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El consumo de petróleo en España cae a su nivel más bajo desde 1998

Tras el cierre de Spanair, la demanda de querosenos se ha resentido.

El desplome no cesa. El consumo de productos petrolíferos en España se hundió en abril otro 7,4%, hasta 4,8 millones de toneladas, de acuerdo con los datos publicados este lunes por la Corporación de Reservas Estratégicas de Petróleo (Cores). En lo que va de año, el retroceso alcanza el 6,3%, hasta 20,3 millones de toneladas, lo que deja la demanda en mínimos de casi tres lustros: es el nivel más bajo para un primer cuatrimestre del año desde 1998.

Cores, que atribuye el dato del acumulado del año al “difícil contexto económico”, recuerda que el consumo de 2012 es un 21,6% inferior al del mismo periodo de 2008, cuando la crisis todavía no había estallado. Y añade que el fuerte descenso interanual registrado en abril (el citado 7,4%) se produjo pese a que aquel fue un mes frío, mientras que abril de 2011 fue “extremadamente cálido”.

Ese factor estacional ha impedido, al menos, que las caídas mensuales fueran a más. En enero, la demanda cayó un 5,2%; en febrero, otro 3,7%; y en marzo, un 9%.

Ningún producto se salva de los retrocesos en lo que va de año; tampoco los querosenos (combustible para aviación), que habían aguantado razonablemente durante la crisis. En los cuatro primeros meses del año, se anotan una caída del 6,6% (5,3% en abril), tras el cierre de Spanair, la huelga de pilotos de Iberia y la racionalización de rutas aéreas.

Todos los productos, salvo los gases licuados del petróleo (GLP, que se utilizan, fundamentalmente, para calefacción, y que registran un descenso del 2,2% en los cuatro primeros meses del año) sufren caídas superiores al 5%, incluyendo el gasóleo, el combustible más consumido (-5,7%).

La demanda de gasolinas, con los precios por las nubes (el litro de gasolina batió su récord en abril y el de diésel, en marzo), retrocedió un 6,6% hasta abril; la de fuelóleos, un 7,4%; y la de otros productos (lubricantes, asfalto y coque), un 7,5%.

En cuanto al origen del petróleo (la producción nacional apenas ha cubierto el 0,14% de la demanda en los cuatro primeros meses del año), los operadores se han adelantado al embargo decretado por la UE para las exportaciones de crudo de Irán a partir del 1 de julio por su programa nuclear. En abril, no se importó ni una gota de petróleo de ese país, que en 2011 fue el tercer proveedor de España (cubrió el 14,4%).

Hasta abril, los principales proveedores han sido Nigeria (16,2%), México (14,8%), Arabia Saudí (13,8%), Irak (9,17%) y Libia (8,5%). Respecto a este último suministrador, Cores destaca la “notable” recuperación de las importaciones, “una vez estabilizado el país”, que el año pasado estuvo sumido en una guerra civil.

El sector, que, en palabras de un directivo, está "ansioso" por ver señales positivas en el consumo (de momento, no las hay), teme la imposición del llamado céntimo verde (un recargo en el impuesto de hidrocarburos) sobre los carburantes, en lo que sería su aportación para la eliminación del déficit de tarifa (insuficiencia de ingresos regulados del sistema eléctrico) en la reforma energética en la que viene trabajando el Ejecutivo desde enero, y que podría aprobar el Consejo de Ministros del próximo viernes.

Las petroleras se quejan de que ese impuesto, que permitiría recaudar unos 1.500 millones de euros, hundirá más el consumo. Y argumentan que, si se comparan los impuestos especiales y se aplican a una misma unidad de energía, el esfuerzo fiscal de los carburantes es cinco veces superior al que realiza la electricidad.

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