Adelson acecha la gestión de Ifema al rozar la institución pérdidas por primera vez

Ifema, la Institución Ferial de Madrid, empezó su actividad en 1980. Treinta y tres años después, el ente, participado por Ayuntamiento, Comunidad, Caja Madrid y la Cámara de Comercio, podría dar pérdidas en el ejercicio actual por primera vez en su historia. Esa es la conclusión que anunciará este martes la directiva cuando presente los resultados de 2012: en el curso pasado apenas se lograron un millón de euros de beneficios y 2013 pinta mucho peor. Salvo milagro, se avecinan números rojos en Campo de las Naciones.

Una situación desazonadora para los más de 400 trabajadores, con un claro beneficiario de las desdichas ajenas: el magnate Sheldon G. Adelson, propietario de Las Vegas Sands e impulsor del macro-complejo Eurovegas en terrenos de Alcorcón, en la Comunidad de Madrid. Entre los múltiples caprichos del halcón republicano –levantar la prohibición de fumar en su complejo, prebendas fiscales- hay uno que tiene que ver con Ifema, más concretamente con su gestión: hace tiempo que Adelson quiere que se la regalen (la gestión) a cambio de llevar Eurovegas a la región.

Adelantar acontecimientos entre esta institución esencialmente pública y Las Vegas Sands puede ser contraproducente, advierten las fuentes de Ifema consultadas. Para empezar, cada vez hay más incertidumbre en torno a Eurovegas, indecisión que ni el magnate ni el Ejecutivo autonómico se prestan a corregir; además, comparado con otros organismos y empresas públicas locales y/o regionales, Ifema ha sido y es un negocio muy rentable: solo la crisis ha mermado su capacidad de recaudación. Se estima que el consorcio maneja 105 millones anuales, más del 2,1% del PIB de la Comunidad.

Por si fuera poco, hay mucho que mejorar en la gestión antes que entregársela al magnate de Boston; especialmente, hay que hacer cambios en la cúpula directiva, resaltan personas críticas con la situación de la empresa. Y es que Ifema tiene fama de ser un auténtico cementerio de elefantes del PP, un refugio para políticos que se guarecen de la tormenta (caso de Manuel Cobo, exvicealcalde de Madrid) o que se retiran a vivir la vida (caso del exalcalde madrileño José María Álvarez del Manzano: 77 años).

Ese coto del PP esconde abundantes contradicciones. Así, Ifema cuenta con dos presidentes, el citado Del Manzano (presidente de la Junta Rectora) y el exvicepresidente de la Comunidad de Madrid Luis Eduardo Cortés (presidente ejecutivo). Cortés, considerado en su día más afín a Esperanza Aguirre, mantuvo alguna disputa, ya paliada, dentro de la institución con Fermín Lucas, director general y hermano del expresidente de Castilla y León y exministro con Aznar Juan José Lucas. No pocas partes señalan que Fermín Lucas es de los pocos directivos “que curra de verdad”.

Quien no puede hacer gala de semejante amor por el trabajo es Cobo, uno de los arietes de Alberto Ruiz-Gallardón en la guerra reciente que libró contra Aguirre. Todas las fuentes consultadas afirman que acude un “máximo de dos veces por semana” a su despacho, si es que llega. Sumando a este cuarteto de viejas glorias populares, les salen en Ifema siete secretarias, tres chóferes, un jefe de prensa y un escolta, todo por más de un millón de euros, como publicó este medio en enero.