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Los fondos buitre (20%) se resisten a dar el 'sí' al acuerdo de los grandes bancos con Prisa

Juan Luis Cebrián.

Cuando todo parecía encaminarse a la inminente firma del acuerdo de refinanciación de Prisa por parte de todos los acreedores, un imprevisto se ha cruzado por el camino. En las últimas jornadas bursátiles, los fondos se han posicionado en el capital de Prisa provocando fuertes subidas del valor ante la expectativa de acuerdo entre el consejero delegado, Fernando Abril-Matorell, y los cuatro grandes bancos acreedores (Santander, La Caixa, Bankia y HSBC), que suman en torno al 80% del total de la deuda de 3.000 millones de euros que arrastra el grupo.

Todo estaba casi atado, pero los fondos estadounidenses y los fondos buitre agazapados en ese 20% de deuda restante se han resistido a dar el definitivo esta semana. Según las fuentes financieras consultadas, ellos también son acreedores y se han quejado del juego a varias bandas que está suponiendo la negociación del acuerdo. "Quieren un buen acuerdo de refinanciación y que éste no se vea contaminado por la lucha de poderes para echar al presidente ejecutivo, Juan Luis Cebrián, o porque los términos del acuerdo estén supeditados a la posterior venta del 56% de Digital Plus a Telefónica a bien precio. Hay excesivos intereses cruzados en este proceso".

Así las cosas, los títulos de Prisa, después de subir fuertemente la pasada semana (+23,33%, frente a una caída acumulada del 21,28% desde enero), se enfriaron el viernes (el valor cerró plano, a 0,185 euros). Los fondos buitre no quiere tensar la cuerda en exceso, sabedores que el acuerdo de deuda saldrá adelante estos días, pero han dado un toque de atención al grupo acreedor mayoritario para que las etapas se quemen a la velocidad y orden programados: firma de la refinanciación y posterior venta rápida de activos. Y, si por el camino, consiguen forzar la salida de Cebrián, al que consideran responsable de la deriva en la gestión que ha llevado al grupo casi a la quiebra, pues todos contentos.

Los fondos están hartos de que la cabeza de Cebrián o allanarle el terreno a Telefónica para comprar Digital Plus sean moneda de cambio en el proceso de negociación de la deuda

Ahora, Abril-Martorell y los bancos tratan de arrancar el de los fondos para dotar al grupo Prisa de instrumentos de financiación a largo plazo, con periodos de pago más flexibles. "No hay duda de que en los próximos días, el 20% de los acreedores se unirá al acuerdo", destacan las fuentes.

Será sellar el acuerdo y ponerse a trabajar con otro de los financiadores y socio de Prisa, el grupo Telefónica, para venderle el 56% de Digital Plus (Canal+). La operadora de telecos ya controla el 22% de la plataforma de televisión de pago, el mismo paquete accionarial que también posee Mediaset.

El problema está en el precio. Telefónica estaría dispuesta a pagar en torno a 800 millones de euros por el 56%, mientras Prisa y el fondo Liberty siguen aún soñando con que el valor final de la operación alcance los 1.000 millones. Esta última opción, difícil de conseguir según las fuentes financieras consultadas, permitiría al grupo Prisa cargarse de un plumazo un 33% de su deuda y todos los vencimientos previstos hasta la primavera de 2014.

Esto, unido a los nuevos plazos y pagos flexibles que pactará con los bancos acreedores, permitiría al grupo obtener algo de oxígeno. Sin embargo, la compañía previsiblemente tendrá que seguir deshaciéndose de activos para reducir deuda, ante el penoso panorama de ingresos de los grupos tradicionales de comunicación para este año y el que viene.

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