejemplo de éxito: el Cádiz-Jaén, el Ourense - Santiago - A Coruña y el Calatayud-Zaragoza ni siquiera cubren el 30% de su coste de explotación. El resto (dos relaciones en Andalucía, dos en Cataluña, dos entre Madrid y Castilla-La Mancha y el Madrid-Segovia-Valladolid) capean el temporal.

Según las fuentes de Renfe consultadas, todo apunta a que el grueso de los horarios Avant no se tocará, si bien en la reunión convocada sí se abordará el asunto. El tramo que más puede peligrar es el que está en Galicia, pero la región carece (todavía) de AVE y es probable que un gallego de nacimiento como Mariano Rajoy y una gallega de corazón como la ministra Ana Pastor (oriunda de Zamora) dejen las cosas como están, aseguran varias partes.

Los Avant conectan puntos no demasiado equidistantes en el mapa, que recorren en no más de una hora y quince minutos. Es el único convoy de alta velocidad que puede recibir subvención.

Tampoco estará exenta de polémica la supresión, ésta sí segura, de frecuencias del Ferrocarril de Vía Estrecha (Feve). Siempre según las mismas fuentes, serán varias las Comunidades Autónomas, al alimón con los municipios, las que protestarán por la alteración de servicios. Cantabria y Asturias aparecen en todas las quinielas, la primera gobernada por el PP, la segunda, por el PSOE. El ERE y la liberalización vuelven entretanto a un segundo plano.

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