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Magia contable: Garoña ganó 22 millones en 2013 pese a no generar ni un kilovatio, según Endesa

Interior de la central de Garoña.

Otro dato más para el esperpento en el que se ha convertido el asunto Garoña: Nuclenor, la sociedad que explota la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), abandonó en 2013 las multimillonarias pérdidas de su último ejercicio en funcionamiento, 2012, para anotarse su mayor beneficio en un lustro, 22 millones de euros. Una auténtica proeza contable, si se tiene en cuenta que la planta lleva parada desde el 28 de diciembre de 2012 y desde entonces no ha vertido ni un solo kilovatio a la red eléctrica.

El dato contrasta con los números rojos de 133 millones declarados por Nuclenor un año antes y figura en la última memoria anual que Endesa ha remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El documento recoge unos ingresos de apenas 8 millones de euros (191 millones un año antes) y unos gastos (positivos) de 14 millones.

La eléctrica no ha querido comentar los pormenores de tan extraordinario como, a priori, inexplicable resultado, que podría deberse a provisiones que la sociedad ha podido revertir durante el pasado ejercicio.

Por su parte, fuentes de Nuclenor aseguran que el ejercicio 2013 todavía “no está cerrado ni visto por los auditores” y que la sociedad tiene hasta el día 31 de este mes para cerrar sus cuentas.

Esos 22 millones de beneficio con la planta burgalesa en barbecho suponen el mejor resultado de Nuclenor desde que, en julio de 2009, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero apostó, con la boca pequeña, por cerrar la instalación para cumplir "de la forma más razonable" (en expresión del entonces ministro de Industria, Miguel Sebastián) con el programa electoral del PSOE, que hablaba de cerrar las centrales atómicas al cumplir su "vida útil".

En la práctica, los socialistas dejaron con esa decisión, hace casi cinco años, el marrón de Garoña en manos del siguiente Gobierno, al aprobar la prórroga de la nuclear hasta el 6 de julio de 2013, cuando en principio debía cerrar, a sabiendas de que la última palabra sobre su continuidad la tendría quien gobernase España entonces.

En 2012, perdió un millón por cada millón de KWh generado tras dotar fuertes provisiones

La planta, que el año pasado fue objeto de un expediente sancionador de la antigua Comisión Nacional de la Energía (actual CNMC) por el proceso de parada por el que Iberdrola ha dotado una provisión de 30 millones, registró en 2012, tras un “buen año de funcionamiento”, según explicaba Nuclenor en su último informe anual, las citadas pérdidas récord de 133 millones de euros.

Esos cuantiosos números rojos, prácticamente un millón de euros de pérdidas por cada millón de kilovatios hora generados por la planta desde que entró en funcionamiento, en marzo de 1971, hasta su parada (produjo 133.335.073,7 millones de KWh), llegaron tras provisionar Nuclenor 60 millones como consecuencia de la  decisión, tomada por su consejo de administración el 28 de diciembre de 2012, de cesar su actividad “ante el incremento de costes que supone la entrada en vigor de los impuestos recogidos en la Ley 15/2012, de 27 de diciembre” (el ‘impuestazo’ eléctrico en vigor desde enero del año pasado), según explica Endesa en su memoria.

En su último año en funcionamiento, la central produjo 3.879,68 millones de KWh, lo que representó un factor de carga del 94,78% y un factor de operación del 95,05%. Su producción supuso un 6,3% de la generación de las centrales nucleares españolas, que ese año cubrieron casi el 21% de la electricidad consumida en España.

En 2011 ganó 13,34 millones, casi tanto como perdió en 2010; en 2009 ganó 3 millones y en 2008, casi 80 millones

Los 22 millones de beneficio de 2013 contrastan con las citadas pérdidas de 133 millones de 2012; los 13,34 millones de beneficio de 2011; las pérdidas de 13,2 millones de 2010 y los 3 millones de beneficio de 2009. Constituyen, en suma, el mejor resultado de Nuclenor desde los 79,95 millones de beneficio declarados en el ejercicio 2008.

La central, que actualmente emplea a 276 personas, prosigue su peculiar actividad, con todo el personal acudiendo a la planta a diario (salvo los que se han jubilado desde su parada) para mantenerla “en perfectas condiciones”, según Nuclenor.

Mientras, el Ejecutivo de Mariano Rajoy, que el mes pasado aprobó un decreto a medida para permitir su reapertura, está por que Garoña no cierre desde el minuto uno, pero la central se ha convertido en otra pieza más de la partida que desde hace más de dos años juega el Ministerio de Industria con las eléctricas en el marco de la reforma energética.

Entretanto, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), teórico regulador independiente, no ha dudado en cesar recientemente a sus dos responsables en la planta para dejar el camino expedito a su reapertura, que enfrenta dificultades logísticas relacionadas con la acumulación de residuos en la piscina del reactor.

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