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Folgado quiere a Iranzo como 'falso número dos' de REE para no ceder poder y alargar su mandato

José Folgado, presidente de REE.

Red Eléctrica (REE) estudia nombrar a un número dos para atender las exigencias de los fondos de inversión, que controlan cerca del 65% del capital de la compañía, cuyo mayor accionista es el Estado a través de la Sepi (20%). Sin embargo, la estrategia de la empresa responsable del sistema y operación del sistema eléctrico, y en concreto, de su presidente ejecutivo, José Folgado, encierra cierta artimaña.

En lugar de nombrar a un consejero delegado, como le piden los fondos, Folgado se decanta por un vocal principal o director de consejeros (lead independent director, en la jerga anglosajona), figura que los fondos no quieren (son partidarios de nombrar un consejero delegado) y que no restaría facultades al presidente como máximo ejecutivo de la compañía.

El candidato de Folgado para esta maniobra es Juan Iranzo, catedrático de Economía Aplicada de la UNED, vicepresidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE) y cercano al exsecretario de Estado, que le nombró consejero nada más alcanzar la presidencia.

Iranzo, que según fuentes cercanas a REE no tiene consenso entre el resto de consejeros para ese nuevo puesto, fue nombrado consejero independiente el año pasado, tras la llegada de Folgado a la dirección ejecutiva de la compañía, hace casi un año, y preside la Comisión de Gobierno y Responsabilidad Corporativa de Red Eléctrica.

Este órgano tiene en su mano impulsar un cambio en el reglamento del consejo de administración de la compañía para elevar el límite de edad de los vocales, actualmente fijado en 70 años. Esa maniobra permitiría a Folgado, que el próximo 3 de abril cumplirá 69 años, mantenerse en la presidencia de la compañía más allá del año que viene.

REE dice que no hay una decisión tomada y que en la próxima junta habrá alguna propuesta que intente satisfacer a los fondos

Oficialmente, REE dice que el asunto “se está estudiando” y que aún no hay una decisión tomada, aunque la empresa prevé llevar una propuesta en este sentido en la próxima junta general de accionistas, que aún no se ha convocado (el año pasado se celebró en abril). La empresa confía en dejar satisfechos a los denominados proxy advisors, entidades que asesoran a los inversores (principalmente institucionales) sobre el sentido de su voto en las juntas en función del cumplimiento de las normas de buen gobierno por parte de la empresa.

Para apuntalar la maniobra, REE ha encargado un informe a KPMG que encaja como un guante en los planes de Folgado. Dicho informe aconseja "considerar la conveniencia de separar las funciones del presidente del consejo de administración y del primer ejecutivo de la sociedad, funciones que recaen en la misma persona. La compañía podría valorar la conveniencia de designar un consejero independiente primero o vicepresidente que actúe como tal". En su informe, KPMG apuesta más por la figura del CEO que por la del director de consejeros.

KPMG, que ha destacado "el rigor, la independencia de criterio y el compromiso del consejo" de administración de la empresa "con las prácticas más avanzadas de gobierno corporativo", también ha propuesto a la empresa "dedicar más tiempo a la estrategia y riesgos", una "mayor supervisión de la Alta Dirección", por ejemplo, potenciando "la supervisión de los aspectos relativos a las condiciones de los contratos de los consejeros ejecutivos y los miembros de la alta dirección", así como "alinear las retribuciones a los intereses de los inversores y las expectativas externas".

Por otra parte, fuentes cercanas a la compañía informan también del interés que ha expresado el PSOE de relevar como consejera a la ex ministra de Sanidad Ángeles Amador.

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