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José Manuel Calvo, así es el joven de 31 años que ha paralizado la Operación Chamartín

José Manuel Calvo, concejal de desarrollo urbano sostenible del Ayuntamiento de Madrid.

La persona de cuyos designios depende el urbanismo de la capital española se presentó hace un par de semanas en un centro cultural situado en el barrio de Usera (Madrid) con mochila al hombro y zapatillas. Hace un par de años, la aparición del concejal de urbanismo del Ayuntamiento de Madrid en cualquier acto público posiblemente hubiese estado precedida de hombres con pinganillo en la oreja, coche oficial, y asesores revoloteando. No fue el caso cuando José Manuel Calvo, 31 años, junto con la portavoz de Ahora Madrid en el consistorio, Rita Maestre, entraron en una pequeña sala del centro para charlar con unos treinta vecinos, dispuestos a trasladarles sus inquietudes. “Hay saquitos de escombros por todos sitios, creo que son por las obras que se hacen en las casas para cambiar bañeras por platos de ducha”; “no hay bolsas para limpiar las cacas de los perros”; “nos han echado de nuestras casas y en el edificio sólo han dejado quedarse al chino de la tienda”. Durante más de dos horas los dos cachorros de Manuela Carmena tomaron nota de las quejas de los asistentes y respondieron pacientemente a sus preguntas. La ausencia de ‘oficialidad’, de asesores, de guardaespaldas, de coches oficiales en la calle, ¿es pura fachada, demagogia? “Vamos en autobús, en Metro, pensamos que si cobramos sólo tres veces el salario mínimo nos será más difícil recortar derechos sociales, sanitarios”, asegura Rita Maestre.

El hombre que ha paralizado la Operación Chamartín tal y como la tenían diseñada BBVA y la constructora San José -el mayor planteamiento urbanístico existente en Europa, que preveía la inversión de 6.000 millones de euros- prácticamente ha estrenado su vida laboral con el cargo de mayor responsabilidad en el Ayuntamiento de Madrid. José Manuel Calvo se licenció en Arquitectura en 2009, en la Universidad Politécnica de Madrid, carrera que inició en 2002. Un año después hizo un máster en proyectos arquitectónicos avanzados, y entre 2010 y 2014 el doctorado. En su currículum colgado en la web de Ahora Madrid solo figura como actividad profesional la de arquitecto por cuenta propia (durante los años que hizo el doctorado), y colaboraciones en 2014 en la Universidad Europea de Madrid y en una academia de estudios en 2011. En su declaración de bienes, tan sólo una cuenta de 1.000 euros en Triodos Bank y un Opel Astra.

“Los presidentes de Gobierno tampoco llegan al cargo con experiencia en el puesto de presidente del Gobierno”, comenta José María de Lapuerta, arquitecto, socio del estudio DL+A, y que fue uno de los directores de la tesis de José Manuel Calvo en la universidad, El poblado dirigido de Caño Roto: dialéctica entre morfología urbana y tipología edificatoria. “No es mi amiguete, nunca nos hemos tomado unas cañas”, puntualiza De Lapuerta, “pero sólo puedo decir cosas buenas de él, es trabajador y honrado, es lo que puedo decir”, afirma el arquitecto, autor, entre otras obras, de la sede de Coca-Cola en Madrid, catedrático de Proyectos Arquitectónicos de la  Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, profesor invitado en la Escola da Cidade de Sao Paulo, profesor invitado en las universidades de Nantes (Francia) y Campinas (Sao Paulo)… La tesis de Calvo “fue excelente”, recuerda De Lapuerta. Obtuvo una calificación de sobresaliente cum laude; logró la mención de doctor internacional, y mención calidad. “Creo que para Madrid debería ser un orgullo contar con un concejal de urbanismo que es doctor arquitecto”, opina De Lapuerta.

"El urbanismo debe dejar de un lado la ideología", opina el presidente de los promotores de Madrid

“¿Dónde estabas el 15-M?” le preguntaron en Usera a José Manuel Calvo, en referencia a la concentración en Puerta del Sol del 15 de mayo de 2011, germen del apoyo popular de Podemos. Calvo no fue explícito en su respuesta, no parece ni mucho menos que formara parte de la organización del movimiento. Posiblemente estaba entonces más centrado en sus estudios que en otra cosa, pero en su intervención dejó claro su apoyo al 15-M. En todo caso, la Puerta del Sol ha marcado sus últimos años. No sólo porque en sus aledaños se dirija la política madrileña, y porque ahí naciera prácticamente la nueva política de izquierdas española. En 2014 Calvo se presentó a un concurso de ideas organizado por el anterior Gobierno de Ana Botella para remodelar el kilómetro cero. Su proyecto, Los lunes en Sol, elaborado junto con Javier de Esteban Garbayo, José Manuel de Andrés Moncayo, y Ana Sabugo Sierra, fue preseleccionado quedando en tercera posición (un puesto compartido con otros aspirantes, quienes se repartieron 6.000 euros de premio).

El planteamiento presentado para la Puerta del Sol por Calvo y tres compañeros “intentaba eliminar elementos superfluos de la plaza, que el vacío ocupara un espacio; entendemos que hay elementos que no facilitan la convivencia, que llenan la plaza de ruido y que no permiten el uso de la plaza por la gente, eso era Los lunes en Sol”, explica José Manuel de Andrés Moncayo, uno de los jóvenes arquitectos autor del diseño. “Cuando conocí a Calvo no sabía nada sobre su ideología, es posible que entonces ya fuera militante, pero no lo sabía, aunque por sus ideas urbanísticas se podía intuir”, recuerda. José Manuel Calvo “es reservado, moderado, cuida lo que dice y a quién lo dice”, indica De Andrés Moncayo.

A pesar de llevar menos de un año en el Gobierno de la ciudad de Madrid, ya parece claro que José Manuel Calvo, que cambió la denominación de su cargo de Concejal de urbanismo por la de Concejal de desarrollo urbano sostenible, está aplicando su ideología a sus funciones. ¿Es lícito hacerlo? ¿existe un urbanismo de izquierdas y otro de derechas?

"No pasa nada por parar un desarrollo", defiende Calvo

“El urbanismo como herramienta para el desarrollo de las ciudades no debiera tener ideología, ya que tiene que surgir del análisis de las necesidades de la ciudadanía y dar soluciones de futuro a las mismas”, considera Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de la asociación que reúne a los promotores inmobiliarios de Madrid, Asprima. “El urbanismo es clave para el desarrollo de la vida en la ciudad, y tiene que tener en cuenta la cantidad de diferentes corrientes de pensamiento que conviven dentro”, dice. “El mejor urbanismo que se ha creado históricamente es aquel que tiene en cuenta esas necesidades y deja de un lado la ideología”, afirma.

“La arquitectura es una cosa y el urbanismo otra”, dice el arquitecto José María de Lapuerta. “El debate debe ser cómo tienen que repartirse las plusvalías de los hechos urbanos; el urbanismo implica economía, sociología… ahí quizá sí podría hablarse de política”, añade. Para el compañero de José Manuel Calvo en el proyecto Los lunes en sol, José Manuel de Andrés Moncayo, “la arquitectura es política, porque es la materialización de una actividad económica”.

Un empresario que pide permanecer en el anonimato sostiene que más que ideología, lo que José Manuel Calvo está aplicando al urbanismo “son prejuicios”. “Tenemos un proyecto para renovar una zona, hotel, centro comercial, hemos seguido todos los pasos legales habidos y por haber, pero nada”, asegura.

“El modelo urbano anterior se ha agotado”, sentenció José Manuel Calvo durante su intervención hace dos semanas en Usera. El modelo anterior “basado en la extensión incontrolada de la ciudad de Madrid nos ha dejado una serie de cadáveres urbanísticos que están ahí, que son un lastre para el desarrollo de madrileños y madrileñas, como los desarrollos del sureste de Madrid, una extensión equivalente a la ciudad de Barcelona, que hoy son hectáreas vacías, un erial en el que se prometían viviendas, infraestructuras; o la Ciudad de la Justicia, la Ciudad del Agua, el Estadio de la Peineta, o el agujero más caro de Europa, el Centro de Exposiciones de las Cuatro Torres, unos 80 millones de euros dilapidados…”, expuso. “La cara B de esa política es que ahora vivimos en la ciudad europea más desigual, en la más contaminante de Europa”, sostuvo. “La alternativa pasa por recuperar la ciudad existente, sin rechazar que cuando existan necesidades de expansión estas puedan materializarse”, precisó. “Pero no pasa nada por parar un desarrollo”, añadió.

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