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El 'banco malo' excluye el crédito promotor por debajo de los 250.000 euros

Luis de Guindos

Tras el resultado del ejercicio de Oliver Wyman, el sector financiero transmite una sensación de cuarentena. En gran medida, por la indefinición que rodea al 'banco malo'. Sin conocerse esa letra pequeña de la sociedad de gestión de activos, las entidades con necesidades de capital no pueden generar unos planes de recapitalización con números realistas. "No sabemos ni el perímetro de activos que van a entrar finalmente, ni el precio de transferencia. Tenemos 15 días para elaborar los planes que debemos presentar al Banco de España y cualquier estudio está paralizado porque no podemos hacer ninguna proyección del impacto que tendría el banco malo", se quejan estos días varias entidades.

Hasta el momento, el único dato concreto es que esta sociedad recibirá todo el crédito promotor, incluso el que está al corriente de pago, además de los adjudicados, de los bancos a los que se les inyecte ayudas públicas. Sólo hay una salvedad. El crédito promotor sano por debajo de los 250.000 euros quedará excluido de la segregación a este banco malo, según explican fuentes conocedoras del proceso. Igual sucede con los activos adjudicados, aquellos que reciben las entidades por impago, que no superen los 100.000 euros. El motivo no es otro que no hacer demasiado grande el tamaño de la sociedad. Además, según ha reconocido Luis de Guindos, en la Comisión de Economía del Congreso, se podrán transferir también "otro tipos de activos que estén muy deteriorados". El 'banco malo' tendrá un plazo de 15 años para la venta de todos estos activos.

Según los últimos datos disponibles, el sector tiene 305.000 millones en créditos con promotores, de los cuales 117.000 están sanos y el resto (187.000 millones) son morosos, subestándar (que están al corriente de pago pero con riesgo de entrar en mora), activos ejecutados o directamente morosos. Esta cifra incluye unos 15.000 millones de adjudicados que venía de hipotecas residenciales.

La banca con déficit de capital se queja de la indefinición que rodea al 'banco malo'. "Sin saber sus condiciones no se puede hacer el plan de recapitalización", aseguran en varias entidades

Si se rebajan las cifras a las cuatro entidades nacionalidas, la suma de los activos que van a transferir Bankia, Catalunya Banc, Novagalicia y Banco de Valencia ascienden 94.018 millones, según los datos aportados el pasado viernes por Oliver Wyman. El crédito promotor, sano y tóxico, de estas entidades asciende a 67.024 millones. El resto, 26.994 millones, corresponde a sus activos adjudicados. Ambos datos corresponden a su valor en libros.

Los accionistas privados de la sociedad soportarán el 10% de su capital. Tomando los datos de las entidades nacionalizadas, entre los inversores privados (al menos el 55% del accionariado) y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) tendrían que aportar 9.400 millones. El tamaño aumentará en función de las entidades que no logren sortear las ayudas públicas. Tras el examen de Oliver Wyman, se encuentran en esa situación BMN, Liberbank, Caja 3, Ibercaja y CEISS (Caja España-Duero). El Popular, por su parte, ha anunciado una ampliación de capital de hasta 2.500 millones para evitar el dinero público.

Toda la banca sana, encabezados por Santander y BBVA, como adelantó hace semanas Vozpópuli, entrarán en el accionariado de esta sociedad de gestión de activos. Ante el volumen final de capital necesario, el Gobierno ha ampliado el espectro de inversores a aseguradoras y otras compañías no relacionadas con el mundo financiero. En los últimos días, se han iniciado los contactos entre Economía y el mundo del seguro, según confirman fuentes del sector.

El Gobierno ha iniciado contactos con el mundo asegurador y otras empresas no financieras para que se conviertan en el accionariado de la sociedad de activos

Lo que falta también por definirse son los activos que aportarán estos inversores para tomar parte del capital. Algunas fuentes del sector explican que los bancos pagarán con carteras de activos inmobiliarios, mientras que otras aseguran que un 20% de la aportación tendrá que hacerse en efectivo. A cambio, estos inversores recibirán acciones o títulos de deuda senior, avalada por el Estado, que puedan descontar como colateral en el BCE para obtener liquidez. Además, los accionistas tendrán que permanecer en el accionariado de la sociedad un mínimo de entre 5 a 7 años para generar confianza.

Este grupo de accionistas lo serán del banco malo que ejercerá de matriz de la que colgarán diferentes filiales según el tipo de activo. Es decir, habrá pequeños bancos malos de suelo, vivienda sin terminar, vivienda acabada, diferenciada por promociones en la costa, grandes ciudades y montaña, además de inmuebles.

En Economía aseguran que las líneas básicas del esquema de la sociedad podrían conocerse a lo largo de esta semana. Incluso, algunas fuentes señalan que Luis de Guindos podría hoy adelantar parte del esquema en su comparecencia en el Congreso de los Diputados.

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