Revilla también tiene muertos en el armario: quiebra la cántabra Idermar tras recibir ayudas públicas millonarias

Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, uno de los políticos mejor valorados por los españoles, afronta la quiebra de una empresa mixta impulsada por su Gobierno y que ha recibido ayudas públicas millonarias.

El juzgado mercantil número uno de Santander ha declarado en concurso de acreedores a Investigación y Desarrollo de Energías Renovables Marinas (Idermar), creada por la Sociedad para el Desarrollo Regional de Cantabria (Sodercan), y participada también por dos compañías privadas cántabras, Apia XXI, y Oxital. La empresa ha recibido más de cuatro millones de euros en préstamos públicos que posiblemente no devolverá. Los partidos de la oposición han exigido la dimisión del consejero delegado de Sodercan, Salvador Blanco.

Idermar fue constituida en el año 2009 estando participada desde su origen por Sodercan, en un 20%, y siendo su principal accionista la empresa Apia XXI, con un 40% del capital. Otro 20% está en manos de otra empresa cántabra, Oxital, de la familia Huerta. El Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria posee también el 20%. El principal proyecto en el que ha trabajado Idermar ha sido la construcción de una estructura flotante para aguas profundas capaz de sostener equipos de meteorología o de generación de energía. 

Un informe sobre Sodercan realizado en 2011 por la Intervención General de la Administración de la Comunidad Autónoma de Cantabria, hecho público recientemente, pone de relieve un sistema sospechoso de financiación del organismo. De acuerdo al informe, Sodercan "ha realizado transacciones económicas" a favor de Idermar por valor de 4,3 millones de euros. La Intervención señala que del análisis de los acuerdos de financiación entre Sodercan e Ibermar se desprende que esta última empresa ha sido una sociedad "puente" que ha "destinado al pago del proyecto desarrollado por Apia XXI de una plataforma marina". 

La oposición ha reclamado el cese del consejero delegado de Sodercan

El informe concluye que en virtud de dos contratos firmados entre las empresas, Idermar "adquiere la cesión de los derechos de propiedad industrial del proyecto de Apia XXI comprometiéndose a abonar 3,9 millones que posteriormente se incrementan hasta los 6,7 millones". Y destaca que hubo un "incremento significativo" del coste del proyecto en 2009 en tan solo tres meses, pasando de un presupuesto de 3,8 millones en junio de ese año a cinco millones en octubre. Además el proyecto recibió otra subvención del CDTI (dependiente del Ministerio de Industria) por importe de 1,97 millones. El informe también destaca que el proyecto fue "sobrefinanciado" aportando Sodercan el 40% cuando su participación en la compañía es del 20%.

La Intervención General de la Administración de la Comunidad Autónoma de Cantabria subraya en su informe sobre Sodercan que en los contratos con Idermar por valor de 620.000, 50.000, y 220.000 euros se establece que la empresa público privada reintegrará esos préstamos "cuando empiece a generar beneficios", por lo que en caso contrario el organismo público no cobrará (que es el caso ahora al haberse declarado en concurso la compañía). "En definitiva, se trata de una entrega dineraria a fondo perdido", advierte. Además señala que en este caso "se han superado los límites de los préstamos y avales que Sodercan puede conceder a una misma empresa".

El informe sobre Sodercan, realizado en 2011, ha sido hecho público recientemente por Podemos Cantabria. La revelación de su contenido ha llevado a Podemos, y también a PP y Ciudadanos, a reclamar una auditoría de Sodercan y la dimisión de su consejero delegado, Salvador Blanco. El directivo de Sodercan sostiene que ha sido víctima de un montaje político de Podemos y PP recordando que el anterior consejero delegado de Sodercan, Miguel Cabetas, nombrado por el PP, ya encargó una auditoría sobre su gestión a Deloitte, con un contenido similar al de la Intervención General, y que este contiene informaciones parciales y sesgadas. Vozpopuli se puso ayer martes en contacto con Sodercan y las empresas que participan en el capital de Idermar para ampliar la información, pero no se obtuvo respuesta.