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Pemex nombra ‘número dos’ a Carrera Panizzo para atar en corto a Repsol y salvar los astilleros gallegos

José Manuel Carrera Panizzo y Alberto Núñez Feijóo, en una reunión en la sede de la Xunta.

Las decisiones que se toman en la cúpula de la petrolera estatal mexicana Pemex tienen mucha más trascendencia en España de lo que, a priori, pudiera imaginarse. De la poderosa 'pata' internacional del gigante petrolero, llamada PMI, no sólo depende el 9,4% que la compañía posee en Repsol, sino también suculentos proyectos relacionados con el sector naval y logístico que afectan esencialmente a Galicia.

Y al poderoso brazo inversor internacional de la petrolera también han llegado los cambios que está implementando el máximo ejecutivo del grupo estatal, Emilio Lozoya, que llegó al cargo cuando cambió el Gobierno mexicano y ocupó Enrique Peña Nieto el asiento presidencial.

Lozoya está reordenando la cúpula directiva para dotarla de una mayor profesionalidad que permita al grupo afrontar una nueva etapa tras la aprobación de la reforma energética que ahora debate el parlamento mexicano.

Y ha decidido nombrar a José Manuel Carrera Panizzo director general de PMI, en sustitución del saliente Luis Felipe Luna. Carrera Panizzo es un hombre de la absoluta confianza de Lozoya (trabajaron juntos en el Banco de México) y asciende desde el puesto de director financiero de PMI, según avanzaron a Vozpópuli fuentes conocedoras del nombramiento, que se hará oficial en los próximos días.

Pero además, Carrera Panizzo es pieza clave en los intereses que tiene Pemex en España. Desde hace casi dos años, este ejecutivo mexicano ha sido el interlocutor directo con Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta gallega, para todos los proyectos que prevé desarrollar el grupo en esta comunidad autónoma.

Carrera Panizzo mantiene una estrecha relación con Núñez Feijóo, con el que ha negociado mano a mano los proyectos de inversión de Pemex en Galicia

En el último año, Carrera Panizzo ha visitado con frecuencia Galicia y se ha reunido en varias ocasiones con el presidente gallego con el objetivo varios proyectos que son vitales para la supervivencia del sector naval en esta comunidad autónoma. Concretamente, Pemex y la Xunta firmaron en mayo de 2012 un acuerdo de intenciones por el que grupo mexicano destinaría 247 millones de euros de inversión a los astilleros gallegos para que construyan 14 remolcadores para la flota de la mexicana.

También estaba en estudio la construcción de un buque flotante (buque hotel) de apoyo a las plataformas offshore del Golfo de México.

También Feijóo y el ya ex director financiero de PMI sentaron las bases para facilitar la creación de una "base logística de operaciones" de Pemex en Punta Langosteira, en A Coruña, que incluiría un gran centro de refinado de crudo, y la compra de un 51% del astillero Hijos de J. Barreras de Vigo, la mayor factoría naval de capital privado en Galicia, que estaba a punto de la quiebra.

Del 'número dos' de Pemex depende ahora que se desbloqueen los 247 millones de euros que garantizarían la supervivencia del naval gallego y de su carga de trabajo

Hasta ahora sólo ha cristalizado este último acuerdo, si bien aún quedan flecos por cerrar. La tabla de salvación del naval público gallego aún no ha llegado. Del nuevo director general de PMI, que ha sido el muñidor de estos acuerdos de inversión con la Xunta, depende que se relancen los proyectos que salvarían al naval gallego.

Pero también depende de los gestos que el Gobierno de Rajoy dé a la nueva Pemex, señalan fuentes empresariales, porque la estrategia del grupo estatal mexicano en Repsol y en su acercamiento a Argentina es vital para que se solucione el conflicto económico y político con Kirchner tras la expropiación el pasado año de un 51% de la petrolera española en YPF.

Carrera Panizzo dirigirá ahora la estrategia de Pemex en Repsol y quiere Brufau y su equipo vuelquen todos sus esfuerzos en una solución rápida al conflicto con Argentina

Estas fuentes advierten que Pemex, con el apoyo de La Caixa, que posee un 13% de Repsol, consiguió que Antonio Brufau, presidente de la petrolera, y el resto del consejo dieran el sí a que se abran nuevas negociaciones con el Gobierno Kirchner para buscar una solución satisfactoria para las dos partes. Pemex, con Lozoya y Carrera Panizzo al frente, lideran una comisión negociadora compartida con Repsol para tender puentes con el Gobierno argentino.

Pemex quiere que se alcance de forma rápida un acuerdo con Kirchner, pero si éste no se alcanza, la petrolera mexicana podría vender su 9,4% de Repsol y volcar todos sus esfuerzos en desarrollar inversiones conjuntas con YPF en Vaca Muerta, el yacimiento no convencional de gas y petróleo que fue la causa principal de la expropiación.

El nuevo director general de PMI, nacido en 1969, es un buen conocedor de Repsol. Entró en su consejo de administración en octubre de 2011, cuando salieron Juan José Suárez Coppel (Pemex) y Luis del Rivero (Sacyr). Más tarde, Lozoya optó por colocar en el consejo de la española a otro hombre de su confianza, Arturo F. Henríquez Autrey, director general de compras de Pemex, para que Carrera Panizzo pueda llevar muy de cerca todas las actividades de PMI, y muy especialmente las actividades petroleras dirigidas desde Houston (Texas, EEUU), que son las más importantes del grupo.

Autrey reportará ahora directamente a Carrera Panizzo, que es el que marcará la estrategia a seguir en los próximos meses de Pemex en los consejos de administración de Repsol.

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