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El coste del combustible lastra a Iberia: con la eficiencia de British ahorraría 300 millones

Uno de los principales problemas de la cuenta de resultados de Iberia es el coste del combustible. La compañía ha planteado un durísimo plan de ajuste para que las cuentas de la empresa abandonen los números rojos en los que se ha instalado en los últimos años, poco antes de su integración con British Airways en el holding IAG. Sin embargo, una mayor eficiencia energética podría haber ahorrado más de un disgusto a la compañía presidida por Antonio Vázquez, además de una cifra cercana a los 300 millones anuales.

Antes de la integración en IAG, la eficiencia energética de Iberia era notablemente mejorable, al menos en relación con la que después sería su socio en el holding. Mientras que la ratio entre el coste del combustible y el número de asientos disponibles por kilómetro de Iberia se situaba en torno a 2 céntimos de euro, la variable bajaba hasta 1,4 céntimos para el caso de British Airways.

Desde 2011, cuando las cuentas de IAG se realizan con la combinación de ambos socios y no por la mera suma de los datos de las empresas, la mencionada ratio se ha incrementado, producto de la subida de los precios del petróleo pero también de la particular aportación de Iberia. Al cierre del tercer trimestre, la citada ratio se sitúa muy próxima a los 2,4 céntimos de euro, muy por encima de las cifras que presentaba en solitario British Airways.

Las cuentas hablan de forma clara: si la aerolínea española fuera capaz de situar el ratio de coste de carburante por asiento disponible en las cotas de su socio, podría ahorrarse hasta 300 millones de euros, lo que evitaría que tuviera que plantear un ajuste laboral como el que ha puesto encima de la mesa, el cual ha sido sistemáticamente rechazado por los sindicatos.

Renovación de flota

Uno de los problemas de Iberia en este capítulo reside en su flota de aviones, que precisa de ser renovada. Precisamente, el denominado plan de transformación de la compañía, que incluye el ajuste laboral, contempla una inversión de 2.000 millones de euros hasta 2017 para la adquisición de nuevas aeronaves para el corto y medio radio pero, en cualquier caso, más eficientes que los actuales A340.

Una de las críticas más redundantes hacia los actuales gestores de la compañía es el retraso a la hora de proceder a la renovación de la flota, aspecto que, por otro lado, no ha descuidado tanto precisamente British Airways.

En el plan del conflicto laboral, se escenificó un nuevo desencuentro entre la dirección de la compañía y los sindicatos. La convocatoria de las reuniones tenía como fin hablar sobre los diferentes convenios, aunque los representantes de los trabajadores han señalado que antes debe resolverse el asunto del plan de ajuste y, posteriormente, con las bases de ese plan, los convenios, con lo que las reuniones han concluido sin fruto alguno.

El próximo lunes, Iberia y los sindicatos tienen una nueva cita en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) tras la que, con toda probabilidad, los sindicatos procederán a la convocatoria de una huelga para los días 7, 8, 9, 10 y 11 del próximo mes de enero.

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