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Los ministros de Fomento e Industria quieren la cabeza de Antonio Vázquez, presidente de Iberia

El Gobierno, dividido sobre la continuidad de la cúpula de Iberia

La cúpula de Iberia se encuentra entre la espada de British Airways y la pared del Gobierno español. Pero la pared, en este caso, se mueve porque el gobierno español no es sólo testigo de la gestión de la aerolínea. Desde que Bankia fue nacionalizada, el Gobierno es el principal accionista de la aerolínea y varios de sus ministros están expresando abiertamente su descontento con las medidas que ha adoptado el Presidente de la compañía, Antonio Vázquez,  según revelan fuentes del Ejecutivo.

Tanto la ministra de Fomento, Ana Pastor, como el ministro de Industria, José Manuel Soria, han trasladado a la dirección de Iberia su malestar con lo que describen como “falta de peso” de la parte española en IAG (International Airlines Group) la sociedad en la que se fusionaron Iberia y British Airways. Ese malestar se ha discutido en la mesa del consejo de ministros donde Fomento se mostró contraria al cierre de conexiones que Vázquez ha aprobado y que el Ejecutivo intentó frenar, según revelan fuentes del Gobierno. En esa mesa, sólo una voz se ha alzado en defensa de la actual cúpula de la aerolínea: la del ministro de Agricultura, Miguel Arias-Cañete.

 “La opinión del Gobierno no es política. Es la del principal accionista de la aerolínea” afirman fuentes de Industria

El enfrentamiento entre el Ejecutivo y la dirección de la aerolínea se ha manifestado ya en público. Ayer, el ministro José Manuel Soria fue contundente: "me parece inaceptable que para ir desde España a La Habana tengamos que ir a Londres" aseguró en declaraciones a Efe. La compañía lanzó una nota de prensa en la que le contestaba: "los pasajeros van a seguir contando con vuelos directos entre Madrid y los destinos que va a suspender". Ese choque era el segundo en apenas 48 horas y ha irritado todavía más a los ministros afectados. 

“La opinión del Gobierno no es política. Es la del principal accionista de la aerolínea” afirman fuentes cercanas al ministro de Industria que piden no ser identificadas pero que recuerdan que desde que Bankia fue nacionalizada, la financiación de Iberia depende del Ejecutivo doblemente: en primer lugar, el Estado es dueño de 224.253.779 acciones de IAG, es decir, el 12,09% del accionariado global y, en segundo lugar, es Bankia quien ha realizado las operaciones de financiación de aeronaves (garantías, pagos por arrendamiento e inversiones financieras).

El Ejecutivo ha contemplado entre los escenarios para resolver la crisis de Iberia la posibilidad de romper la fusión con British pero la han descartado por “poco realista”, aseguran esas fuentes que, sin embargo, creen que se está violando una cláusula esencial en la fusión que obligaba al desarrollo equilibrado de ambas compañías. “El error se ha cometido ya”, afirma el Ejecutivo que sostiene que la marcha atrás es inviable.

Discrepancia también sobre los consejeros

La designación de consejeros pactada con el actual Presidente, Antonio Vázquez, también ha provocado recelos en el Gobierno. En la actualidad, Antonio Vázquez comparte representación española con el Presidente de Telefónica, César Alierta, el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, así como uno de sus socios históricos, José Manuel Fernández-Norniella y José Pedro Pérez Lorca. 

Precisamente sus retribuciones (ver aquí) están siendo cuestionadas por los trabajadores en un momento de recortes generalizados en una aerolínea que prevé despedir a 4.500 empleados.  

 

LOS SINDICATOS PREPARAN UNA NUEVA HUELGA

Los representantes de los trabajadores de Iberia (ASETMA, CCOO, CTA-Vuelo, SITCPLA, UGT y USO) mantuvieron ayer una nueva ronda de reuniones y acordaron instar a una nueva mediación ante el SIMA, con carácter inmediato. Si esa reunión no se cierra con un acuerdo, los sindicatos preparan una nueva hulega que arrancaría después de Reyes, es decir, el 7 de enero de 2013. 

Según el comunicado conjunto que emitieron, los sindicatos aseguran haber "demostrado nuestra buena fe y la inequívoca intención de alcanzar los acuerdos necesarios con Iberia para garantizar el futuro de la compañía y de sus trabajadores" al desconvocar la huelga durante las Navidades. Fuentes del Ejecutivo revelaron a Vozpópuli que el Gobierno trasladó a los sindicatos que si la huelga seguía adelante se podía poner en cuestión el futuro de la aerolínea. Ante las presiones del Gobierno, los sindicatos decidieron posponer el conflicto, según confirman fuentes de UGT y CC.OO. 

Los sindicatos cierran su comunicado asegurando que quieren "censurar la cerrazón de la actual dirección de Iberia así como denunciar el deterioro de las relaciones laborales, marca de identidad de este equipo directivo" y concluyen: "se abre ahora un periodo de tiempo que la dirección de Iberia debe aprovechar. 

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