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Los avatares de instalar el coche eléctrico en áreas metropolitanas: el caso de Málaga

Un punto de recarga para hogares

El mercado de coches eléctricos en España es todavía pequeño, casi marginal, con aproximadamente 2.150 unidades que se llevan matriculadas en lo que va de año (unas 350 pertenecen al nuevo parque eléctrico del Ayuntamiento de Madrid). Sin embargo, algunas experiencias locales están teniendo repercusión como Zem2All, un proyecto que Endesa ha impulsado en la ciudad de Málaga para surtir con coches eléctricos a particulares, autónomos y empresas. La propuesta era la siguiente: el Ayuntamiento de Málaga cedía los Mitsubishi i-Miev bajo el modelo de leasing a los conductores por un precio de 200 euros al mes. Cuando el proyecto llegue a su fin, con el fin de 2015, decidirán si quedarse con el vehículo o devolverlo. Según el consistorio, casi el 100% de los participantes han decidido quedarse con el utilitario eléctrico que tenían en alquiler.

La experiencia piloto ha permitido recopilar experiencias positivas y algunos inconvenientes con resultados curiosos. Para empezar, ha habido muchas más solicitudes de las que se han podido satisfacer, lo cual acaba con la idea de que los consumidores no están interesados en la movilidad eléctrica. Además el proyecto (cuyos resultados se presentarán oficialmente en enero) ha permitido analizar los comportamientos de los consumidores para aprender sobre sus hábitos y aplicar este conocimiento a futuras iniciativas, según aseguraron responsables de Endesa en una jornada sobre coche eléctrico organizada por Vozpópuli.

El vandalismo es uno de los puntos por el que colocar puntos de carga en la calle es "muy deficitario"

Por ejemplo, una de las claves es saber cuantos kilómetros al día hacen de media los conductores y a qué hora y donde recargan sus vehículos. El comportamiento es diferente según si el coche se usa de forma particular o como vehículo de empresa o autónomo. De media los vehículos recorren 39 kilómetros al día, en un rango que va de los 27 que hacen los coches de flota a los 43 de particulares. "Aunque los usuarios al principio parecían tener mucha ansiedad cuando el coche se empezaba a quedar con poca batería y rápidamente lo ponían a cargar, con el paso del tiempo hemos observado cómo van confiando cada vez más y por ejemplo pueden dormir plácidamente una noche sabiendo que pueden ir a trabajar aún con poca carga y en su lugar de trabajo pueden dejar el coche cargando", ha asegurado Elena Bernárdez, responsable de comercialización del vehículo eléctrico de la eléctrica de capital italiano. Bernárdez aseguró que el coche eléctrico sale tan barato en comparación con un vehículo de combustión que los usuarios se 'olvidaban' incluso de cargar sus coches en las horas de precios más bajos.

Velocidades

¿Y sobre la velocidad? En Málaga, la velocidad media del coche eléctrico es de 31 kilómetros por hora pero con la salvedad de que los que usan su coche de forma particular corren más que los vehículos de flota. "A pesar de que Málaga no es una ciudad tan grande como Madrid o Barcelona, los resultados en este aspecto podrían ser similares", ha indicado Bernárdez. Con una autonomía de 150 kilómetros, los Mitsubishi i-Miev no sólo sirven para moverse por la ciudad sino por los principales núcleos de la provincia: Torremolinos, Benalmádena, Antequera o Marbella, donde también hay cargadores. 

Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas en esta experiencia piloto en la ciudad costasoleña. Por ejemplo, la instalación de puntos de carga en plena calle es un problema debido al "vandalismo" que sufren los mismos, algo que también es común en otros servicios de movilidad públicos como las bicicletas eléctricas. La responsable de Endesa ha recordado que las empresas no pueden sufragar todos los costes de estas nuevas tecnologías y que "para que esto funcione tiene que haber una apuesta pública para que haya puntos de recarga pero también un compromiso político para apostar por una movilidad sostenible".

Otro de los puntos negativos destacados por la experta es que las instalaciones eléctricas de muchas viviendas no están preparadas para poder asumir la adaptación a la potencia necesaria para cargar un coche eléctrico, "que digan lo que digan no puede cargarse con una potencia normal en una vivienda". Según Bernárdez, han sido muchos los casos de inmuebles en los que se quería instalar un punto de carga pero que por las características de la instalación (era muy vieja o necesitaba una adaptación enorme) no se han podido llevar a cabo y "los usuarios han tenido que desistir de su intento de poder instalarse un coche eléctrico ya que con los gastos asociados realmente no les merecía la pena".

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