Publicado: 31/07/2015 04:00
El comercio electrónico ha crecido inexorablemente en los últimos años, pues en 2007 menos de un 20% de los usuarios de internet se atrevían a dar el paso de pagar online y en 2013 ya eran un 32%, según el boletín informativo del INE, pero la distribución por grupos de población sigue siendo muy desigual, siendo los mayores de 45 años mucho menos proclives a realizar pagos web.
Internet es un gran bazar en el que se puede encontrar casi cualquier cosa, pero no todos los usuarios se sienten cómodos en el comercio electrónico. El miedo a que un pago en la red salga mal, y termine suponiendo un quebradero de cabeza al propio cliente, suele ser una de las razones que detienen un crecimiento mayor dentro del mundo de las compras online. La barrera no es solo psicológica, los timos por internet, como el phising, aún existen, y pueden dejar en posiciones difíciles a los compradores más descuidados.
Muchos usuarios de Internet no se sienten del todo seguros a la hora de elegir los comercios online, y terminan por no realizar sus compras en la web. Principalmente, los consumidores menos experimentados en Internet no tienen la facilidad para discernir la fiabilidad de una página web. Esto se traduce en una reticencia a facilitar sus datos bancarios, aunque los sistemas de pago sean cada vez más diversos.
Las nuevas formas de pago permiten operar en la red sin revelar datos bancarios
Los métodos de pago por Internet más modernos permiten al usuario no revelar sus datos bancarios para las compras en la red, dando así más confianza a muchos consumidores que aún no se atreven a dar el salto al comercio electrónico.
En este sentido, han surgido nuevas formas de pago online como las tarjetas prepago que disuaden de esos miedos a los usuarios. Hasta ahora usuarios muy acostumbrados al pago personal, y que ven fallas de seguridad a los sistemas que requieren datos personales. Las tarjetas prepago, funcionan a través de una plataforma segura de pago online que permite al usuario comprar bonos en tiendas físicas para luego poder operar con ellas en la red.
Son muchas las grandes empresas de internet que operan con este tipo de transacciones sin problemas. Es el caso del gigante Amazon, que en sus estanterías virtuales tiene de todo, o de MediaMarket, empresa de venta de elementos informáticos. La necesidad de salir a la calle para hacer grandes compras de libros ya no es real, y es que incluso se puede ahorrar haciendo las compras online. Cada vez son más los que no bajan al supermercado a comprar, o miran las novedades literarias desde la tableta. Internet también ha sido una revolución en el comercio.
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