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Gamesa ultima un amplio ERE en España ante la drástica caída de la demanda

Gamesa ultima un amplio expediente de regulación de empleo (ERE) en España para adaptarse al drástico empeoramiento de sus perspectivas a corto y medio plazo. Según fuentes conocedoras del ajuste, este afectará a todas sus unidades de negocio, incluyendo la parte corporativa, que hasta ahora se había librado de los recortes de empleo. La empresa, por su parte, dice que no comenta "rumores" y recuerda que ha anunciado un nuevo plan de negocio, en el que está trabajando todavía, "por lo que hay decisiones que todavía se tienen que tomar".

El fabricante de aerogeneradores, cuya plantilla en España supera los 4.000 empleados, ha venido realizando sucesivos EREs temporales en sus centros de fabricación a partir del año 2010. Actualmente tiene tres en marcha en sus plantas en Galicia, Cantabria y Navarra. El rumor de ERE es persistente desde hace meses en Navarra, donde Gamesa tiene su sede. Medios locales cifran el recorte entre 700 y 800 empleados, citando fuentes sindicales.

En marzo, la empresa registró pérdidas por primera vez en su historia (en el primer semestre, registró unos números rojos de 33 millones de euros) y en mayo despidió a su hasta entonces presidente, Jorge Calvet, con una indemnización de 2,1 millones. En junio, el sustituto de Calvet, Ignacio Martín, ya advirtió de que “el esfuerzo y el sacrificio serán imprescindibles para conseguir una compañía dimensionada y preparada para el entorno y las circunstancias actuales”.

En el segundo trimestre, los pedidos desde Asia, una de sus grandes apuestas, cayeron un 70%

Un mes después, el grupo, cuyo mayor accionista es Iberdrola, ya advirtió de un “empeoramiento de las perspectivas de crecimiento en el corto plazo” y se marcó como objetivo la “rentabilidad operativa en un entorno de demanda moderada, optimizando el uso de los recursos (balance y estructura corporativa) sin sacrificar la flexibilidad para aprovechar las oportunidades de crecimiento futuro”.

El grupo anunció entonces que presentaría un nuevo plan de negocio hasta el año 2015, que actualmente está en plena elaboración y se presentará este mismo mes (la fecha concreta está por concretar). El panorama inmediato que afronta la empresa es sombrío. El mercado nacional está parado tras el boom eólico de los últimos años y la moratoria a las primas de las renovables decretada por el Gobierno a principios de año.

Las perspectivas en el exterior tampoco son buenas. En el segundo trimestre, los pedidos de Asia, que ha sido una de sus grandes apuestas en sus últimos años, se redujeron un 70%. Y el mercado global tampoco pinta bien: un informe de la consultora New Energy Finance presentado esta semana señala que, tras un tercer trimestre “mediocre”, la inversión mundial en energías renovables caerá en 2012 por primera vez en ocho años.

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