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La banca aprobó el primer convenio de Martinsa sabiendo que iba a liquidación

Fernando Martín, presidente de Martinsa-Fadesa

Los principales bancos acreedores de Martinsa Fadesa aprobaron el convenio y el plan de viabilidad presentado por la inmobiliaria y negociado con las entidades financieras a pesar de que estas eran conscientes de que el mismo no se cumpliría. La aprobación del convenio, en 2011, y la posterior salida de la situación concursal de la compañía evitó que los bancos se anotasen entonces provisiones millonarias que hubiesen podido poner en riesgo su solvencia.

El exmagistrado del Tribunal Supremo Sebastián Sastre Papiol, hoy abogado del despacho Ramón y Cajal, admitió el jueves en una jornada sobre insolvencia y reestructuración que los bancos conocían que a Martinsa Fadesa no le esperaba otra cosa que la liquidación. "Todos sabíamos que el convenio no se iba a cumplir", reveló Sastre Papiol durante su intervención en la jornada organizada en el hotel Ritz de Madrid por Aula de Gestión, y patrocinada por Abencys, Surus, Quabbala, y Tebas Law Sport. "Los acreedores presentamos un convenio más suave que el que presentó el deudor, y a pesar de todo tampoco sirvió", indicó.

Sastre Papiol representó a La Caixa, el segundo mayor acreedor de Martinsa, en las negociaciones con la empresa durante los primeros años del mayor proceso concursal ocurrido en España. Sastre fue durante 25 años jefe de servicios jurídicos de La Caixa, hasta que el 29 de noviembre de 2012 el pleno del Consejo General del Poder Judicial acordó por mayoría nombrarle magistrado de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo. A finales del pasado año fichó como Of counsel por el despacho Ramón y Cajal Abogados.

Caja Madrid tenía una deuda con Martinsa Fadesa superior a los 1.000 millones y La Caixa otra cercana a los 750 millones de euros

Martinsa Fadesa fue declarada en concurso de acreedores a mediados de 2008, la mayor quiebra empresarial ocurrida en España, con unos 7.000 millones de euros de pasivo. El concurso se produjo prácticamente un año después de que Fernando Martín acordara con Manuel Jove la compra de Fadesa por parte de Martinsa, una operación valorada en 4.045 millones de euros.

A mediados de 2009 Martinsa Fadesa logró ya el apoyo de la mitad de sus acreedores financieros a un convenio de pago. Caja Madrid y La Caixa respaldaron de inmediato la propuesta; la entidad con sede en Madrid tenía una deuda con la inmobiliaria superior a los 1.000 millones y la presidida por Isidro Fainé otra cercana a los 750 millones de euros. En marzo de 2011 el juzgado mercantil de La Coruña al frente del concurso de Martinsa Fadesa aprobó el convenio presentado con lo que la empresa superaba así la situación concursal en la que se encontraba. El plan de la inmobiliaria, que hoy se revela fantasioso, contemplaba el pago de todas sus deudas en diez años.

La salida en falso del concurso por parte de Martinsa Fadesa en 2011 evitó a los bancos acreedores anotarse entonces provisiones que podrían haber puesto en riesgo su solvencia, en uno de los peores años de la crisis económica. Un año después, en junio de 2012, el Gobierno de Mariano Rajoy solicitó una línea de crédito de 100.000 millones de euros para reestructurar el sector financiero español, una ayuda que sería vigilada por representantes de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo, y el Fondo Monetario Internacional.

Tal y como preveían los bancos que en 2011 apoyaron el convenio de Martinsa Fadesa, la compañía fue incapaz de cumplirlo. En diciembre de 2014 la inmobiliaria presidida por Fernando Martín presentó una nueva propuesta de convenio, pero esa vez la banca acreedora, y también entonces la Sareb, decidieron no aprobarlo. La empresa entró en liquidación, proceso que hoy sigue en marcha.

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