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Los Nadal acorralan a Soria con la expectativa de que Rajoy mueva ficha y cree una crisis de Gobierno

El ministro de Industria, Energía y Turismo, Jose Manuel Soria.

Pocos puentes se mantenían en pie entre el ministro de Industria, José Manuel Soria, por un lado, y los hermanos Nadal -Alberto, como secretario de Estado de Energía, y Álvaro, como Jefe de la Oficina Económica de Moncloa-, por otro.

Pero los que quedaban han saltado por los aires en las últimas semanas, debido, esencialmente, a dos factores: la oposición frontal de los dos hermanos a la aprobación, casi por la vía de urgencia, del Real Decreto de fijación de los precios de la luz, que pasó por el Consejo de Ministros el pasado viernes, y la expectativa de que el presidente Mariano Rajoy haga crisis de Gobierno antes (o después) de las elecciones europeas.

Un movimiento en el que el primero se posicionaría para relevar a su actual jefe en Industria, y el segundo haría lo propio, pero en este caso para intentar sentarse en el sillón que ocupa Luis de Guindos en Economía, en caso de que estos dos ministros salieran del Ejecutivo si se produce la remodelación.

Varias fuentes del entorno del Ministerio de Industria han confirmado a Vozpópuli que el Secretario de Estado de Energía mostró su disconformidad con la obcecación del ministro canario por sacar adelante un Real Decreto de imposible aplicación en los próximos meses. El cuerpo técnico del Ministerio, con Nadal y el director general de Energía, Jaime Suárez, al frente, trataron de convencer a Soria de la conveniencia de esperar unas semanas (o quizá un par de meses) para sacar adelante una norma para la que ni las distribuidoras ni las comercializadoras del sector eléctrico están preparadas.

Alberto aspira a ocupar el puesto del denostado Soria mientras Álvaro apunta más alto, al sillón de De Guindos, en el caso de que Rajoy remodele su Gabinete antes o después de las europeas

"Se necesitan varios meses para poner en marcha todos los sistemas de seguimiento de los precios de la luz, que cotizarán cada hora, además de su gestión y facturación posterior, así como acelerar la implantación de los contadores electrónicos, de forma que ahora mismo no se puede poner en marcha este nuevo mecanismo, al menos, hasta final de año, por mucho que se empeñe el Ministerio", señala una fuente.

Pero el ministro Soria no cedió. "Quiere demostrarle a Rajoy que él ha sido el artífice del enterramiento del polémico sistema de subastas trimestrales del precio de la luz, que ha sido sustituido por uno nuevo más justo con el consumidor, que haga la luz más barata", explica una fuente del sector eléctrico.

De ahí que el ministro de Industria, que pasa por sus horas más bajas en el seno del Gabinete de Rajoy tras enfrentarse a Montoro y ser ninguneado por este último en las negociaciones con el sector eléctrico, se ha apresurado a jugar sus cartas para no quedarse descolgado. Anunció la pasada semana que las compañías eléctricas tendrán que devolver 300 millones de euros a los consumidores porque el precio medio previsto tras la abortada subasta de diciembre estaba por encima del real, que ha sido de 26 euros por megavatio.

Abonó el terreno para poder poner en valor después el Real Decreto que da carta de realidad al nuevo mecanismo para fijar el coste de la energía en la tarifa eléctrica regulada, un sistema que representa  "un claro ahorro para todos los consumidores", en palabras del ministro.

Desde Nadal a las eléctricas pasando por los consumidores, todos se han opuesto a un Real Decreto que será enmendado en unos meses con un periodo transitorio para que las compañías lo puedan aplicar

La medida ha ido de urgencia al Consejo de Ministros para que el 1 de abril pueda entrar en vigor, sustituyendo así al tradicional sistema de fijación de precios trimestral, aunque ni Nadal ni su equipo técnico ni las organizaciones de consumidores ni, por supuesto, el sector eléctrico estén de acuerdo.

Soria ha querido poner en valor su labor de cara al presidente, "lanzando un mensaje de que va a bajar la luz con el nuevo sistema y demostrando que así ha sido en el primer trimestre, en un movimiento de claros tintes electoralistas ante las elecciones europeas del 25 de mayo", señala otra fuente.

Tampoco estaba de acuerdo con la celeridad de Soria el otro Nadal, Álvaro, que desde la Oficina de Moncloa impulsa, respalda o censura, pero siempre supervisa cualquier decisión de calado económico que entre o salga del Gobierno.

Al Jefe económico de Rajoy en la trastienda, los gerifaltes eléctricos le han explicado que forzar ahora un nuevo sistema de precios de la luz sin un periodo transitorio no tiene sentido

Al Jefe económico de Rajoy en la trastienda, los gerifaltes eléctricos le han explicado que hubiera sido más efectivo aprobar esta medida más adelante, estableciendo un periodo transitorio para que todas las compañías tengan listos los nuevos sistemas.

Pero Soria ha sido inflexible y ha tirado para adelante, sabedor de que ahora mismo el tiempo no juega a su favor. "Ha querido dar un golpe de efecto para tratar de recuperar el punch perdido", resume una fuente.

La jugada no le va a salir barata. Alberto Nadal no ha conseguido su objetivo más perentorio, parar a Soria, pero sí tomar posiciones ante el debilitamiento político de un ministro que podría acabar volviendo a su tierra para disputar a su acérrimo enemigo, Paulino Rivero, la presidencia de Canarias.

El cerco sobre el ministro de Industria se completa desde la Oficina del otro Nadal, Álvaro, que cada vez goza de más poder y en el que Rajoy delega funciones y deposita gran confianza.

Forman un tándem los Nadal no sólo familiar sino de poder, jóvenes maduros y sobradamente preparados, del estilo de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, que acarician su salto a la primera línea del Gobierno. Son ambiciosos, muy listos y cada vez más poderosos.

Un salto que podría producirse antes de las europeas si Rajoy mueve ficha aprovechando la salida de Arias Cañete para encabezar la lista del PP, o después, en verano, cuando el presidente podría remodelar el Ejecutivo para regenerarlo de cara al asalto a las elecciones generales de 2015, ya con la recuperación económica medianamente asentada.

"Un Nadal en Industria y otro en Economía es una hipótesis que ha ganado enteros en los últimos meses y que podría hacerse realidad pronto", vaticina un experto político consultado.

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