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La inmobiliaria Prasa trata de calmar a los acreedores al colocar su 1,3% de Gecina

París, principal plaza inmobiliaria para Gecina

Actividad frenética en el cuartel general de la inmobiliaria Prasa, una de las principales empresas de Andalucía. Si hace unas semanas presentaba ante la Audiencia Nacional una querella contra el empresario Joaquín Rivero, expresidente de Metrovacesa, en la que le acusaba de fraude, en las últimas horas ha tenido que actuar con celeridad y vender acciones en Bolsa para evitar males mayores con Bankia, uno de sus acreedores.

Así, Prasa llevó a cabo al cierre de la sesión bursátil del jueves una colocación acelerada de la participación que aún la restaba en Gecina, que tomó en 2007 cuando optó por canjear sus títulos de Metrovacesa por acciones de la inmobiliaria francesa en el marco del proceso de separación que llevó a cabo la primera.

La operación, que llevó a cabo Société Generale como colocador con la colaboración de JB Capital, se realizó a un precio de 94,4 euros por acción, lo que supone un descuento de algo más del 5% en relación con el cierre que registró ayer Gecina. Aun así, supondrá unos ingresos de algo más de 83 millones de euros para la empresa controlada por la familia Romero, que le dará algo de aire en su complicada situación financiera.

Prasa sufría la presión de Bankia que soportaba el préstamo que la inmobiliaria cordobesa obtuvo en su día para comprar las acciones de Gecina, en 2007. La empresa cordobesa logró refinanciar el préstamo en 2010 pero las exigencias de Bankia han desencadenado una operación de urgencia en Bolsa para salvar los muebles.

Primera venta en 2012

De hecho, Prasa ya colocó parte de su participación en la compañía francesa a finales del pasado año. Por entonces, fue un 1,5% del capital por el que logró ingresos de algo más de 80 millones de euros que le permitieron tranquilizar a los acreedores y ganar algo de tiempo.

Precisamente, la operación con Gecina ha motivado la presentación de la mencionada querella ante la Audiencia Nacional contra Joaquín Rivero, al que acusan de no cumplir el acuerdo de recompra de acciones de la compañía francesa al que llegó con Prasa. De acuerdo con el texto de la denuncia, Prasa accedió a canjear sus títulos de Metrovacesa por acciones de Gecina por petición de Rivero que, a cambio, se comprometió a recomprar a Prasa esos títulos a un precio de 184 euros cada uno.

En la querella, Prasa argumenta que el incumplimiento de este contrato le ha ocasionado un agujero superior a los 200 millones de euros, ya que el precio al que finalmente tuvo que vender el primer paquete de acciones fue muy inferior al que figuraba en el acuerdo con Rivero. Algo similar ha ocurrido en la segunda fase de la colocación.

Calentón bursátil

Prasa llegó a acumular al inicio de la crisis una deuda superior a los 2.000 millones de euros, lo que colocó a la compañía en una situación extremadamente delicada que, poco a poco, ha ido atajando.

La inmobiliaria cordobesa ha realizado la colocación aprovechando el calentón bursátil que está experimentando Gecina debido a la inminente venta del paquete del 27% del capital que está en manos de Metrovacesa. 

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