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El dividendo de Inditex, un bendito problema para Amancio Ortega: ingresa 3.400 millones en efectivo en los últimos 5 años

Amancio Ortega tiene un bendito problema, que para sí quisiera la práctica totalidad de la condición humana: no es exagerado decir que gana más dinero del que puede dar salida. El fundador de Inditex necesita desesperadamente reinvertir la cantidad de liquidez que le entra, para evitar que los impuestos le machaquen. Pero cada vez gana más, y más y más… Una versión a la gallega del ‘Tío Gilito’, pero que tiene cada día más complicado encontrar buenas opciones para invertir.

Ayer se supo que la compañía textil pagará 2,42 euros de dividendo por acción, por lo que ha doblado la remuneración al accionista en 5 años. Ortega recibirá 900 millones de euros, merced a su participación de casi el 60% en la empresa que fundó. Una cifra descomunal, que choca con los 100.000 euros anuales que declara por sus cargos en Inditex, siendo el consejero peor pagado. El primer dividendo de la compañía como empresa cotizada fue de 35 céntimos por acción.

Este ‘gallego de León’ figura en los primeros puestos de millonarios del mundo, con más de 60.000 millones de euros de patrimonio. Una locura, al alcance sólo de Slim, Gates o Buffet. Pero conviene separar dos conceptos: este patrimonio recoge su participación en Inditex, sus bienes inmobiliarios, etcétera, pero el dividendo cobrado estos años es dinero contante y sonante depositado en cuenta.

Como puede verse en la imagen, la subida del pago al accionista ha sido constante en los últimos años. Ortega, gracias a sus 366 millones de títulos, ha cobrado en los últimos cinco ejercicios 443, 591, 665, 813 y ahora 894 millones de euros. En total: 3.406 millones de euros o lo que es lo mismo, más de 566.000 millones de pesetas. Un 3,4% del PIB español. Todo en dinero, sin modalidades de script dividend (conocido en mercado como dividendo con papelitos) o similar.

Todo, al contado, con luz y taquígrafos, algo que parece una máxima en el fundador de una empresa que no ha hecho nunca una ampliación, ni un split, ni ha jugado con su autocartera. Semejante caudal de liquidez provoca, por ejemplo, que su sociedad inmobiliaria personal, que cuelga de su patrimonial Pontegadea, sea ya casi tan grande como lo era Inditex cuando salió a cotizar, en mayo de 2001.

Ortega está en un proceso de compras desaforado en los últimos tiempos: ha realizado adquisiciones premium de inmuebles en Madrid, Barcelona, París, Londres, Nueva York...

Hoy, Inditex vale 67.000 millones y se ha revalorizado en Bolsa más del 500%. Pero por aquel entonces, la dueña de Zara valía poco más de 9.000 millones de euros. Por su parte, de Pontegadea Inmobiliaria se dice que vale 10.000 millones de dólares, es decir, más de 7.000 millones de euros. Podría ser miembro de pleno derecho del Ibex.

Y subiendo, porque el dividendo de Inditex es auténtica gasolina en vena, que no tiene visos de remitir. El pasado ejercicio se puso en duda que la compañía con sede en Arteixo cumpliera sus promesas al mercado, pero ya ha anunciado que pagará, sin mayores problemas, ese incremento del 10% prometido entonces.

Así las cosas, Ortega está en un proceso desaforado de compras. En menos de medio año, ha gastado más de 700 millones de euros en adquisiciones de inmuebles que van desde el Paseo de Gracia de Barcelona, al London West End, Manhattan; sus estratosféricas posiciones en París, sin olvidar que en 2011 se hizo con la emblemática Torre Picasso madrileña por 400 millones de euros. Y al ritmo que va, cada vez tendrá que hacer esto con mayor diligencia.

Pontegadea tiene claro que las inversiones, mejor en solitario. Atrás quedaron fiascos como las participaciones en Astroc, NH Hoteles...

Dice el mito que las compras las realizar el propio Ortega. Que le gusta pasear por capitales europeas y que sean los taxistas los que le seleccionen las zonas más céntricas y Premium. Sea cierto o no, Pontegadea no sólo sería la mayor inmobiliaria española con mucha diferencia, sino que es ya un auténtico coloso internacional, con activos de primerísima calidad en las mejores zonas del mundo.

Todo, comprado a tocateja y, además, con elegancia: “Si uno se da la mano con Amancio, se la ha dado”, señalan fuentes cercanas a la venta del rascacielos, antaño en manos de FCC. “No hace  maniobras de última hora buscando rebajas sobre las rebajas, aunque tampoco tolera movimientos contrarios. Si se planta en un precio, no se mueve de ahí”, comenta, recordando que no quiso subir ni un céntimo más de esos 400 millones por la Torre Picasso.

O Bolsa, o...

La fortuna inmobiliaria, derivada del chorro de dinero en efectivo que le ha proporcionado Inditex, debe vehicularse societariamente de alguna manera, y por ello hay tanta rumorología en los últimos tiempos sobre la posibilidad de que compre una ficha bursátil, se fusione con alguna empresa ya cotizada (¿Realia?) para acceder automáticamente al mercado; salga como socimi…

Sea lo que sea, con toda seguridad lo hará en solitario, para desesperación de banqueros de inversión y asesores variados, que no cesan de buscarle para proponerle M&A´s o nuevas participaciones bursátiles. Ortega tiene claro que todas sus aventuras serán en solitario, apoyado en la escasa plantilla de su holding personal, liderado por José Arnau, su fiel asesor y hombre de confianza, premiado recientemente con un puesto en el consejo de Inditex.

No en vano, ha salido bastante escaldado de algunas aventuras: sus pérdidas en Astroc o NH Hoteles, así como en alguna pequeña incursión en capital riesgo, le han inducido a apartarse de las ‘malas compañías’. Ha dado de baja, además, las famosísimas sicavs (Alazán y Keblar), por lo que apenas se sabe nada de su patrimonio financiero… si es que lo tiene. No se le conocen ya participaciones relevantes, superiores al 3%, salvo Inditex, claro. Tampoco nadie alcanza a conocer el capital invertido en otras inversiones, ya sean capital riesgo, renta fija o simple liquidez en depósitos bancarios. 

La patrimonial de Amancio Ortega deberá vehicularse como instrumento cotizado, entre otras cosas para dar soluciones a aspectos como la herencia

En economía real, decenas de expertos le han propuesto al tándem Ortega-Isla varias adquisiciones de empresas del ramo o colaterales, pero la respuesta siempre es la misma: “si consideramos que hay que estar en algún nuevo segmento, en lugar de comprar una empresa que opere en él, la crearemos nosotros”.

Otro apartado sobre el que cada vez hay más expectación en el mercado es la ordenación patrimonial de Ortega, con vistas a la herencia. Recientemente fallecida su ex mujer, Rosalía Mera, queda por ver cómo se hará el relevo familiar.

En el pasado, ya quedó claro que al fundador no le tiembla el pulso a la hora de relevar ejecutivos. Así, cesó a su antiguo compañero de viaje, José María Castellano, encargando que le buscaran el mejor ejecutivo de España. El resultado fue Pablo Isla y el ex copresidente de Altadis lleva ya mucho tiempo trabajando desde Arteixo.

En el terreno familiar, su hija Marta parece llamada a hacerse con las riendas y para ello lleva mucho tiempo trabajando en el imperio textil desde todos sus rincones. Sin embargo, no falta quien afirma que también podría resolverse entregando las acciones de Inditex a una fundación, en la que estuvieran presentes todos sus familiares (Marta, su actual mujer Flora Pérez, y sus hijos con Rosalía, Sandra y Marcos).

Lo que tenga que pasar en ese sentido lo saben pocas personas más allá de Amancio y José Arnau. Quizá ninguna más, de momento. Pero cuando ya no esté, sin duda la figura de Amancio Ortega adquirirá la trascendencia real para España.

Por cierto, pese a las cifras descomunales citadas, el consejo de administración cobra unas cifras ‘razonables’, comparando con otros miembros del Ibex. Los consejeros ganan 100.000 euros anuales y otros 100.000 en concepto de dietas. En total, poco más de 200.000 euros, para una empresa que factura 16.724 millones.

La excepción es el principal ejecutivo, Pablo Isla, que tiene un sueldo de 3,250 millones de euros y ha percibido otros 3 millones en concepto de remuneración variable. En total, 6,350 millones de euros, frente los 5,3 del pasado ejercicio.

La alta dirección (21 miembros) cobró 17,3 millones de euros, un 23% más que en 2012, lo cual arroja una media de 820.000 euros. En Inditex afirman que esto se debe a un cambio en el modo de reportar las remuneraciones, a pesar de que en el informe de gobierno corporativo no pone nada de eso.

En cualquier caso, no parece que tengan rechazo del mercado por eso: en la anterior junta, el 98% del capital presente (85%) dio su voto positivo a estas partidas. Los inversores activistas han protestado por casos como Iberdrola, Mapfre… pero no es Inditex su gran preocupación.

Sin duda alguna, si Pontegadea sale al mercado, gozará también de un enorme favor por parte de la comunidad financiera, tanto nacional como internacional.

Será un auténtico coloso financiero, generado exclusivamente por los beneficios que ha dado Inditex a lo largo de los tiempos. En Arteixo se ha gestado la historia económica más grande jamás contada en España en los últimos lustros.

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