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Cataluña sale de la crisis con una banca más fuerte, gracias a las ayudas públicas españolas

Cataluña tiene un sistema financiero con menos marcas pero más fuerte después de la crisis, según un estudio de PWC titulado “Temas candentes de la economía catalana. Visión de los empresarios”. El trabajo recoge la visión de los empresarios sobre Cataluña. Respecto al sector financiero, aunque hay menos oferta bancaria, destacan que la región ha ganado mucho peso en el sistema. Sus dos grandes referencias (Sabadell y La Caixa) tienen 10 puntos más de cuota de mercado, gracias al proceso de reordenación del sector.

“El sistema financiero catalán reúne ahora una oferta más reducida, pero más sólida; con menos personal, pero más profesionalizada; más sometida al escrutinio de los reguladores y de los mercados, pero más competitiva dentro y fuera de sus zonas de influencia”, apuntan en PWC .

Algunas voces de entre los participantes en el informe lamentan la reducción del número de entidades financieras catalanas ya que se ha reducido notablemente la competencia, dando lugar a lo que consideran “un exceso de concentración”, fruto de la reestructuración del sector, que ha hecho desaparecer 11 de las 13 cajas de ahorros existentes en la zona, a la espera de ver qué ocurre con Catalunya Banc.

Para PWC, la demostración de los efectos positivos de la reestructuración del sector se puede comprobar con que “esa reducción cuantitativa ha impulsado la relevancia de las entidades financieras catalanas que antes de la crisis contaban con una cuota del 15% del mercado en toda España, y ahora acaparan el 25%”.

Todo ello, evidentemente, gracias al músculo mostrado por dos entidades: La Caixa y Banco Sabadell, que han aumentado de tamaño sobremanera en esta crisis, gracias a la integración de Banca Cívica y Banco de Valencia en el caso de los primeros y la CAM y el Gallego por parte de los segundos.

Cinco de golpe

Banca Cívica era la fusión de Caja Navarra, Caja Canarias, Caja de Burgos y Caja Sol (que a su vez  constituía la unión de las andaluzas El Monte y San Fernando), es decir, aglutinaba cinco cajas de ahorros. Gracias a esta operación, La Caixa se colocó con el mayor balance en España, por encima de Santander o BBVA. Pero si con este deal ganó tamaño, con el Valencia realizó una integración redonda, ya que recibió fortísimas ayudas del Estado.  

Sabadell, con un importante Esquema de Protección de Activos (EPA), también ha sacado músculo con la adquisición de la caja alicantina. Hoy, Sabadell es mayor en Bolsa que Popular, al que hace años miraba desde la lejanía y casi dobla en tamaño a su antaño competidor, Bankinter. La entidad ha dejado de ser un banco mediano. Algunos de sus 'pares', como el Guipuzcoano o el Urquijo, los ha engullido. Hoy, es uno de los grandes, aunque la CAM ha tenido mucho que ver en ello. 

El poderío bancario de las firmas catalanas “es un índice más de la mejor situación del sector, aunque los ejecutivos de las grandes corporaciones catalanas destacan que en un mundo cada vez más globalizado, importa menos el origen de las entidades financieras que la calidad de los servicios que ofrezcan a sus clientes. Por ello, abogan por acelerar el proceso de creación de un verdadero sistema bancario paneuropeo”.

Algo parecido opinan en Banco Sabadell, donde tienen claro que son ya un banco iberoamericano global.

Muchas oficinas

De momento, Cataluña mantiene al menos una sede bancaria en todas las poblaciones de más de 500 habitantes, “al contrario de lo que ocurre en otras zonas de España”, afirman en PWC. Al igual que en el resto del Estado, “el número de sucursales es inusualmente alto para lo que es habitual en la mayoría de países de nuestro entorno. Cataluña cuenta con más oficinas que todo México”.

Los bancos catalanes han sabido relacionarse de maravilla con el Estado. Conviene no olvidar que La Caixa ha formado parte históricamente del ‘núcleo duro’ de Telefónica, así como disfrutar de una cartera industrial de compañías privatizadas (Repsol, Gas Natural…) lo que entre otras cosas suponía una lluvia de millones de euros en materia de dividendos.

Ahora, tanto la entidad que preside Isidro Fainé como la de José Olíu tienen mucho más negocio fuera de Cataluña que en su región de origen. Son entidades potentes y globales, con sede en Barcelona, aunque se han movido de maravilla en esta crisis en todos los sentidos. 

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