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ACS pierde casi un 50% en la venta forzada de su primer paquete de Iberdrola

La venta de un paquete del 3,69% de Iberdrola por parte de ACS permitirá a la constructora reducir 800 millones su abultada deuda y mejorar la liquidez, según la versión oficial. Pero este movimiento, forzado por la banca acreedora (a lops niveles de cotización de Iberdrola obligarían a la constructora a aportar garantías adicionales), tiene un coste importante: la empresa que preside Florentino Pérez pierde 767 millones de euros brutos en la operación, es decir, ha vendido a la mitad de precio al que compró en un principio.

ACS compró los títulos a una media de 7,1 euros y los ha colocado a 3,62 euros. Este precio además supone un descuento del 7,2% de su valor en bolsa. Así, ACS se ha apuntado unos ingresos similares a las minusvalías que registra.

En un comunicado a la CNMV, ACS indica que el impacto neto en los resultados del grupo será de 540 millones de euros, y espera compensarlos con las plusvalías por la venta de activos no estratégicos a lo largo del año, entre las que se incluye la venta parcial de Clece ya realizada que supera los 150 millones de euros. No obstante, ACS está encontrando problemas para acometer venta de activos (parques eólicos, por ejemplo).

El mercado anticipa más ventas: ACS seguirá reduciendo su peso en Iberdrola

ACS ha subrayado en una conference call con analistas celebrada esta mañana que permanecerá como socio estable a largo plazo, pese a este cambio de tendencia que está anunciando con estos movimientos. Su participación se sitúa por debajo del 15% en la eléctrica, con la que mantiene una batalla jurídica por el control de la compañía. ACS, en este sentido, se ha comprometido frente a los bancos colocadores a no transferir acciones de Iberdrola por un periodo de  90 días. Pero los mercados están anticipando que ACS seguirá vendiendo más acciones de Iberdrola para hacer frente a su obligaciones crediticias.

Los expertos no creen la lógica de mantener el 15% de Iberdorla e interpretan este movimiento de ACS como una victoria de Ignacio S. Galán en la guerra que mantienen desde hace más de tres años. Su acceso al consejo de la eléctrica se ha convertido en un reto casi imposible y para computar su participación por equity necesiataría alcanzar el 20%. Por su parte, los scrip dividends de Iberdrola contribuyen a reducir periodicamente su participación, dado que ACS siempre elige la opción de cobro en cash.

Tras ser suspendidas por la CNMV antes de la apertura del mercado, las cotizaciones de ambas compañías volvieron al parqué con fuertes descensos. Iberdrola se deja algo más de un 7% a media sesión mientras que los recortes de ACS superan el 5%.

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