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Meliá reconoce a la CNMV un impacto de 51 millones por la devaluación en Venezuela

Hotel Gran Meliá Caracas.

Con el impacto de la nueva crisis argentina aún por determinar, algunas empresas españolas todavía se tientan la ropa por el efecto de la devaluación del bolívar fuerte venezolano de febrero de 2013. Es el caso de la cadena hotelera Meliá, que casi un año después ha precisado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) las consecuencias que sobre sus cuentas ha tenido esa medida del entonces aún presidente interino de Venezuela Nicolás Maduro, que con Hugo Chávez ya moribundo, redujo un 32% el valor oficial de la divisa local frente al dólar para intentar corregir los enormes desequilibrios de una economía tremendamente inflacionaria.

En respuesta a un requerimiento de información que le remitió en octubre pasado el organismo que preside Elvira Rodríguez, la primera cadena hotelera española ha cifrado en 51 millones de euros el impacto de la medida del Gobierno de Caracas sobre el volumen de sus activos.

Los principales epígrafes afectados, según explica Meliá en su respuesta a la CNMV, remitida el pasado 13 de diciembre, han sido una disminución del valor del activo material por importe de 23,1 millones de euros, una caída del valor de las inversiones inmobiliarias de 9 millones y una disminución de la tesorería de 11,4 millones. "En cuanto al efecto en el patrimonio, se produjeron unas diferencias de conversión negativas” en febrero pasado de 47 millones, “correspondientes al impacto de la devaluación en las reservas acumuladas de las sociedades venezolanas en el balance consolidado".

Meliá ya advirtió hace meses, tras el cierre, en marzo, del ejercicio 2012, de que la devaluación iba a provocar "importantes variaciones" en los saldos consolidados procedentes de sus sociedades en Venezuela. “Tomando como referencia las cifras de cierre del ejercicio 2012, el impacto en el volumen de activos ascendería a 58,9 millones de euros y a 27,4 millones en patrimonio”, dijo entonces.

En la presentación de resultados del primer semestre, la cadena atribuyó parte del incremento de su deuda neta (4,9%, hasta 1.066 millones de euros) a la minoración de caja "asociada al impacto de la devaluación del bolívar venezolano", que ha sido la segunda desde 2010 y la quinta de la última década en ese país y ha tenido un notable impacto en las cuentas de otras empresas españolas con importantes intereses en ese país, como Telefónica, BBVA o Mapfre.

Pese a la inestabilidad en Venezuela, en octubre pasado el grupo anunció la incorporación de su tercer establecimiento en este país, el hotel Meliá Puerto Ordaz, de nueva construcción y 150 habitaciones, que abrirá sus puertas en 2015 mediante un contrato de gestión suscrito con un socio local, Inversiones El Toro CA.

El grupo también ha reconocido a la CNMV que va a reformular sus cuentas de 2012 para reflejar el impacto del canje de la emisión de bonos convertibles de 200 millones de euros del año 2009 que vencían en diciembre pasado y que le ha permitido refinanciar su deuda de más de 1.100 millones de euros y aplazar a 2018 el pago de 570 millones de euros que le vencían entre 2013 y 2014.

No obstante, la cadena de la familia Escarrer dice que "la cuenta de resultados comparativa correspondiente al ejercicio no se verá modificada de forma material en su conjunto". 

Hasta septiembre pasado (último dato disponible), Meliá ganó 22,4 millones de euros, un 38,9% menos, por atípicos como el impacto en el resultado financiero del bono convertible vinculado a la evolución de la acción (20 millones), la hiperinflación en Venezuela (3,6 millones) y los extraordinarios del mismo periodo de 2012 (7,8 millones).

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