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Gas Natural agranda su calvario colombiano: ejecutada por impago al generador eléctrico

Sede de Gas Natural Fenosa.

El culebrón de Gas Natural en Colombia ha vivido en las últimas horas un nuevo episodio. Su filial local, Electricaribe, no ha atendido al pago por la energía adquirida el pasado mes de septiembre para distribuirla en las regiones donde opera, una situación que derivará en la ejecución de las garantías acordadas con las entidades financieras para realizar la compra, que ascendió a unos 32 millones de euros, al cambio. La compañía española vive una particular pesadilla en el país latinoamericano toda vez que las tensiones de tesorería que provocan estos impagos se deben a una deuda acumulada de más de 1.000 millones de euros, producto tanto de mora de clientes como de numerosos episodios de fraude.

El pasado miércoles vencía el plazo para que Electricaribe hiciera frente al pago de la energía adquirida a los generadores para su posterior comercialización durante el mes de septiembre, sin que la compañía pudiera satisfacerlo. La prensa local daba por hecho la ejecución de las garantías debido al impago, lo que reduciría su volumen hasta poco más de 25 millones de euros. Una cantidad que sería insuficiente para cubrir un posible nuevo impago durante los próximos meses.

La complicada situación de Gas Natural en Colombia estalló a mediados del pasado mes de julio, cuando la compañía decidió comunicar al Gobierno local la existencia de una controversia para, de este modo, poner en marcha el mecanismo contemplado en el Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de inversiones entre Colombia y España.

Este proceso abre un periodo de seis meses para alcanzar un acuerdo, antes de proceder a formalizar una reclamación ante el Ciadi, el tribunal de arbitraje auspiciado por el Banco Mundial.

A través de este procedimiento, Gas Natural reclama el pago de la deuda que arrastra Electricaribe en los últimos años. Adquirida por Unión Fenosa en 2000 a una empresa norteamericana que se hizo con ella en su proceso de privatización, la empresa ha padecido desde entonces problemas para el cobro de las facturas, especialmente en las zonas más deprimidas de las regiones a las que presta el servicio de distribución de electricidad.

Administración morosa

La compañía que ahora preside Isidro Fainé atribuye a esta abultada deuda el déficit en inversiones en la zona que le reclama el Gobierno colombiano, que ha llegado a amenazar a la compañía con tomar medidas si Gas Natural no cumple con sus compromisos. Por su parte, el grupo español no está dispuesto a resolver el problema con una inyección de liquidez, máxime si se tiene en cuenta que entre sus clientes morosos se encuentran instituciones públicas como ayuntamientos, escuelas y hospitales.

Precisamente, esta circunstancia ha llevado a la empresa a proponer a las administraciones locales que sean precisamente esas facturas impagadas las que sirvan de garantía para cubrir futuros impagos al generador de electricidad por parte de Electricaribe, como el que se produjo el miércoles.

Fuentes de la compañía declinaron hacer comentarios sobre la información.

Desde el Gobierno colombiano, la Superintendencia de Servicios Públicos ha señalado que los ingresos de Electricaribe son suficientes para acometer las inversiones comprometidas. Unas cifras que la propia prensa local ha puesto en entredicho al señalar que la compañía pierde cada mes del orden de 12 millones de euros por lo que deja de percibir en concepto de facturas que no son satisfechas.

Negociaciones con la banca

Esta cantidad “sí pesa para dejar de hacer la inversión”, afirmaba un artículo publicado en el diario La República, el cual también avalaba con datos de la industria local que Electricaribe soportaba una morosidad que duplicaba la de otras empresas del sector en el país.

Fuentes del mercado señalaron a Vozpópuli que Gas Natural negocia en la actualidad con diversos bancos colombianos para tratar de extender las garantías con vistas a posibles nuevos impagos. Al mismo tiempo, también mantiene conversaciones con el Gobierno colombiano, al que ya ha trasladado en numerosas ocasiones que la situación es insostenible.

La intención de Gas Natural es no dejar el país colombiano en el que, además, cuenta con un negocio de distribución de gas en la capital, Bogotá, que no presenta ni mucho menos los problemas que arrastra Electricaribe desde tiempos inmemoriales.

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