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Las ayudas de la UE hacen de Bankia la empresa española que más empleo destruye

José Ignacio Goirigolzarri

El futuro de Bankia se construye bajo un canje perverso para el empleo: 19.000 millones a cambio de una destrucción de más de 10.000 puestos de trabajo. Una cifra que convierte de largo a la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri en la empresa española que más empleo ha destruido durante la crisis. De hecho, sin el ajuste adicional, que puede superar los 6.000 empleos, exigido por Bruselas para desembolsar la ayuda europea, Bankia lidera el ránking de más puestos de trabajo destruidos.

Desde el inicio de la fusión, el banco de las siete cajas ha adelgazado su plantilla en 4.500 trabajadores. El primer ERE (expediente de regulación de empleo) significó una reducción de 3.700 trabajadores, el 16% de su fuerza laboral, lo que reducía su plantilla a algo más de 21.000 empleados. El resto del ajuste de ha producido a lo largo de este ejercicio, con lo que su plantilla total apenas supera los 20.000 trabajadores. La mayoría de estas salidas se han efectuado mediante prejubilaciones o bajas incentivadas.

Las condiciones que ofreció Bankia fueron generosas: los trabajadores de 55 años que se acogieron a las prejubilaciones recibieron el 95% del sueldo del último ejercicio y los que se acogieron a las bajas voluntarias cobraron una indemnización de 45 días por año trabajado.

Bruelas comunicará hoy la aprobación del plan de futuro de Bankia, que significará el mayor rescate a un banco español, con una volumen de ayudas de alrededor de 19.000 millones. La entidad tendrá hasta cinco años para hacer su ajuste laboral. Desde la entidad precisan que no todo el ajuste que exigirá Bruselas tienen que realizarse bajo la fórmula de destrucción de empleo. "Es posible que se mantengan aquellos puestos de las partes del negocio que se vendan", precisan.

Bankia contará con 5 años para hacer la reducción de plantilla y red que le exigirá Bruselas como parte de su plan de recapitalización

Junto a los trabajadores, el otro gran colectivo que puede verse afectado por las imposiciones de la Unión Europea son los accionistas privados de las entidades que ahora se recapitalizan. Al igual que se anunció ayer para los del Banco de Valencia, la Comisión podría imponer que los propietarios de Bankia asuman todas las pérdidas antes de que se realice la nueva inyección de ayudas, lo que implicará que sus acciones se queden sin valor y que, por tanto, pierdan su inversión. "Se seguirá el mismo esquema aplicado en la venta del Banco de Valencia", aseguran fuentes del sector.

El mecanismo mediante el que se realizan este tipo de operaciones se denomina operación acordeón, lo que supone que el capital absorba todas las pérdidas (y al ser inferior al quebranto quede en cero) y a partir de ahí el FROB acuda a la ampliación de capital que lleve a cabo BFA y se haga con la totalidad de las acciones de Bankia. Esta situación se repitió en la venta de la CAM al Sabadell, en el que los cuotapartícipes vieron como su inversión quedó reducida a cero.

Paralelamente también habrá quitas para los tenedores de participaciones preferentes (que podrían acercarse al 40% del valor) y para los propietarios de bonos subordinados. La filosofía de Bruselas es que no se puede dar ayudas públicas sin que antes hayan pagado los platos rotos los propietarios privados de las entidades. Con eso quiere luchar contra el dicho popular de que los beneficios son privados y las pérdidas se socializan. 

Las medidas de adelgazamiento previstas por Bruselas dejarán el volumen de activos de la entidad en la horquilla de los 150.000 a 170.000 millones. Un tamaño que supone prácticamente la mitad del actual (alrededor de 320.000 millones). Sólo con el traspaso de los activos tóxicos al banco malo, Bankia se aligerará en 50.000 millones.

En el sector se maneja que los accionistas de Bankia podrían perder toda su inversión con la operación acordeón necesaria para ampliar capital

Hasta la fecha, los ERE's más voluminosos que se han presentado en España durante la crisis han sido siempre con carácter temporal, nunca definitivos, como es el caso de Bankia. Estos ajustes han sido mayoritarios en el sector del automóvil, motivados por el desplome en las ventas. Así, Seat ha presentado diferentes EREs temporales en Martorell que han afectado a 7.500 trabajadores. En el caso de Ford en Almusafes (Valencia), la medida afectó a 4.000 empleados. Mientras, Mercedes planteó un ERE de 70 días para 2.881 trabajadores en 2008 en su planta de Vitoria.

En el caso de los EREs de extinción, fuera del sector financiero, Spanair lidera esta clasificación con el despido de sus 2.500 trabajadores por el cese de su actividad, a principios de este ejercicio. En segundo lugar aparece una de las empresas que mejor ha representado la burbuja inmobiliaria: Marina D'or. La empresa turística e inmobiliaria despidió a lo largo de 2008 a 1.214 trabajadores. Entre la salida de 700 a 1.000 trabajadores, aparecen cuatro empresas de diversos sectores como Pfizer (800 científicos despedidos), Citröen (otros 800 despidos), Delphi (también 800 salidas) o la base de Ryanair en el aeropuerto de Valencia, que afectó a 750 trabajadores.

Traslando las cifras al sector financiero, Novagalicia secunda a Bankia en el número de empleos pérdidos. Desde que se cerró la fusión entre Caixa Galicia y Caixanova han salido (o han pactado ya su marcha) más de 2.300 empleados. La plantilla no llega ya a los 5.900. Al igual que a Bankia, Bruselas exigirá a la entidad gallega un ajuste de plantilla que puede rondar los 2.000 trabajadores. Los principales afectados son aquellos empleados que trabajan en la red de EVO, el banco situado fuera de Galicia, León y Asturias, el área de influencia de Novagalicia.
Otro de los ajustes más numerosos ha sido el pactado por el Banco Sabadell, que reducirá la plantilla de la CAM en 1.250 empleados, de los 1.750 planteados inicialmente, 500 de ellos mediante prejubilaciones. Mientras, BBVA ha pactado reducir 1.218 empleos en Unnim.

Spanair ha concentrado el mayor número de despidos de una empresa española fuera del ámbito financiero desde 2008

También Caixabank ha comenzado el ajuste de la red de oficinas tras la absorción de Cívica, en agosto de este año. La entidad prevé el cierre de entre 600 y 800 sucursales. La catalana ya ha reducido la plantilla de Cívica en 1.452 empleados, de los 34.800 que conforman el nuevo grupo. Una cifra que será adelgazada en los próximos meses antes de que concluya la reestructuración financiera en España. Su nueva adquisición, Banco de Valencia, acaba de aplicar una drástica reducción de empleo que afecta a 485 empleados.

Mientras, Liberbank, tras la ruptura del proyecto de fusión con Ibercaja y Caja 3, afronta su recapitalización en solitario (necesita 1.198 millones) con un plan de ajuste basado en suspensiones de contrato durante un año como máximo, medida que podría afectar al 60 % de los 5.000 empleos.

En total, el sector financiero español ha reducido su capacidad en 21.000 empleos y 4.432 sucursales desde el inicio de la crisis. Con los ajustres previstos por Bruselas, Bankia acaparará el 36% de la destrucción de empleo en la banca española desde 2008.

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